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La tortilla está de moda. O eso parece. Hay un par de spots en los que sale y, cuando los ves casi seguidos, no puede ser casualidad. Es fácil coincidir en la importancia de este plato en nuestro día a día, es muy habitual en cualquier hogar. Pero está difícil decidir con qué acompañarla. Por un lado, Coca-Cola asegura en su anuncio que «hay pocas cosas que unan más que un pincho de tortilla» y su bebida. Y, por otro, Albariño Rías Baixas le ha dado voz a la tortilla para que ella misma diga que quiere ir acompañada de este vino. Claro que, si nos fijamos más, hay otros platos en las campañas de las dos marcas: el refresco habla de comidas del mundo y anteriormente desde la DO Rias Baixas han maridado otros platos como la hamburguesa.

Televisión
TV3 acababa su retransmisión del Mundial de MotoGP de este fin de semana diciendo que hacía 30 años que no se veían las carreras en este canal. Por su parte, TeleCinco empezaba con Sete en la cabina, recordando al gran 12+1 y con el hashtag #lasmotosvuelvenat5. Mientras, del Mundial de Fórmula 1 no se oye gran cosa por no decir que casi ni se sabe cuándo hay una carrera. Cosas de los derechos. Recuerdo haber visto varias carreras en la televisión de un bar. Lo que me lleva al fútbol y los carteles que Canal+ les repartía para intentar controlar dónde se veían los partidos de pago. Todo por la pasta, digo, por los derechos. Cada inicio de temporada aparecen los artículos de «dónde ver el Mundial…» pero cada vez hay menos opciones, por no decir que solo hay una.

Cine
¿Dónde está tu videoclub más cercano? Respuesta fácil: en la tele, ¿no? También en el ordenador, ¿a que sí? Quizá también hayas recordado que la biblioteca tiene en préstamo DVD y un acuerdo para ver pelis online, ¿lo sabías? Bien, hay muchas opciones. Pero, ¿quedan videoclubs en tu barrio? Ya sabes, una tienda donde físicamente has de coger la película y llevarla a un mostrador para alquilarla. Parece que en Barcelona quedan solo 7 videoclubs. Algunos reconvertidos para ofrecer en el mismo local servicios relacionados como puede ser un cine fórum o nada que ver como una tintorería. Lejos está la época en que teníamos varios carnets para asegurarnos de encontrar disponible la peli que queríamos (sí, antes de Blockbuster).

Internet
Termino como he empezado: hablando de tendencias, esta vez de diseño. Leer sobre la necesidad de utilizar el espacio en blanco a la hora de diseñar todo tipo de piezas me recuerda a aquella época en la que se avisaba de la resolución óptima de una página. Era antes del diseño adaptativo, claro. Durante un tiempo se veían páginas pequeñas, concentradas en el centro y con mucho espacio en blanco en el margen. Pero no era algo estético, al contrario, no era una decisión tomada conscientemente: era porque las pantallas crecían rápido y no se cambiaba el diseño con la misma rapidez. El resultado era una experiencia cutre pero ahora también puede ocurrir, aún siendo responsive, si no se deja respirar al usuario con ventanas emergentes.

[Contenidos] Briefing de redacción: qué ha de saber un redactor freelance antes de escribir una sola palabra

Si has llegado a este post porque eres de los que contratan a redactores freelance (el 60% lo son) y quieres saber cómo preparar un briefing útil, espero que te sirva si no conmigo con cualquier otro; y, si eres de esta profesión, encantada de leer comentarios que mejoren lo que voy a contar porque no es más que una visión personal basada en mi experiencia.

La hoja en blanco me acompaña cada día, pero no me da miedo porque tengo un arma para enfrentarme a ella (o la busco): el briefing de redacción. Así que cuando un cliente me pide que escriba algo, acepto el reto sabiendo que tendré que conseguir algo de información. Lo mismo le pasa a un diseñador o cualquier otro profesional que debe crear algo desde cero: lo sabemos hacer, incluso disfrutamos del proceso creativo, pero para hacerlo bien (a la primera) conviene partir de un briefing que nos ayude a entender qué se espera de nuestro trabajo.

Hay clientes que prefieren explicar su situación por teléfono o en una reunión pero yo prefiero que quede por escrito, con palabras de su puño y letra (bonita expresión, aunque de otra época). El resultado es parecido si se hace un memo de la conversión/reunión porque el objetivo en cualquier caso es concretar y pactar la base sobre la que asentar el encargo.

¿Qué debe incluir un briefing de redacción?

