Frente a la necesidad de desconectar… unos días de vacaciones

Cuando veo esas encuestas en las que preguntan ‘cuánto tiempo pasas conectada a la semana’ me da por reír: ¡debería ser todo lo contrario! Hay pocos momentos del día en los que esté totalmente off, si no es porque estoy frente al ordenador porque utilizo el móvil.

Pero igual que digo que me paso el día conectada, también reconozco el valor de estar desconectada. Más que valor, necesidad para poder mantener la mente clara y olvidar el trabajo por unas horas, unos días… o una semana, casi 10 días, como voy a hacer yo desde mañana.

Esto significa que me voy de viaje sin portátil y que apagaré el 3g y la wifi del móvil hasta el próximo 23 lo que se traduce en que no habrá posts ni en d+m, Tumblr, Storify o Scoop.it y que las únicas actualizaciones de Twitter y Facebook serán unas pocas programadas para mantener algo de vida en las respectivas cuentas. Lo que sí he dejado programado para el lunes es mi newsletter que no ha descansado ni una semana desde hace ya casi 2 años.

Será fácil desconectar, tanto que posiblemente la reconexión sea lo más díficil: correo que gestionar, problemas que solucionar y encargos que no se escriben solos mientras estás haciendo fotos al cielo. O libros que te miran mal al regreso porque no les has dedicado tiempo.

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