Cine
Estos días se habla mucho de las nominaciones a los Oscar. Los enfoques son diversos: sorpresas entre las películas, ausencias entre los nominados, recuento de nominaciones… y momentos históricos que, en este caso, no es más que ser el primero en algo. «Black Panther» entra en esta categoría y no sé por qué me sorprende porque a mí esta película no me convenció del todo (no tengo criterio, está claro). Por cierto que el año pasado «Logan» (que sí me gustó) estuvo nominada a guión adaptado. También se habla de que no haya presentador pero menos porque a la gente lo que le preocupa es quién gana y quién pierde, sus caras, sus discursos, su ropa… Lo que pasa «entre premios» no es tan relevante.
Internet
He escrito mucho sobre herramientas para crear y gestionar contenidos. Me gusta probarlas, creo que forma parte de mi trabajo docente. Pero suelen quedar rápidamente desactualizadas porque llegan otras o porque dejan de existir. La tarea de «estar al día» puede ser complicada. Además, muchas son de pago y no tengo un presupuesto asignado a «probar herramientas». Sí, las gratuitas pueden ser suficientes en muchas ocasiones cuando se trata de modelos freemium pero las que cobran desde el registro despiertan mi curiosidad. He hecho una encuesta en Twitter sobre ello y los resultados están bastante equilibrados (aún tienes un día para contestar).
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Ha sido una delicia leer el artículo que han publicado en MotorPasión sobre el tabaco en MotoGP. Por si no es un deporte que te interese especialmente, debes saber que antes las tabacaleras se podían anunciar en las motos pero hace un tiempo que ya no. Ahora es una prohibición mundial pero mientras era solo en algunos países resultaba curioso ver cómo tapaban esos logos. Sinceramente pensaba que todas las marcas habían huido: si no podían demostrar su apoyo, ¿para qué seguir pagando? Quien busca rentabilidad sabe la respuesta pero no todos se fueron porque no era rentable. Resulta que Philip Morris se quedó en Ducati, aunque no se viese en pantalla. Una decisión arriesgada pero valiente, lo mismo que subirse a una moto.
Televisión
En cualquier deporte hay ganadores, es la base de la competición. Lo mismo que en un concurso, alguien tiene que ganar. Los premios que se van acumulando programa tras programa se cargan un poco esta ilusión. Aún así tienen audiencia. Claro que el audímetro sube al saber que se llevarán el premio gordo. Quizá sea que congrega todos los que creen que leer mucho ha de tener recompensa o a los que piensan que ya iba siendo hora de que dejasen espacio para otros concursantes. En cualquier caso, a mí los botes millonarios no me convencen: ¿por qué dejan que se queden acumulando dinero si han perdido el reto final? Mejor que traigan a otros para que lo intenten.
¿Quién no ha hecho una lista en algún momento de su vida? En la personal, la de la compra seguro que ha caído y, en la profesional, la de tareas para hacer (y que tan bien sienta tachar). Este tipo de listas son de creación propia y privada, aunque se vuelven públicas cuando las convertimos en artículos y añadimos un número en el titular. Los títulos en formato lista suelen dar buenos resultados a la hora de escribir el post: ordenan ideas simplificándolas y generando curiosidad. Por cierto: el 5 es el elegido para presidir el top de números usados en artículos de listas, según BuzzSumo.
Una lista también puede definirse considerando la manera en que se ordenan. El alfabético o cronológico es un orden objetivo muy sencillo y quizá por eso el más habitual. Pero incluso las enumeraciones sin orden aparente siguen algún criterio subjetivo, como las preferencias del redactor/curator (por ejemplo mis guías en 10 pasos).
Tipos de listas (fuente: elaboración propia)
Listas curadas en redes sociales
Si hacemos content curation como estrategia de contenidos básica para redes sociales, no hace falta escribir nada para crear una lista. La mayoría de redes tienen alguna funcionalidad relacionada con las listas (aquí va la primera del post, según mi ordenación):
Twitter
Se utilizan para agrupar usuarios y seguirlos más fácilmente (por ejemplo temáticamente como hago en las mías), también podríamos decir que los hilos son listas de tuits propios y los momentos de otros. Hay más detalles sobre todo ello en mi guía de content curation en Twitter.
Facebook
Los usuarios podemos hacer listas de amigos para elegir la privacidad de las publicaciones. La versión en las páginas de empresa es añadir otras páginas como favoritas. Si quieres saber más, también tengo una guía sobre content curation en Facebook.
