[WWW] De enlace a conocido

Hace poco mi primer correo electrónico celebró su décimo aniversario y mi primera página web cumplió hace unos meses 7 años. Mi presencia en Internet está más que archivada, indexada o como quieras llamarlo. Así que digamos que no me extraña cuando algún conocido con el que no he mantenido mucho contacto me dice «me he encontrado con tu web». La verdad, es una alegría.

Pero, hasta hoy, no me había pasado a la inversa, es decir, encontrarme con una web de alguien que conozco y que hace varios años que no sé a qué se dedica. ¡Y también me ha alegrado! Primero por ver su foto actualizada y segungo por saber que se dedica a algo que podría relacionarse lejanamente con lo que yo hago. Después del grito de «¡Ala! Es…», automáticamente le he buscado y me he encontrado con su perfil en Neurona.

Y ahí es donde está la primera moraleja de la mañana: si yo fuese de alguna red social, huibiera sabido hace mucho más tiempo de él y seguramente de mucha más gente con la que compartí años en instituto o universidad. Sin serlo, todo lo que he podido hacer ha sido buscar algunos nombres al azar en Google y, como mucho, encontrar algunas fotos.

Visto lo visto, dudo de estar perdiéndome ningún contacto interesante (aparte del hallazgo que ha motivado la búsqueda). He recibido varias invitaciones a varias redes, pero no me decido a darme de alta en ninguna. Es algo que haré algún día, pero, como decían en «Gladiator», todavía no.

La segunda moraleja es que Internet sigue siendo un lugar pequeño con sorpresas diarias que llegan desde enlaces impensables. He llegado al artículo de este conocido después de seguir tres o cuatro clicks desde un blog habitual.

Conclusión del día: sigue los enlaces, no sabes qué o a quién te puedes encontrar.

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