La estructura del briefing para un redactor de contenidos es muy parecida a la de cualquier otro documento similar, por ejemplo uno creativo para publicitarios. Lo que es seguro es que cada profesional tiene sus propias necesidades de información respecto al proyecto de manera que hay que adaptarlo y personalizarlo a cada situación.

Antes de pedir al redactor que escriba una sola palabra, deberías asegurarte de que tenga claras cuestiones tan básicas como las siguientes.

Sobre tu empresa

No todo está en el «Quiénes somos» de tu web. Esté o no en algún lugar público, resume lo básico:

  • A qué te dedicas: sector, modelo de negocio, historia o hitos relevantes…
  • Cómo es tu empresa: posicionamiento en el mercado/competencia, valores, personalidad
  • Cómo vendes tus productos/servicios: beneficios, ventajas, argumentos/propuestas de ventas…

Tú eres quien mejor conoce tu empresa, este apartado debería ser rápido de rellenar para ti y le ahorrarás al freelance el tiempo de rebuscar online para encontrar los datos que tú te sabes de memoria.

Sobre tu audiencia

No caigas en el error de pensar que tu audiencia es evidente para cualquiera, merece la pena que expliques cómo es tu buyer persona. Si (aún) no la tienes por escrito, este sería un buen momento. Apunta al menos:

  • Perfil socio demográfico: ¿quién es la persona a la que te diriges? Edad, ciudad, profesión…
  • Perfil empático: ¿cómo le ayudas a solucionar sus problemas? Preocupaciones, aspiraciones, necesidades…

Intenta concretar todo lo que puedas, mejor con datos o algún ejemplo de cómo es el cliente ideal al que ha de dirigirse el contenido.

Sobre el encargo

Pon algo de contexto a la pieza que se ha de escribir. Lo mejor sería que resumieses las columnas del plan de contenidos:

  • ¿Qué objetivo persigue ese contenido? ¡Básico! Y, si sabes la manera de medirlo, aún mejor.
  • ¿Qué formato ha de tener? Piensa en la extensión o si va a reutilizarse después.
  • ¿En qué canal se va a publicar? Si ha de incluir referencias de diseño para la maquetación o si tienes palabras clave para optimizarlo.

Para complementar esta información algunas veces es útil conocer alguna referencia que sirva de inspiración de lo que se quiere. La documentación puede ser un contenido de la competencia o algún enlace relacionado (tuyo o no). Obviamente, no es para copiar pero a veces al escribir se agradece tener un punto de partida para empezar a dejar volar la imaginación.

Es buen momento para aclarar que me centro en un encargo únicamente de redacción y que el brief variaría si fuese más amplio e incluyese publicación, dinamización, traducción, promoción, SEO…

Sobre el proyecto

Aunque los 3 puntos anteriores son los básicos, puede ser interesante añadir alguna referencia al volumen del encargo, aunque sea una previsión y luego se tenga que ajustar. Es interesante para ver el alcance del proyecto y los autónomos lo agradecemos para poder calcular la carga de trabajo que se nos avecina. Intenta determinar cada cuánto se necesitará el contenido, por ejemplo el número de posts al mes o de ebooks al año.

Si lo tienes claro, es igual de importante marcar cuándo va a empezar el proyecto. En el caso de contenido para webs corporativas, puede ocurrir que el diseño aún no esté terminado y el cliente prefiera esperar a seguir con el texto. Recuerda que los freelance tenemos varios clientes, no eres la única empresa con timmings ajustados.

Nunca me lo he encontrado pero corren rumores de que algunos briefings (sobre todo los publicitarios) incluyen el presupuesto para el proyecto. En encargos de redacción sería una manera sencilla de darte cuenta de si el cliente compra a peso o entiende lo que implica escribir.

¿Qué debe incluir sí o sí un briefing de redacción? Compartir en X

Documentos complementarios al brief de redacción

He tenido en mis manos briefings de una página y otros de varias. No te sabría decir cuál es mejor porque algunas veces ni con 5 se han cubierto los puntos principales y otras con medio folio queda todo muy claro. Cada cliente es diferente y sus encargos también.

Las empresas que ya llevan cierto tiempo en activo es fácil que tengan alguna documentación donde se respondan o amplíen las cuestiones que acabamos de ver. Centrándonos en contenidos, sería genial tener una guía de estilo para complementar el briefing. Ahí se definen la voz y el tono de la marca, si no merece la pena confirmarla antes de escribir.

Cuando una empresa acaba de empezar, es una suerte que piense en el briefing pero difícilmente tendrá algo más que un plan de marketing. Puede resultar útil para entender el proyecto y contesta a alguna de las preguntas que hemos visto pero pocas veces se centra suficiente en el contenido porque no es su función (para eso está la estrategia de contenidos).

