Televisión
Tenía que llegar: un programa de viajes que se emite desde casa. El título es bien claro, «Andaluces X su casa», y la idea ha sido de Canal Sur. Ver gente por el mundo solo tiene su gracia cuando has estado o quiere ir. Ahora lo primero te da nostalgia y lo segundo no es posible, una mezcla poco apetecible que me extraña que atraiga a la audiencia. Pero está claro que la televisión busca maneras de adaptarse, seguir viva más allá de los informativos. Las series se acortan porque dejan de grabase y se subtitulan porque no pueden doblarse. Aún hay algunas que se estrenan, pero no se hacen programas nuevos y hay que adaptar los que se puedan.
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Los anuncios también se están adaptando, a su manera. Los de bancos están en el punto de mira y dan la cara para animarnos y estar con nosotros, o eso dicen. Cuesta que los de coches, que tanto suelen gustarme, puedan grabar algo nuevo. ¿Se podría reaprovechar alguno de sus spots antiguos? Ecovidrio ha demostrado que sí con un vídeo hecho con anuncios de otras marcas, fantástica manera de demostrar qué es el reciclaje. Otra forma de adaptarse es la de Burger King que va más allá de ofrecer fondos para videollamadas como ya comenté que hacía Pixar, el estudio Ghibli y otros: lo aprovecha para regalar menús a quien demuestre que está utilizando el suyo.
Cine
Dentro de las iniciativas para que el confinamiento tenga algo de cultural, está la de regalar libros a la que se ha sumado la editorial UOC. Hay bastantes de varias temáticas, pero los más directamente relacionados con el cine son “El cine mudo” y “El lenguaje cinematográfico”. Ambos tienen un estilo que es demasiado académico para mi gusto, pero se entiende porque el tema no es precisamente para todos los públicos. Sobre el primero, es sabido que el cine en blanco y negro se ve poco por televisión pero diría que no he visto nunca una película que, además, fuese muda así que el público es muy concreto. Sobre el segundo, los seguidores del canal TCM seguro que disfrutarán de su lectura.
Internet
Hace tanto tiempo que trabajo en casa que, cuando visito a algún cliente, en lo primero que me fijo es en el ruido que hay. Sí, el típico murmuro de oficina. Ahora mismo estoy oyendo unos pasos arriba y la lavadora de algún vecino. Normalmente oigo también algo de tráfico, pero estos días se han cambiado los coches por los pajaritos. Esos son los ruidos de mi oficina junto con alguna que otra conversación que se cuela por radio patio. Lo que podría esperarse en cualquier bloque de pisos, ni más ni menos. Para los que están teletrabajando y echan de menos estar rodeados de otras personas pueden replicar el ruido de oficina y así quizá recuperen su productividad.
Organizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.