Televisión
Ayer TeleCinco cumplió 30 años, pero poco hizo para celebrarlo más allá de ponerlo en su mosca y hacer unos vídeos para «Sálvame». Precisamente la elección del programa dice mucho de cómo es (y ha sido) la historia de esta cadena. Dos datos más o menos sorprendentes: por un lado, que no sean ellos los que más tiempo hayan dedicado al tema estrella de los informativos estos días y, por otro, que sean los que más multas se llevan principalmente por excederse de anuncios o por publicidad encubierta. El repaso a su historia incluye programas ya clásicos, eso seguro, pero su actualidad los está llevando a ser una exagerada parodia de lo que fueron.
Internet
Buscar qué ver en la tele nos quita 45h al año, no es poco. Pero alguien tendría que calcular cuánto nos quita gestionar los avisos de las páginas: entre privacidad, galletitas y publicidad, diría que es mucho más de 7 minutos al día para los que pasamos, ejem, muchas horas navegando. Se supone que, al menos una parte, es por nuestro bien pero resultaría más práctico un botón de «rechazar todo» que sirviese para todas las páginas. Como un bloqueador de publicidad, pero de todo lo demás. Aquí dejo la idea por si alguien es capaz de programar una cosa así de ¿avanzada? Seguro que, aún así, la alegría nos duraría poco porque buscarían la manera de hacernos aceptar algo y dirían que es «por nuestro bien».
Publicidad
Hay productos de los que no sabemos las marcas que los han fabricado, quizá porque se compran a peso o porque no la tienen visible. También porque algunas veces ni nos preocupa el origen: ¿te has parado a pensar en de dónde viene la rodajita de limón que muchos bares sirven con el refresco? Eso sí, que éste sea de la marca que tú has pedido, ¿eh? Por eso me gustan las campañas del sector alimentario que buscan poner en valor los productos para que nos fijemos en su origen, de dónde vienen y quién está detrás. Antes no había interés en esta información, pero cada vez el consumidor es más responsable y no solo con los animales. Hace justo un par de años comentaba el spot de Marlene y ahora se está emitiendo el de Val Venosta. La próxima vez que compres manzanas, ¡fíjate en la marca!
Cine
Hay películas que se miran sin mayores pretensiones que las de pasar el tiempo, desconectar del trabajo. Para algunos el género es la comedia, quizá comedia romántica, aunque para otros puede ser la ciencia ficción o el western. Son las películas que te llevan a un mundo idílico, inventado, incluso puede que imposible de revivir en la realidad actual y por eso son perfectas para sentarse en el sofá. Son tan ideales que deberían ser un género, hasta tener sus propios premios. Me imagino las categorías: mejor película para ver a ratos, mejor personaje con el que es imposible empatizar, mejor fotografía para echar una cabezadita, mejor canción que no se pega… Podría parecer negativo, como Razzies que se entregan en 10 días, pero, si existiesen esas categorías, ahorraríamos tiempo eligiéndolas.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.