Instagram
Se puede hacer lista de «Mejores amigos» para distribuir Stories pero, de momento, no es posible hacer listas para seguir cuentas concretas. Parece lógico que Facebook tampoco piense en desarrollar esta funcionalidad aquí.
Podemos hacer tableros que, aunque no lo parecen, también pueden ser listas si les ponemos el título adecuado.
Google+
Hasta que cierre dentro de unos meses, permite hacer colecciones para compartir enlaces temáticos desde el perfil.
Las que acabo de apuntar son listas abiertas, es decir, pensadas para que puedan actualizarse cuando lo requiera el usuario. Visto así, también son listas los enlaces atesorados en otras herramientas de content curation como Flipboard o Pocket, incluso los posts de un blog son una lista categorizable.
Pero me es difícil considerar a ninguno de esos casos como listas porque hay muchos ítems y hace falta paginar los resultados. Esto hace que se pierda la lógica de simplificación de una lista: la gente no quiere tener que elegir entre 200 artículos, prefiere los 5 mejores. Eso es una lista, lo otro sería una agregación de posts.
10 usos de las listas en content curation
Si has leído algún artículo con sugerencias sobre lo que escribir cuando la inspiración pasa de largo de tu teclado, seguro que te habrán sugerido que hagas una lista. ¡Hay muchas opciones! Te apunto 10 ideas que espero despierten tu imaginación (sin orden aparente):
Artículos recomendados sobre tu sector (por ejemplo, mi newsletter).
Ejemplos de buenas/malas prácticas para compartir con tu equipo.
Estadísticas sobre el sector que sirvan para tu argumentario de ventas.
Páginas de potenciales clientes a los que intentar visitar.
Perfiles de usuarios que merezca la pena seguir.
Opiniones de clientes en varias redes sociales.
Materiales que pudiesen utilizarse como bibliografía para futuros artículos.
Imágenes o vídeos que te motiven.
Añade listas a tu calendario editorial, prepáralas para tus reuniones de trabajo o úsalas como más te convenga pero estoy segura de que te ayudarán. Y, si no, ¡haz un post sobre ello porque es rarísimo!
5 herramientas para hacer listas
Las listas son un tipo de contenido imprescindible, tanto para hacer content curation como herramienta de productividad personal. Además, las listas también pueden ser de contenido propio (por ejemplo mi post con aprendizajes de 2018) o una mezcla de ambas fuentes de origen si se combina con recomendaciones de otros.
Hay muchas opciones pero te comento las 5 herramientas para hacer listas que me parecen más interesantes (todas gratuitas):
Empezó siendo vista como una alternativa a Storify pero no deja de mejorar así que cada vez es más diferente, lo cual se agradece. Se pueden hacer listas con cualquier URL y hasta PDF, modificando fácilmente la parte visual. Cuidan mucho la parte abierta de la curación: no hace falta registro para crear una lista y acaban de añadir la posibilidad de editar una a la que te hayan invitado. Mira mis listas en Wakelet.
Aparentemente, la más orientada a negocios quizá por eso la versión gratuita incluye un banner demasiado grande para mi gusto (puedes verlo en la única lista que he hecho con ellos sobre calendario estacional 2018). Su funcionalidad de pago para hacer newsletters curadas es única en esta lista (hablé de alternativas en mi post sobre herramientas fáciles).
Lleva unos cuantos años en el mercado y sigue igual que el primer día (¿algo bueno o más bien malo?). Sus colecciones son como carpetas en las que se van guardando los enlaces lo que hace que todo parezca más ordenado. La gran diferencia respecto a las otras es que puedes previsualizar el link antes de visitarlo. Mira mis listas en Pearltrees.
Una vieja conocida para listar sitios web, etiquetarlos y añadir votos de los usuarios para ordenar los ítems (además de los habituales criterios de orden y alfabético). Varias funcionalidades son de pago y la sincronía con las listas de Twitter ha visto tiempos mejores, pero la base sigue funcionando bien. Mira mis listas en List.ly.
La parte visual de esta herramienta es muy parecida a un directorio, lo cual puede ser bueno en determinadas ocasiones. La única de las 5 que no utilizo pero tienes un ejemplo en la lista de Robin Good sobre content curation. Una opción muy similar en cuanto a diseño pero como plugin de WordPress es Curated List Manager.
