Internet
Antes teníamos que escribir (¡incluso hablar!) y ahora le damos al puñito para decir que nos gusta o simplemente que nos parece bien. Antes, marcábamos un check box para recibir información de las empresas y ahora lo marcamos para demostrar que somos humanos antes de simplemente visitar su web. Evolucionamos, no hay duda. Por eso miro con desconfianza a los que mantienen sus páginas igual que hace unos años. Son fáciles de identificar porque al pie incluyen algo como que los añadamos a favoritos (sí, sí, aún hay peticiones así) junto a un (C) con un año, digamos, no muy reciente. Claro que son igualmente fáciles de evitar: botón de atrás o la cruz para cerrar la pestaña/ventana.
Televisión
Leí esta noticia y por un momento pensé que era en «El Mundo Today» y no solo en «El Mundo»: ¿obligan a la BBC a dar más programas de humor? Desde aquí les animo a que recuperen clásicos como «The Young Ones» o «Yes, Minister» y los actualicen: viendo cómo están los unos y los otros, seguro que saldrían nuevas perlas. Por otro lado, intento imaginarme a qué cadena le podrían decir algo así aquí. Las reprimendas son más bien sobre exceso de publicidad y, fuera de posibles multas legales, sobre parcialidad informativa. ¿Dónde queda el humor? Supongo en que has de mirar las cadenas con algo de sentido del humor si no quieres deprimirte de por vida gracias a sus programas de entretenimiento.
Cine
Será la edad pero a mí una «fiesta» no me suena a algo que se pueda hacer cada poco tiempo. Bueno, se supone que es cada 6 meses pero en mi cabeza suena mucho más frecuente. Quizá por eso no me extraña que la última edición de «La fiesta del cine» no esté sacando tan buenos números como las anteriores. Parece que ni con precios requetebajos la gente se anima a pisar un cine. Será que las pelis no convencen, será que no apetece encerrarse en una sala oscura con la que está cayendo fuera. Sea lo que sea, no funciona. Y eso que las salas ponen de su parte con menús de palomitas a precio igual de especial. La próxima edición quizá tengan que cambiarle el nombre a «mini fiesta».
Publicidad
¿Ya estamos con anuncios navideños? Aún no, pero si miras este spot seguro que te emocionas como si fuese alguno de esos habituales momentos lacrimógenos que nos provocan por Navidad. Es una bonita historia que me ha recordado una cuenta de Twitter que se encarga precisamente de poner en contacto peluches perdidos con sus dueños. No hay duda de que el panda elegido emociona, con esos ojitos que parecen llorar. En el extremo opuesto a la emoción, está la campaña de Seat para el Ibiza: «Start moving». En el spot, un montón de imágenes que no se entienen si no ves las historias que hay detrás, por cierto con Barcelona de fondo. También son bonitas historias, pero el casting del panda está más conseguido.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.