Recurrir a los costes es la forma más fácil de conseguir adeptos en cualquier área: «si es gratis, ¿por qué no probarlo?». Puede ser una buena estrategia pero solo si se evita que al final se reduzca el valor de lo que se ofrece. Así es cómo hemos llegado a que muchos vean los contenidos como un recurso low cost (léase como algo despectivo, aunque no siempre es así realmente).
Hay empresas donde la publicidad online tiene asignada una partida presupuestaria, incluso hay quien invierte en branded content porque se lo puede permitir. Lo que pasa es que las pymes no tienen tantas opciones para el desarrollo de contenidos cotidianos para alimentar sus canales sociales. La inversión en contenidos es baja, lo dicen los informes sobre el estado de los contenidos que llevo publicando desde hace 6 años. Entonces es cuando se cae en el error de pensar que por poco dinero se pueden conseguir buenos contenidos, repito, buenos.
Algunas agencias se venden precisamente de esa forma, haciendo asequible el marketing de contenidos para empresas con pocos recursos. Suena bien pero dependerá de cómo se entiende el concepto de low cost: considerándolo como que te quitan lo que no necesitas pero mantienen la calidad de lo que sí necesitas… entonces conviene preguntarse: ¿qué le sobra a un contenido para que no deje de ser un buen contenido?
Se pueden contratar contenidos por 1€, por 5€… Pero hacerlos por ese precio supone renunciar a algo: a documentarse o cualquier otra tarea relacionada con el texto entregado o a tener un sueldo digno por el trabajo realizado como redactor. Éste tiene la clave y por eso no hay que menospreciar el trabajo que supone la buena redacción de contenidos, repito porque la clave está en esa palabra, buena aquí como sinónimo de calidad.
Así que cuando me preguntan qué pueden hacer las pymes casi sin presupuesto para aprovecharse del marketing de contenidos, suelo contestar que no se amilanen y que aprovechen bien su creatividad para hacer que sus contenidos destaquen. Eso los convertirá en contenidos de calidad porque llamarán la atención de su público. ¡El contenido mínimo viable es rentable!
Hacer un plan de marketing para tus contenidos, aunque no tengas mucho que invertir, es fácil si te centras solo en aquellas estrategias y tácticas que te pueden reportar más beneficios y le cuestan menos a tu bolsillo. Por eso se recurre a los contenidos, aunque no todas sean opciones baratas. Sin olvidar que el tiempo es dinero y los contenidos lo necesitan para la creación (no tanto para hacer content curation).
¿Debería haber una partida para el marketing de contenidos equivalente a la de promoción? Yo también diría que sí. Quizá así se demuestra confianza en ello porque, si la promoción es únicamente de los mensajes corporativos, entonces lo que pierde calidad es la estrategia.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.