Hoy me gustaría reflexionar sobre el marketing de contenidos como producto. Hace un tiempo ya hablé del término ‘as a service’ aplicado al contenido o CaaS pero hay una circunstancia que aún no había tratado: cuando el producto es contenido.
La pregunta más evidente para empezar es: ¿puede el contenido ser un producto? Y la respuesta es que sí, los medios de comunicación y las editoriales son dos ejemplos claros. Ellos crean contenidos igual que una productora de cine o una discográfica. También es el caso de los fotógrafos o de los gabinetes de prensa que venden productos que son contenidos aunque aquí es diferente porque se les puede asociar un servicio (fotografiar un evento es más que solo hacer fotos).
La pregunta de si los medios pueden hacer marketing de contenidos para atraer a clientes (y vender más diarios) tiene una respuesta más complicada. ¿Generar más contenido para vender contenido es lógico? No tendría sentido, por ejemplo, que un periódico publicase más noticias como táctica para vender más diarios. Por eso se recurre a regalos varios que convierten el kiosco en un supermercado.
Pero hay muchos tipos de contenidos. ¿Por qué no utilizar el branded content para vender más diarios? Así, el contenido que se generase no serían noticias, sería ‘otra cosa’. La dificultad está en pensar qué tipo de complemento puede tener ‘la actualidad’ de los medios (lo que supuestamente venden). Una forma de orientar la respuesta es recordar las diferencias entre marketing de contenidos y branded content: uno es más educativo y el otro es más de entretenimiento. Así que una opción podría hacer una app para distribuir su contenido pero añadir, digamos, ‘información complementaria’.
Me encontré también esta semana hablando de ello con unos alumnos por un proyecto de lanzamiento de una app. Eso también es contenido, claro, así que comentamos la misma pregunta: ¿qué contenido puede hacerse para conseguir más descargas? Mi sugerencia fue crear contenido fuera de la app (newsletter, blog) pero que estuviese relacionado con la app y que pudiese derivar a los usuarios hacia la descarga. Tiré más por la vía educativa ya que su app se orienta al ocio pero también podría hacerse al revés.
Lo cierto es que en estos casos, cuando el producto es contenido, no se suele hacer un uso claro del marketing de contenidos ni del branded content pero eso no significa que sea imposible… solo que hay que pensar un poco más.
Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 268, 28-09-2015).
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.