[AD] Barcelona y el 3GSM

Si a estas alturas del día no sabes que en Barcelona se celebra esta semana The 3GSM World Congress 2006 es que no vives en Barcelona. Estos días aquí estamos rodeados de telefonía móvil, no sólo en los alrededores del recinto ferial (como sería lo lógico), sino por toda la ciudad.

Mires por donde mires, puedes encontrarte gente trajeada con sus identificaciones rosas colgando del cuello y un mapa en una mano y la maleta en la otra. Pero, además de coches de cortesía, también estamos rodeados de anuncios de telefonía. Todo lo que he visto:

El primer aviso fue en taxis: les han instalado en la parte superior un anuncio de Samsumg. Si los taxis de Barcelona no fuesen negros y amarillos, ya serían como los de Nueva York. Espero que luego quiten esas… ¿marquesinas, carteles? porque ahora sorprenden pero quedan francamente mal. Son mejores los carteles que algunos taxis llevan en la parte de atrás del asiento del copiloto (por cierto, de Vodafone).

El mismo anuncio de Samsumg lo podemos ver en los autobuses, que también llevan anuncios de teléfonos LG en el exterior. Me gustaban más las bolitas tipo pista americana o la espuma de baño (aunque no recuerde qué anunciaban, creo que la propia TMB). La publicidad tan descarada me molesta por fuera y por dentro incomoda mirar por las ventanillas.

También vemos a LG en opis, donde comparten protagonismo con algún Nokia, Siemens y muchos, muchos Motorolas.

Motorola se merece un punto y aparte porque está inundando Barcelona, no sólo con opis (donde la proporción bien podría ser de 5 a 1 a su favor), también con lonas que cubren edificios en obras. Ten cuidado, si paseas por el centro (o en Barcelona en general) no acabes diciendo «Hello Moto» cuando te suene el móvil.

Mientras, por si no había suficiente, tenemos banderolas en las farolas anunciando esta vez el propio congreso.

Lo bueno de todo este lío publicitario y de tráfico, además de números de ocupación hotelera y turismo para la ciudad (si es que nos hacía falta) es ver a gente por la calle con los mismo cacharritos que anuncian. Hoy ya he visto a dos que hablaban con esos teléfonos «que se enganchan a la oreja» (seguro que algún día me reiré de haber escrito esto).

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