Durante 6 jueves estoy republicando los posts que escribí para el blog de Secuoyas Marketing y que ya no están disponibles. Éste es el 2º.
Algunos pasan el día de hoy burlándose de los demás, gastando bromas más o menos graciosas. Hoy debe ser el único día del año en que las noticias falsas tienen cobertura en algunos medios, webs y blogs. Hoy es el día de los Santos Inocentes y vamos a enfocar este día desde una perspectiva de marketing online.
Y es que las inocentadas tienen relación con la reputación de quien lo cree (el lector), de quien la crea y distribuye (el medio) y de quien es la inspiración del engaño (la empresa o persona sobre la que se miente). El inocente cree a pies juntillas lo que lee, tanto por ser alma cándida como porque son noticias que resultan creíbles: solo tienen éxito las inocentadas que encajan en esa proyección mental que llamamos imagen de marca de la empresa sobre la que se miente, las otras se descubren enseguida.
También entra en juego la reputación de quien crea y distribuye la inocentada ya que si es alguien digamos que de dudosa imagen pública tendrá una credibilidad limitada y por tanto pocas posibilidades de engañar a nadie en un día como este. Visto al contrario, alguien que siempre es digamos que profesional en sus publicaciones puede ver cómo su reputación empeora un poquito muy chiquitín al transmitir este tipo de bromas ya que por lo general suelen estar aceptadas por todos.
Pero las inocentadas también pueden verse desde la perspectiva del marketing viral porque, si están bien logradas y muchos las creen, conseguirán una rápida difusión. De hecho, tramar una inocentada es como querer hacer un viral. Comparémoslos rápidamente.
Como no podía ser de otra forma, empezamos por responder a la imprescindible pregunta de cuál es el objetivo y claramente los dos buscan promocionarse utilizando mayoritariamente el humor como vía para conseguirlo. Si seguimos por conocer al público objetivo y veremos que los temas elegidos en ambos casos han de estar alineados con los intereses de la audiencia deseada si se quiere viralizar y extender la inocentada. También los dos miden el éxito con la misma métrica, el número de infectados o inocentes que han caído en la trampa.
Es culpa o gracias a estos crédulos o bajos de defensas que hoy tenemos que seleccionar y leer las noticias con ojo crítico. Aunque en realidad este ejercicio deberíamos hacerlo cada día, no solo cuando corremos peligro de que nos señalen como inocentes. Solo así podremos construir tanto nuestra reputación como la de los que nos rodean.
Originalmente publicado en el blog de Secuoyas Marketing (28 de diciembre de 2010). ¿Quieres que escriba en tu blog? ¡Hablemos!
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.
2 comentarios en «Inocentadas, reputación y marketing viral»
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