Hoy es/era el Día Internacional de la Televisión y parece que prácticamente a nadie le ha interesado saberlo, ni a telespectadores, prensa ni la blogosfera televisiva.
Sólo he encontrado dos artículos, uno en el Metro y el otro en El Mundo, y los dos ponen el enfásis en el traspaso de audiencia de la televisión a Internet (como ya se estaba anunciando).
Quizá la tele de este anuncio no debería soñar con ser plana (aunque por lo visto es un sueño recurrente) sino con ser una pantalla de ordenador.
Así que este año mi pregunta para este día es: ¿puede sobrevivir la televisión sin desembarcar definitivamente en Internet?
Anteriormente… este día en el 2006 y en el 2005.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.
¿A qué plazo? ¿Qué es internet? ¿Qué es televisión?
Yo prefiero hablar de consumo audiovisual. La red lo transformará todo, pero el cine no mató al teatro, la televisión no mató al cine (como lenguaje, puede que las salas estén muriendo) y la televisión pasiva no creo que muera en mucho tiempo. Aparte de razones tecnológicas, hay razones de uso. Las tecnológicas es que la penetración de las redes no llega a toda la sociedad y pasarán muchos años antes de que llegue a toda la población, no sólo española, sino del mundo. La sigueinte, es que hay gente que no quiere conectarse: sin interactividad no hay nueva televisión. Sin grabadores, no hay on demand.
Así que lo que vamos a ver es fragmentación de audiencias y conductas: los que participan, los que no, los que descargan y los que no, y situaciones en las que lo hacen y otras que no. El directo de acontecimientos deportivos y noticias genera una conducta, la ficción otra, la telerealidad otra más.
En definitiva, la medida de la «muerte» de la televisión as we know it sólo puede ponderarse en función de la penetración y el uso real que se hace de las tecnologías que lo permiten. Aún es bajo, pero muy significativo. Muy relevante es que las capas más ilustradas técnicamente y los jovenes están cambiando radicalmente sus hábitos de consumo. Yo suelo pensar que la brecha digital se va a acentuar en forma de conducta más que en forma de acceso: los que interactúan y contribuyen y los que sólo miran. Quizá se deba añadir la destrucción del modelo de negocio tradicional – como ha pasado con la música – de modo previo a anunciar el traslado de la televisión a la red. Ahora bien, ¿cuántos años ha tardado itunes en cargarse a las discográficas? (sin que mueran del todo)