Termino aclarando que, aunque todo el post esté enfocado a la contratación de un redactor freelance, sirve también para encargarlo a una agencia o incluso a alguien de otro departamento: basta con adaptar los apartados y quitar o añadir los que hagan falta para que al leer se le encienda la lucecita y quiera ponerse a casar palabras.

Actualización: descarga mi guía en 10 pasos para hacer tu briefing.

Media News S13 A19

Cine
Una de las noticias de la semana ha sido la compra de Fox por parte de Disney. Seguro que has leído ya mucho sobre el tema pero quizá no hayas visto este vídeo con las versiones del logo de la que conocimos como 20th Century Fox. Es curioso de ver cómo evoluciona, no solo el nombre, también el diseño. Esto me lleva a recordar cómo algunas veces los logos se adaptan a la película. En el caso de la Fox, recuerdo claramente cómo «envejece» antes de «La liga de los hombres extraordinarios» (no he encontrado el clip para enseñártelo). Es un ejercicio creativo que llama la atención a los espectadores y que sin duda nos introduce mejor al film. ¿Por qué no lo harán más veces?

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Tengo algunos anuncios por comentar pero pocas veces coincide un spot con algo de mi ciudad así que los guardo para la próxima semana y vamos a hablar de Kant. No es que me haya dado por cambiar publi por filosofía, es por la campaña del Tram: han creado un trap para acercarse a los jóvenes y así recordarles cómo hay que comportarse en el transporte público. Buena idea, muy cercana a la Karma que también nos acompaña a los barceloneses cuando viajamos en bus y metro. Lo malo de estas ideas es que no se deberían medir por algo tan sencillo como el número de reproducciones si no por las acciones que dejan de hacerse, es decir, por dejan de hacerse acciones incívicas. Difícil, muy difícil de relacionar.

Televisión
Ayer se estrenó la nueva temporada de «MasterChef». Por lo que he podido leer en los previos promocionales, hay unos cuantos cambios más allá de la ausencia de su presentadora habitual. Me parece bien que busquen alicientes para hacer más atractiva a la que ya es 7ª edición del concurso. Pero sigo sin entender que no cambien la duración. ¿Cómo se atreven a rondar las 4h? Me quejo, aunque sin aparente razón porque las audiencias han acompañado su estreno. Así que yo ya he programado la grabación para ver el programa a cachitos porque, ni que pudiese, me interesa tanto los que le pase a los aspirantes como para verlo de un tirón.

Internet
Lo bueno que tiene Internet es que te permite encontrar a prácticamente cualquier persona, lo malo es que puede resultar difícil identificar la correcta. Antes, teníamos un listín telefónico. Ahora están las redes sociales. Antes, se preguntaba a los vecinos si tenían algún contacto (¿te suena la búsqueda del Sr. Bretodeau por parte de Amélie?). Ahora se lanzan preguntas a desconocidos, por cualquiera que sea el canal más cercano. Lo que no varía es que los resultados dependerán del interés con el que se intente: ¿hay 400 resultados en Facebook para ese nombre y apellido que se está buscando? Pues se pregunta uno a uno hasta dar con el correcto, sea el 3 o el 95. Total, ¡es gratis!

[Contenidos] ¿Has de cambiar el estilo comunicativo de tu empresa?

Es un tópico: cambiar de estilo cuando se quiere romper con una vida anterior. Ropa nueva y corte de pelo, un recurso fácil. Pero, ¿cómo cambia de estilo una empresa? ¿Despidiendo a alguien o cambiando los colores corporativos? Primero hay que analizar los motivos que llevan a esa ruptura con el pasado y después actuar en consecuencia.

Motivos por los que una empresa querría cambiar de estilo

La respuesta rápida es porque el estilo actual no funciona, es decir, no consigue el objetivo deseado: no conecta con la audiencia, no les transmite suficiente confianza, no les convence para que actúen… Cambiar de estilo podría solucionar esta desconexión con la realidad que la ha llevado al fracaso, aunque también habría que revisar otros aspectos del negocio porque no todo se arregla con nuevos contenidos.

Otra respuesta posible es que la empresa ha cambiado desde que se fijó su estilo. Las personas también hacemos modificaciones en nuestro comportamiento a medida que pasa el tiempo. Nuestros roles evolucionan, los de las empresas también. Quizá hay un nuevo jugador que está revolucionando tu sector y has de adaptarte. O puede que renueves la junta directa o el catálogo de productos para añadir nuevos públicos. Hay muchas opciones posibles.

