Media News S38 A20

Internet
Los titulares clickbait (ciberanzuelo para algunos) se extienden por los medios cada vez más, pero aún es posible evitar picar gracias a una práctica que no debería olvidarse: seguir varias fuentes. Así es más fácil que no necesites caer en algo tipo «La presentadora sorprendió a sus compañeros con sus declaraciones criticando a uno de ellos» porque en la siguiente noticia que leas del feed verás el nombre de quién lo dijo, en otro a quién se lo dijo y en otro qué dijo. La solución todo en uno, es decir, un titular bien llenito de información cuesta de encontrar, pero todavía quedan algunos. Claro que, ¿quién querría leer cuatro medios y llevarse la imagen completa si con la parcial ya se tiene suficiente? Gente con curiosidad (y rigor).

Televisión
La actualización de una serie es una cosa (como las nuevas «Magnum» o «MacGyver») y otra es la continuación varias décadas después (como «Los hombres de Paco» o «El Príncipe de Bel-Air«, mansión del cual está en alquiler por unos días). Como en cualquier remake o continuación de una saga, la audiencia pone ciertas expectativas y es difícil gustar a todos. Se puede suponer que es más rentable dirigirse a los que ya son fans y sumar algunos nuevos que simplemente captar nuevos desde cero. No estoy tan segura, pero debe ser así por la larga lista de series menores que no prosperan y lo corta que es la de las que siguen décadas después despertando interés. Quizá dentro de otros 20 o 30 años hagan una nueva versión de la nueva versión.

Cine
Frente a las películas de 3h, están las que no llegan a los 80 minutos. Son cortitas, como ver dos capítulos de una serie, pero también pueden ser interesantes aunque su trama no sea tan compleja como para necesitar dos discos y un tercero para las escenas eliminadas. No me refiero necesariamente a los telefilmes, aunque también. Se hacen pocas pelis tan cortitas, hay muy pocas en los catálogos (ordenar la lista por duración sería interesante) y casi todas son antiguas. Sí, parece que antes, cuando el metraje influía en el presupuesto, se preocupaban más de contar algo de forma concentrada. Ahora, más que el metro de película, influyen cuánto de real hay o, en otras palabras, cuántos fotogramas hay que retocar. Sí, depende del género, pero ya veremos en unos años qué criterio se sigue.

Publicidad
Tres ejemplos recientes de anuncios que inclinan la balanza de la eterna pregunta de si la publicidad refleja la realidad o es la sociedad quien influye en qué se muestra en los anuncios. 1/ Ver gente con mascarilla en anuncios. Hace un par de meses era novedad, hoy es inevitable si se quiere ser realista. En el spot de Euromillones la han incorporado, aunque no sea al 100%. 2/ Samsung se salta las «normas de la casa» y las adapta a sus electrodomésticos y a quién los usa en los diferentes hogares. Un spot con rasgos que parecen futuristas (tecnológicamente), pero también con algunos que hace años debían parecerlo (socialmente). Y 3/ Nueva muestra de que la relación entre las marcas que compiten no es como antes y, además, transmite valores. Una gran evolución.

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