El pasado jueves en «La viñeta» del diario adn, Ernesto Rodera mostraba a una joven tumbada en el sofá con un televisor enfrente con la frase «Esto de la televisión no está tan mal. Si quitas el sonido y cierras los ojos parece que estás haciendo otra cosa». Con esa postura, sólo puede ser una cosa: dormir.
¿Por qué entonces no lo apagamos, como nos sugiere la ilustración? ¿Qué tendríamos que encontrar al encender la tele? Las tres palabras clave son (¿en este orden?) informar, entretener y educar.
Pero, ¿qué vemos realmente? Programas en los que se prima ¿la fama, el nombre? por encima del conocimiento, noticias que se tiñen de color político, malas influencias para los pequeños… En unos minutos de casi cualquier canal se olvidan las buenas intenciones teóricas y se vuelve a la realidad televisiva: el programador a la caza de audiencia no entiende (casi de) nada más que de basura.
En este escenario, sí deberíamos irnos a dormir. Pero algo nos hace quedar en el sofá: las series. Guiones geniales nos ayudan a conocer mundos desconocidos incluso imposibles donde proyectar nuestra imaginación incluso deseos. Sus tramas maravillosas nos obligan a centrarnos sólo en la vida de los personajes, olvidando nuestros problemas y viviendo los suyos como propios.
Cada noche enciendo en televisor para ver una serie, el resto de la programación es sólo un complemento (no siempre deseado y con el que hay que aprender a convivir). ¿Cuál es tu motivo?
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Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.
Más que la tele, yo enciendo la pantalla del ordenador. Los descubrimientos que he hecho gracias a él no tienen precio.
Pero tienes razón, prácticamente ya sólo enciendo la tele para ver series, y ninguna española, por cierto.
Pantalla por pantalla, hay días en los que también me quedo con la del ordenador. Aunque intento repartirme lo que puedo!
Gracias por tu aportación,