Hoy quisiera hablarte de la línea editorial. No es la primera ni será la última vez que diga que este punto de la estrategia es fundamental para saber qué cosas contar a nuestra audiencia. La respuesta es tan importante como lo que no hay que contar. Y, afortunadamente porque si no sería el mercado de los contenidos sería aburridísimo, es diferente según:
- el sector: el posicionamiento que tenemos o queremos conseguir
- la empresa: los objetivos que hayamos marcado para los contenidos
- la audiencia: los perfiles de los clientes y potenciales clientes
La premisa parece sencilla: si sé qué quiero de alguien, sé qué tengo que decirle para conseguirlo. Funciona genial cuando ordenas algo pero, si utilizas la vía persuasiva, la cosa se complica. ¿Cómo decirle a alguien que haga algo sin que parezca que le obligo?
El marketing de contenidos busca una conexión con la audiencia, quiere ser un acompañante más que un tirano, no pretende obligar si no guiar para ganarse la confianza del usuario. Para ello, el estratega ha de tener claro qué mensajes pueden serle útil para lograrlo y qué temas no conviene tocar.
Línea editorial para autónomos
Si eres autónomo como yo, muchas veces la vida personal y la profesional se mezclan. Si las empresas suelen preguntarme si han de hacer diferentes canales para cada idioma, a los autónomos les preocupa si han de hacerlos para diferenciar sus vidas. No podemos separarlas y cada uno decide dónde poner los límites, no hay una respuesta universal. Mis sugerencias son:
- tener clara la privacidad,
- no traspasar las fronteras más que cuando sea necesario y
- tener claro que no podemos diluir quiénes somos profesionalmente con demasiadas cuestiones personales.
Línea editorial para empresas
Hace unos días estuve en una charla escuchando, entre otros, a mandomando. Habló de muchas cosas y en una de sus slides apareció la ‘abuela digital’. Atención, ¡resulta que yo lo soy! Y es que, contaba Armando, eso de no hablar de política, religión o fútbol es de otra época. Quería romper una lanza a favor de la provocación como forma de diferenciación. Hay quien utiliza esta estrategia como parte de su línea editorial, pero no estoy 100% de acuerdo.
Quieras o no provocar, también siendo empresas, es importante marcar los límites de qué entra y qué no dentro del saco de los posibles temas de conversación con nuestros usuarios. Pero hay que tener en cuenta que, hoy en día, la comunidad puede preguntarte directamente por algo que quizá tú no querrías hablar. Para eso también hay que estar preparados, no solo para lo que sí queremos decir.
Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 225 (1 de diciembre de 2014).
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.
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