Este fin de semana volió a abrirse el circo de la Fórmula 1. El arranque del Mundial, aunque no ha sido tan emocionante como el inicio de MotoGP, permite ver de nuevo anuncios de pilotos para sus patrocinadores (¿alguien más se ha dado cuenta de que Schumacher ya no es ‘un jubilado’ en el del Fiat Bravo?).
El caso de Alonso y Renault prometía ser interesante y ha resultado ser un anuncio que te arranca una sonrisa (no la cabeza). El cambio de escudería que ha hecho correr tanta tinta es la base del spot convirtiéndose en un genial slogan: «A todos nos cambia el humor cuando cambiamos de coche«. En él podemos reirnos unos segundos viendo a Alonso dar propina haciendo magia, poner cara de bobo o sonriendo frente a un ‘circuito de Mónaco’.
Todo porque está en Renault, tiene coche nuevo lo cual nos lleva a pensar que mejor que el que Mercedes que tenía (muy bien por los creativos). Y, digo yo, ¿cómo puede estar tan alegre si conduce un coche nada competitivo? ¿Será porque, aunque su monoplazo sea malo, el que conduce ‘a diario’ sí es bueno?
En fin, no creo que este año la relación Alonso-Renault acabe con puntos así que tomemos el anuncio también con buen humor porque tampoco se puede ver muy a menudo a Alonso sonriendo. A parte de cuando ganaba, diría que prácticamente solo ríe en publicidad… o, quizá, con Antonio Lobato.
Por cierto, el ‘cambio de humor’ lo vimos unos cuantos.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.
Bueno, Fernando Alonso tiene su forma de ser la cual nos puede parecer más o menos simpática (a mi me gusta) pero una cosa es lo bien o mal que va el Renault F1 y otra muy distinta es vender un producto, un coche al que sí todos podemos acceder ¡Si quieres vender no vas a salir con cara de eternamente cabreado!
En cuanto a la competitividad del Renault, pues sí, no «chuta» pero Fernando si sacará petroleo de ese coche. Es el más competitivo con diferencia.
Pero ya sabes… ¡para gustos: colores!
Saludos
La única pega al anuncio y a los coches nuevos en general. ¿Por qué cada vez hacen llaves más grandes en vez de más pequeñas? La del megane tiene el tamaño de un móvil y la muestran en el spot… curioso.
Carlos,
creo que con cara de enfado también se puede vender, tendrías que ver con qué cara escribo algunos posts, jejeje
Yo me sigo quedando con Kimi 🙂
Jesús,
a mi también me sorprendió eso que parece un mando a distancia de videocámara… seguro que es la llave? jeje
Jejeje no te imagino con cara de enfado, bueno..la verdad ¡no te imagino! cosas de no conocerte.
Yo sigo con el producto nacional y de momento Kimi va por detrás….
Besos
He leído esto en metro.es (lo copio y lo pego tal cual por si es de tú/vuestro interés) Yo como lego del asunto desconocía «este sistema»
Un ojo vigila tu compra
Cómo descubrir lo que quiere el consumidor para hacer el producto perfecto
http://www.thinkshopper.es
Aunque podamos pensar lo contrario, en nuestras decisiones de compra cuenta poco el azar.
Cuando nos encontramos frente al lineal (estantería) de las fregonas nuestro cerebro inicia un complicado proceso de selección. ?Es un juicio en el que valoramos los pros y los contras de cada una de las piezas que tenemos delante. A veces se trata sólo de unos segundos, pero David Pugés, responsable de Think Shopper, ha estudiado a mujeres que se han tirado 10 minutos decidiendo. ¿Tanto hay que pensar a la hora de elegir una fregona?
“Cada consumidor llega al punto de compra con una idea más o menos aproximada de lo que quiere, pero en décimas de segundo todo puede cambiar porque observa alguna cualidad en otra marca que le llama más la atención”, asegura Pugés. Puede ser el color –sí, sí, el color de una fregona puede ser definitivo– el precio, el tamaño o la absorbencia. O incluso, la reacción a última hora ante la influencia de un anuncio.
“Nuestro trabajo, básicamente, es descubrir qué mueve a los compradores a la hora de elegir, y después aplicarlo a la mejora de marcas existentes o nuevas”, explica Pugés. Su empresa viaja con el consumidor desde su primer impulso hasta la decisión de compra final y después acompaña a las marcas hasta que se convierten en lo más parecido posible a lo que el consumidor desea.
Y no es un proceso fácil. Requiere tiempo y técnicas sorprendentes para el consumidor poco avezado. Porque, ¿sabías que mientras decides qué fregona compras puede haber una cámara oculta vigilando tus reacciones? No te asustes, porque esas imágenes sólo sirven para cronometrar cuánto tiempo tardas en decidir, y si cambias de idea. Si necesitan más información te consultarán directamente. Porque el siguiente paso es hablar con el consumidor para que les explique los porqués de su decisión.
La diferencia con otras técnicas de mercadotecnia es que, en este caso, además de la intención de compra, se valora la acción de compra en sí misma.
Think?Shopper, una vez recogidos los datos, los traslada a su parte creativa para convertirlos en tácticas efectivas para diseñar el objeto que satisfaga las necesidades del cliente. En nuestro caso de las fregonas, con las propuestas de la empresa, el fabricante puede decidir si cambia el lugar que ocupa en la estantería del supermercado o valorar si modifica el envoltorio, o hasta, el producto en sí mismo.
La ventaja de Think?Shopper, sobre otras empresas de características similares, es que engloba tanto el estudio como su desarrollo en un sólo grupo de profesionales, simplificando los procesos.
Por lo que respecta al precio del servicio, la horquilla es amplia, ya que depende de las necesidades del proyecto. Pugés estima que se puede hacer una investigación a partir de unos 6.000 euros, aunque cada nueva acción – publicidad, lineales, o packagings– hace aumentar el presupuesto. Eso sí, Think Shopper puede servir tanto a grandes marcas, con ganas de reconducir un producto, como a pequeños comercios que no saben cómo mejorar su rendimiento.
La compañía ha trabajado ya con empresas com Lindt, Vileda o Nestlé waters.