Si hace poco te explicaba por qué no me gusta el SEO en un blog de SEO, hoy es el turno de hacer lo propio con el copy publicitario y el contexto es una entrevista en el podcast de Anita Cufari, así que ¡otra vez minando desde dentro!
Empiezo aclarando que la publicidad sí me gusta (en sentido amplio) y también el copywriting (igual de amplio), mi disgusto no está en el verlo (o soportarlo algunas veces), sino en la creación. No, no me gusta escribir lo que se suele calificar como copy creativo para un anuncio, eslogan o cualquier formato que tenga como objetivo llevarse el clic, vender algo o cualquier otra forma de persuasión directa.
El motivo es muy sencillo y bastante evidente si llevas un tiempo leyéndome: prefiero atraer primero y después convencer a través del marketing de contenidos, es decir, gracias a un texto que no grite (lo que no significa susurrar) y que solo levante (un poquitín) la voz hacia el final. Lo prefiero a tener que hablarle a alguien que, la mayoría de las veces, no quiere comprar.
Claro que puedo apreciar el valor de esos, digamos, monólogos (soy muy fan del copypower como diría J), pero prefiero dedicarme a textos que no te pongan entre la espada y la pared a las primeras de cambio, sino que te interesen por una marca, recordarla, apreciarla y pensar en ella cuando llegue el momento de tomar una decisión.
Me gusta trabajar el contenido como una vía para crear vínculos, como en una relación a largo plazo. Sin prisa, pero sin pausa. Para añadir un toque de urgencia (y muchas otras técnicas de persuasión) ya está el copywriting que es muy válido, en su justa medida. Por poner dos ejemplos habituales: un post puede llevar un enlace a una landing y una campaña de email a la descarga de un ebook. El punto intermedio sería una web corporativa, donde hay cierto espacio para hacer ambas cosas.
Hay que elegir la técnica según el objetivo y ahí es donde está el problema porque la mayoría de las veces se mezcla todo porque no hay nadie que ponga orden a la estrategia de contenidos. Otro ejemplo habitual: copywriter no es igual a content marketing writer, pero tampoco las redes sociales entran en el terreno del copy, ni el SEO en el marketing de contenidos y sí, es común que lo acabe implementando todo la misma persona. No es la situación ideal, pero no es de extrañar viendo los montones de ofertas de empleo que mezclan eso y mil tareas más.
Pensando en este tema, me acuerdo de otra reflexión del podcast de Anita: sí, es cierto que trabajo más para negocios B2B, incluso industriales, y sí, me gustan porque tienen procesos de venta más largos y no buscan reacciones rápidas, compra por impulso ni respuestas al segundo. No creo en campañas para mañana, creo en contenidos para el año que viene.
Por eso, y espero que ahora ya entiendas el por qué del título, prefiero una redacción donde la base del copy exista, claro, pero de forma pausada, para apoyar a un contenido más valioso que una promoción con fecha de caducidad.
¿Distingues entre copywriter y content marketing writer? No todo el mundo es capaz de ver las diferencias. #copywriting Share on XOrganizo, redacto y sugiero contenidos. Freelance.
Escribo en este blog desde 2004. He publicado 16 libros sobre contenidos, medios sociales y marketing. El último (2021) es «Cultura del contenido» y te ayudará a utilizarlos en todos los departamentos de tu empresa.