Una empresa puede cambiar su estilo comunicativo cuando cambian sus valores porque éstos son la base sobre la que se define la voz de la marca y el contenido insignia. Los valores no son inmutables pero sí que se piensan para que representen la marca durante bastante tiempo, igual que un logo. Para eso has que identificarlos bien, no vale cualquier tópico para salir del paso rápidamente. Así que, si te das cuenta que los valores que se habían forjado a fuego empiezan a desdibujarse, para las rotativas y busca qué ha provocado el cambio.

Resumiendo, los motivos del cambio de estilo pueden venir de la propia empresa o de su entorno, ya sea la competencia o sus clientes.

¿Cómo variar el estilo de los contenidos?

Sea lo que sea lo que provoque el deseo de variar el estilo comunicativo, la vía más directa es romper con todo y empezar desde el principio, totalmente desde cero. Implica revisarlo todo para identificar lo que ya no sirve y has que cambiar. Una auditoría de contenidos sería un paso más, junto con el nombre o la identidad corporativa, entre otros. De hecho, una posibilidad incluso más sencilla sería crear una marca nueva.

Pero las empresas están vivas, no hace falta algo tan drástico. Puedes irte adaptando poco a poco a los cambios del mercado. Éstos no son rápidos aunque sí van dejando pistas en el día a día. Hay que saber escuchar, claro, e ir haciendo los cambios igual de lentamente. De esta manera no hará falta un cambio radical, solo pequeños ajustes. Podría ser empezar a usar una palabra «de moda» hasta incorporarla totalmente en tu vocabulario corporativo, por ejemplo.

La guía de estilo es el documento que tendrías que ir actualizando, igual que haces ajustes a tu plan de contenidos cuando añades un nuevo canal o cambias la frecuencia de publicación. No hace falta que sea cada mes, puede ser un par de veces al año. Pero sí conviene ir fijando los aspectos importantes que cambian de tu voz para modelar la de todos los que hablan con ella representando la marca y que así no haya incoherencias.

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Televisión
Perdón por la obviedad pero solo puedes hacer zapping cuando tienes muchos canales por los que pasearte. Si tienes 7 no es posible porque no te duran ni 5 minutos y el aburrimiento que pretendías despejar con el zapping se multiplica y puede contigo haciéndote dormir en menos de lo que tardas en repasar esos 7 canales. Me ha pasado durante mis vacaciones y, supongo que porque no tenía otra cosa que hacer, he acabado pensando en cuando teníamos 2 canales, después los autonómicos y luego las privadas. El zapping era igual de imposible, tanto que ni estaba inventado por aquel entonces. Por eso, en lugar de cambiar de canal, cambiábamos de forma de entretenimiento.

Internet
Por aquellos mismos años, la tele era fiable (ejem, ejem) como fuente de información, lo mismo que los otros medios de comunicación de masas (léase prensa y radio). Era lo que había para estar al día. Según parece, hoy el 36% de la información se consume por WhatsApp lo que iguala a los emisores que pueden ser periodistas o cualquier integrante de radio patio. Comparar lo que antes se consideraba información y lo que se consume ahora me atrevo a decir que es imposible. ¿Es culpa de los medios sociales o de las personas que los utilizan? Es una pregunta tan abierta a debate como si antes fue el huevo o la gallina. Una cosa es segura: cuantas más fuentes se consumen, mejor enfoque se da a la información.

Cine
No es la primera vez que digo que me gusta el cine clásico. Claro que también disfruto con una peli en la que haya poco de real cuando consigo mi objetivo de desconectar de la realidad durante un par de horas (últimamente ya son 3h). En ambos casos puedo conseguirlo, aunque sea por motivos diferentes. Pero no siempre quiero lo mismo y por eso elijo según lo que me apetece ver. Cuando me pongo una peli muda soy perfectamente capaz de contextualizar el momento en el que se hizo y entender por qué es así. Lo mismo que si te pones una peli de los 80 o 90: es fácil darse cuenta de que sería difícil que se hiciese igual hoy en día. Para disfrutarla, hay que verla con los ojos de entonces, no los de ahora.

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Hoy empieza la primavera y no me he enterado por El Corte Inglés. Vale, al estar desconectada no he estado muy atenta últimamente y quizá se me ha pasado. Pero sí he visto el spot de DFS para avisarnos de lo mismo y lo prefiero. Claro que son negocios diferentes pero el mensaje de fondo es exactamente igual (como cuando viene la época de rebajas y todos los anunciantes se empeñan en recordárnoslo). Me gusta la idea de mostrar «el cambio de armario» en versión hogar porque no es algo que se suele hacer y eso siempre se agradece. Enseña además diferentes familias, cosa que en los de El Corte Inglés no ocurre porque todos parecen cortados por el mismo patrón (toma gracieta para terminar el post).

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