La estrategia de contenidos que podemos desarrollar dentro de Facebook, evidentemente, tendrá que crearse bajo la misma línea del resto de contenidos. Pero resulta curioso que ‘lo que pasa en Facebook’ no se considera tanto una cuestión de contenidos si no de un plan de medios sociales.
Sea quien sea el responsable de pensar cómo alimentar a los fans (casi de cualquier red social), conviene que piense en:
- La línea editorial: ¿de qué irán los contenidos? ¿Quién o qué más se publicará en el canal?
- El origen de los contenidos: ¿creación o curación de contenidos? ¿De qué manera se mezclarán ambos tipos de contenidos?
- El formato de los contenidos: texto, imágenes, vídeos… ¿qué se primará más? ¿Cómo tendrían que ser, hay guía de estilo?
- El calendario de actualizaciones: ¿cuándo se publicará durante el día y en la semana?
Para contestar a todas estas preguntas haría falta saber los objetivos de la empresa y el perfil del público objetivo, pasos previos de documentación dentro la redacción online. Precisamente las variantes en la respuesta son las que crearán una estrategia u otra. Pero hay algunas recomendaciones que servirían para todos.
Una de ellas tiene que ver con el origen de los contenidos: deja para otros canales corporativos el discurso de venta y ofrece más recomendaciones de otros que de autopromo. Está claro que todas las empresas pasan por algún momento en el que hace falta una promoción más intensa. Vale, todos somos conscientes de eso, pero que no sea la tónica dominante. Recuerda que ‘fan’ y ‘amigo’ ya no significan lo mismo de antes.
La otra está relacionada con el lenguaje a utilizar en Facebook y, en general, en redes sociales. en Twitter aún tengo la sensación de conversación). Se supone que esos simbolitos sirven para añadir matices que habitualmente aporta la comunicación no verbal. Pero el exceso convierte en poco serias ciertas actualizaciones. Una cosa es mantener una conversación tirando a informal, algo propio de redes sociales, y otra diferente es pasarse el día riendo o guiñando el ojo. ¡Hay empresas con verdaderos tics!
Eso en cuanto a texto. Pero, en realidad, se escribe poco en Facebook. Se da más importancia a las imágenes porque está demostrado que funcionan mejor, es decir, que el fan reacciona e interactúa más con fotos que con un enlace o texto. Pero para quienes solo usan imágenes surge otro problema: ¿y los derechos de las fotos? Se puede recurrir a un banco de imágenes gratuitas. Y es que eso de coger fotos alegremente de los resultados de Google no debería hacerse. No está de más intentar citar de dónde se han sacado o hacerlo vía el botón de compartir dentro de Facebook para que quede constancia de la fuente.
Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 161 (9 de septiembre de 2013).
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.