Todas estas herramientas permiten incrustar sus listas/colecciones y seguir a los curators que las han creado. Aunque tengan funciones de pago, las versiones gratuitas son suficientes para organizar listas que quedan bastante bien. Como siempre a la hora de elegir herramientas de pago, la inversión será rentable o no según el uso que le vayas a dar.
Internet
En época de resúmenes del año anterior y tendencias para el siguiente, es fácil que alguien aproveche algún post y simplemente le cambie la fecha o el título para poner el año nuevo. Es demasiado sencillo, tanto que puede hacerse sin fijarse en los detalles y saliendo el tiro por la culata: en lugar de ahorrar tiempo, se tarda el doble en arreglar el error. Me he encontrado con varios casos últimamente. Los clásicos enlaces a páginas que ya no existen, capturas de pantalla antiguas, datos desactualizados… Así, lo que empezaba siendo un artículo interesante, acaba siendo un despropósito que afecta a mi confianza a esa fuente.
Televisión
La mezcla de series que hay en parrilla puede resultar confusa para según qué televisor. Tenemos capítulos de series de otra época, como «MacGyver» o «Magnum» que no se pueden comparar con el original, pero tampoco lo intentan (a ver «Perry Mason«). También hay spin off de series que van desde los varios escenarios de «NCIS» a las varias profesiones de «Anatomía de Grey» y «Estación 19». Además, hay de series basadas en libros y en pelis, aunque también las hay que nos hacen disfrutar con guiones ¿diferentes? Elegir es cada vez más difícil pero lo bueno es que, precisamente porque hay variedad, puedes elegir según tu estado de ánimo.
Cine
Sigo con lo de «otra época» porque entre los reboots que intentan revivir una saga y los que vuelven varias décadas después, llega un momento en el que no sé en qué época de mi vida estoy. ¿»El príncipe de Zamunda» tendrá una secuela? ¿Los «Bad boys» vuelven 25 años después? No entiendo nada porque, de verdad, de verdad de la buena, ¡no hace falta! Espero que el guión no recurra a bromitas de la edad estilo «estoy muy mayor para esto» como diría Murtaugh (el original, no el del párrafo anterior). No se me ocurre nada que me pueda interesar saber de estos personajes, no necesito saber si han tenido hijos, si están retirados o cualquiera de los recursos habituales. Prefiero recordarlos en mi/su juventud.
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Si los jingles publicitarios se te meten en la cabeza y sirven para recordar una marca, lo de Bosch tiene que serlo (aunque sea el remake de una canción). Es una musiquilla que acompaña bien las acciones del protagonista y pega batantes… quizá lo suficiente como para seguir cantando un rato y no leer la letra pequeña del spot. Si, como yo, te dedicas a pausar el vídeo y leerla verás que avisan de que las funcionalidades mostradas quizá no están disponibles en ningún sitio. Y que usen la palabra universal me divierte, considerando que hablan del Internet de las cosas.
Hacer un plan de contenidos no es fácil pero bien se merece invertir un día o dos en prepararlo. La cuestión es, ¿qué espacio de tiempo debe cubrir para que sea útil y no un pozo sin fondo de horas perdidas? Te voy a un par de estadísticas para contestar con datos. Pero antes, repasemos:
Una estrategia de contenidos está pensada a largo plazo (pongamos un año vista) porque no suele buscar objetivos rápidos de conseguir, está formada por varias tácticas y, además, así se toman mejores decisiones porque están más justificadas en datos.
Un calendario editorial, en cambio, muestra lo que se ha de publicar en un día (incluso en horas) y apunta las tareas que se han de hacer relacionadas con las publicaciones de una semana o un mes.
Entonces, ¿cuánto debe cubrir un plan de contenidos si lo consideramos un documento a medio camino entre uno y otro? Depende. Algunas veces bastará con 1 mes si substituye al plan y otras se podrá enfocar a 6 meses si funciona como una estrategia.
Una buena franja a cubrir es un trimestre: pensar en lo que tendrás que publicar los próximos 3 meses te permite tener una visión suficientemente amplia como para gestionar tus recursos y programar contenido atemporal a tiempo, incluso tener margen frente a una crisis provocada por la actualidad.
