Televisión
Aún a riesgo de repetirme, no puedo ni quiero evitar hablar de los spoilers. Esas odiosas noticias que nos destripan el final de una serie o simplemente de un capítulo. Hay días que parece imposible evitarlos. Están por todas partes: en titulares de Feedly, en hashtags en Twitter y hasta en compartidos de Facebook. ¿Qué necesidad hay de estar taaan al día de una serie? ¿Tan importante es dar la noticia que nadie se preocupa de quien aún no la ha visto? Estos días el spoiler ha sido por «Anatomía de Grey» y ha provocado posts interesantes sobre el tema en Chica de la tele y Vaya tele. Sin más que añadir porque estoy como a 15 capítulos de llegar a ver el spoiler en cuestión.
Publicidad
El sector de la publicidad no sería uno al que llamaríamos innovador. Así, sin pensar mucho más, no lo parece. Pero un poco sí lo es porque se esfuerza en seguir llamando la atención, en el caso que quiero comentar hoy, de los telespectadores. Si ves AXN, quizá recuerdes los anuncios de Línea directa, SelfBank y Carrefour en los que se mezclan fragmentos de sus series con la historia que nos cuenta la voz en off del spot. O quizá recuerdes a los presentadores de A3Media imitando el anuncio de Nationale-Nederlanden. Son dos casos que he visto estos días y que me parecen innovadores. Claro que también me parece poco correcto utilizar a los actores de esas series extranjeras para anunciar marcas de aquí. ¿Cómo se gestionarán esos derechos de imagen?
Cine
La semana pasada vi «El hormiguero» porque salía Russell Crowe. Evito la parte televisiva porque no tiene sustancia alguna. Me centro en la película. Había visto el tráiler varias veces, pero no me convenció para ir a verla. Y, sorpresas de la magia de la tele, después de oír lo que contaron en la entrevista, sí despertó algo mi curiosidad. Quizá sea mi debilidad por su director y actor, pero me pareció más interesante su punto de vista que el que se explicaba el tráiler. Así que de nuevo me da por pensar en el poder que tienen esos fragmentos montados de manera que explican todo, una parte, nada… o algo totalmente diferente. El juego de las expectativas se practica en cada vídeo… también en cada entrevista porque, quizá, ahí también se explique solo una parte.
Internet
Aún colean ideas del iRedes. A las que la semana pasada comenté de JLOri, sumo las que recoge Silvia Cobo de la charla de Julio Alonso. Todas tienen algún punto de interés pero me ha gustado la clasificación de lectores: empapados, mojados y salpicados. Tal cual hacíamos en papel, pero ahora además en los medios online: cuando lo leemos todo, solo una parte o simplemente titulares fuera de contexto. Esto último es muy de las redes sociales: frases o citas que no siempre son los titulares y que algunas veces no tienen nada que ver con lo que va el texto realmente. Lo de leer una parte es muy habitual en blogs donde el título lo cuenta todo, incluido el spoiler como empezaba este post. Para los que se empapan y lo leen todo, mi sincero agradecimiento.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.