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Superada la época de perfumes, llega la temporada alta de resfriados, catarros, gripes… este año se han esforzado más que nunca en explicarnos cuáles son los síntomas. Tanto y tan frecuentemente que tras varios cortes publicitarios ya casi los he sentido en mis carnes. No me pasaba lo mismo con los perfumes. Una lástima porque, antes de tener la nariz tapada, prefiero oler flores, mar o cualquier cosa que se les ocurra a los creativos para transmitir lo que lleva(ríamos). Son dos productos que se complementan bien y me hace gracia pensar en qué otros se podrían combinar. Se me ocurre que podrían mezclarse con mantitas y camas o con pañuelos de papel. Así todo el bloque de anuncios podría estar tematizado con procesos gripales.
Cine
Otra cosa típica de esta temporada son las rebajas y parece que también llegan al cine. El «Día del espectador» se convierte en «Miércoles al cine», al menos hasta abril, y con el cambio viene una reducción interesante del precio de la entrada. Esta es una opción perfectamente válida, ya lo comenté precisamente este lunes en mi newsletter, el único problema que le veo en este caso es que el resto de días se haga aún más evidente la falta de público. Sí, ganarán espectadores pero espero que no sea a costa de quitárselos a otros días y que sirva para llevar a más a gente a las salas. Llevada por este deseo, me he puesto a mirar la cartelera de Barcelona y la película que más me llama la atención ver es una que se estrenó hace 60 años.
Televisión
La cocina (que no los fogones) están tomando mucho protagonismo en nuestra parrilla. Pero, afortunadamente, lo hace de manera que no se solapan entre programas ni cadenas. Es un alivio porque causaría un gran empacho si se mezclase todo: «Pesadilla en la cocina», «Master chef», «Top chef», «Deja sitio para el postre»… qué subidón de emociones, ilusiones y esperanzas pero también de comida desperdiciada. Me extraña que no haya ninguna organización que se queje de los (supongo) cientos de kilos de comida que se tira en este tipo de programas: se ofrece mucha, se cocina demasiada y se come poca. Sí, dicen que van al banco de alimentos pero sugiero que una prueba no sea cocinar para familiares si no para comedores sociales.
Internet
De tanto en tanto analizar números pone en perspectiva nuestro trabajo. El año nuevo aumenta los ánimos para enfrentarse a esos datos y con esos ojos miro los de We are social (vía Mangas Verdes). Son interesantes porque hablan de Internet, redes sociales y móviles pero no analizan los datos de España. En este punto veo dos opciones: pensar que estamos al mismo nivel que la media europea o, si los ánimos son bajos, creer que no tienen datos porque lo intentaron pero les salieron tan pocos que no querían bajar tanto el nivel del estudio. Así que, cuando veo que Google+ y LinkedIn están por encima de Twitter y que solo dos puntitos separan al pajarito azul de Tumblr, intento poner perspectiva.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.