Un pequeño consejo: cuando programes contenidos, ten claro qué pones en cada red (y qué herramienta usas). Así podrás pausar la cola para que no se publique algo que podría resultar inadecuado. No creas que porque tu temática depende de la actualidad no necesitas un plan: es una guía que puede adaptarse a tu manera de gestionar los contenidos.
Un plan de contenidos cumple funciones en varios momentos (aunque también puedes tener una checklist):
Al principio sirve para acostumbrarnos a incorporar a nuestro día a día los diferentes formatos y canales.
A medio plazo nos ayuda a no caer en la comodidad de la rutina porque podría hacer que descuidásemos a nuestra audiencia.
A largo plazo es útil como herramienta para saber si hemos cumplido o no con el objetivo que nos habíamos propuesto.
Según el Estado de los contenidos en España 2018, el 53% tiene un plan de contenidos aunque se combina con el calendario editorial, mientras que unos cuantos menos tienen una estrategia de contenidos, el 39%. Me inclino a pensar que la información que debería estar en una está en el otro y que solo se utiliza un documento para las diferentes funciones que cubren estos entregables.
Crear un plan de contenidos ayuda a la estrategia, está claro, igual que añadirle un calendario editorial. Pero me atrevo a decir que el hecho de que muchas empresas aún no tengan clara su estrategia de contenidos combinado con que «han de publicar frecuentemente» (las comillas son porque nadie las obliga, claro) hace que el calendario les resulte más práctico. En cambio, yo les recomendaría que dedicasen un tiempo al plan porque sirve de 3 en 1, cosa que les haría darse cuenta que a la larga pueden tenerlos todos.
Televisión
La noticia no parece que haya causado mucho revuelo entre la audiencia, así que quizá nos merecemos una cadena generalista sin informativos. Es lo que acabará pasando según parece el mes que viene, cuando Mediaset elimine las noticias de Cuatro. Precisamente ayer en «LateMotiv», Rosa María Calaf habló sobre el tema. Fue una entrevista de esas que se disfrutan así que coincido con Andreu en que debería volver a seguir hablando de periodismo, aunque sea delante de un humorista aprovechando que éste sabe dejar hablar cuando toca. Si se quita la información de un canal, solo queda el entretenimiento así que perderá un poco de su status y quizá tendremos que considerarla como otro canal temático dentro de la TDT.
Cine
Este fin de semana fueron los Globos de Oro, pero no voy a comentar quién ha ganado qué… ya hay mucha literatura sobre el tema. La gala no pasará a la historia de estos premios, no se puede decir que haya sido interesante. Quizá por eso me ha gustado más lo que he visto en la alfombra roja. Las entrevistas son demasiado típicas como para que tengan gancho así que me he dedicado a mirar detrás de sus sets o, mejor aún, a la izquierda cuando partían la pantalla para mostrar cómo los actores se iban moviendo por el backstage. Me he divertido de lo lindo viendo cómo tenían que hacer cola para posar, cómo se relacionaban entre ellos en esa cola, quién hablaba con quién y ese tipo de cosas. Sí, lo confieso: cotilleo puro y duro.
Publicidad
Sigo con el tema porque hay un anuncio que lleva varios días rondando por las redes y resulta que era para los Globos. Así se entiende mucho mejor que Walmart haya puesto tantos coches de series y películas en un spot. Me resulta curioso haberlo visto en LinkedIn y Twitter, compartido por varias personas encantadas con el componente nostálgico que tiene y que nadie le pusiese el contexto de la gala de premios. No ocurre así con las campañas para la Super Bowl porque «la noticia» es precisamente anunciarse en el corte publicitario. Por cierto, es el mes que viene así que vete preparando para la lluvia de spots que empezará a caer en breve.
Internet
Cierro el post mezclando publicidad y privacidad online inspirada por el spot de El Corte Inglés para las Rebajas de este año. Fue verlo y no dejar de sonreír durante un buen rato. Para una vez que soy el target, déjame disfrutarlo. Pero, en realidad, seguramente tú también lo eres o es que no te has preguntando nunca si «lo saben o no lo saben» todo sobre ti porque «nos escuchan», como dicen en el anuncio. ¿Es posible luchar contra ello? Yo a estas alturas diría que no, que ya es tarde. Podemos ir retirando permisos y tratando de controlar un poco lo que compartimos, pero el mal ya está hecho. Por eso me hace gracia lo de hablar al robot aspirador o al ascensor, porque hoy en día parece demasiado pero quizá a la larga sea igual de «peligroso» que con el móvil.