Cine
Esta semana me he llevado dos alegrías cinéfilas: la primera, encontrar una revista de cine que me parecía nueva (aunque luego vi por el número que ya lleva unos cuantos, no tantos como otras) y conocer el blog de un alumno dedicado al cine no tan comercial como otros muchos que hay. Quizá no sean tan grandes como el encontrar una película merezca la pena ver dos veces en una sala con pantalla grande y butacas cómodas, pero son alegrías. Y lo son porque me recuerda hace unos años cuando las revistas superaban a unos blogs que no acababan de encontrar su lugar porque no había tantos lectores. Será nostálgia pero me pregunto si avanzamos o retrocedemos, si volvemos a dar valor a la opinión en papel y no a la información de rápido consumo online.
Televisión
En Vaya tele dicen que «Hotel Hell» es una versión entretenida de «Pesadilla en la cocina» pero yo no lo veo con los mismos buenos ojos. Sí que es la adaptación de cocina a hotel pero el problema es que no veo nada más que un cliente, que casualmente es chef pero podría ser carpintero, criticando el establecimiento. Sí tiene sentido si un chef critica un restaurante porque él mismo tiene varios repartidos por el mundo. ¿Por qué hoteles? Cualquiera que haya viajado un poco y visitado unos cuantos hoteles puede hacer lo que hace Gordon Ramsay. No tiene más mérito. Si quisiese, podría sacarle el trabajo a Tabatha Coffey y dedicarse a visitar peluquerías porque también habrá visitado unas cuantas a lo largo de su vida.
Internet
Clase tras clase, mes a mes me encuentro a alguien que mezcla web y blog, muchas veces acompañados de la pregunta «¿Cuál hago?». Es algo tan recurrente que no deja de sorprenderme porque sí, hay cosas comunes pero también muchas diferencias. Eso de si no tienes web, no existes quizá haya dejado de decirse con tanta firmeza porque parece que debes estar en muchos otros sitios más sociales para existir (pensar para existir debe ser cosa del pasado). Pero la web corporativa, por pequeña que sea la empresa, sigue siendo el lugar en el que vendemos nuestros productos o servicios, es nuestro catálogo aunque queramos poner una tienda en Facebook o los expliquemos en un post. Magali lo llama campamento base porque es donde debemos reunir los esfuerzos, el tráfico.
Publicidad
Los anuncios que juegan con las palabras tienen algo especial, aunque sea con la pronunciación como hace Mini o hizo Easy. Quizá pasadas las horas no recuerdes el anunciante, como pasa otras muchas veces, pero al menos durante un rato sí que te estás riendo o pensando si la idea les vino de un caso real o después de no tener ninguna otra posibilidad. Y eso ya es mucho porque significa que al siguiente anuncio no le prestas la misma atención porque aún estás pensando en el anterior. Aunque también pasa algo así con los anuncios que juegan con el contexto del momento y que si no sabes de qué va no lo entiendes y también pensarás en ello un buen rato sin saber si es gracioso o no. Claro que los mejores son los que palabras e imagen se combinan fantásticamente porque al día siguiente o después de un mes aún sigues pensando en él.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.