[Contenidos] Qué podemos controlar de los contenidos y qué no

Hoy quisiera hablarte del control que podemos (o no) ejercer sobre los contenidos que publicamos. Inevitablemente pienso en  el eslogan de Pirelli: “la potencia sin control no sirve de nada”. ¿Qué sería la ‘potencia’ aplicada a los contenidos? Usaré ‘de calidad’ como sinónimo y ya sabes que la calidad de subjetiva y depende de la persona.

Empiezo por las buenas noticias: hay una parte del contenido que publicamos sobre la que sí podemos ejercer control. Se me ocurren varias perspectivas para enfocar esta respuesta afirmativamente y todas tienen que ver con una estrategia de contenidos:

  • Objetivos: se definirán pensando en lo que queremos conseguir y no en lo que nos da miedo que pase
  • Mensajes: se cuidarán para alinearlos con lo que la empresa quiere comunicar
  • Redacción: se vigilará estilo, tono, ortografía…
  • Web: se buscará un CMS con el que administrar fácilmente los contenidos
  • Resultados: se justificará lo publicado con las métricas necesarias

Tómate esta lista como un manifiesto o unas recomendaciones de buenas prácticas. Tiene un poco de todo: así es como debería hacerse una estrategia de contenidos que, casualmente, es lo que nos ayuda a cuidar (otra manera de decir controlar) lo que publicamos.

Pero, lástima para los fanáticos del control, también hay malas noticias: el control total no existe y una parte se pierde en el momento en el que publicamos el contenido porque no se sabe si:

Todo esto puede pasar. Es posible que a tu contenido no le pase nada, algo, todo y mucho más porque adquiere vida propia en cuanto alguien lo consume. No podemos controlar el 100%  de lo que pasa con nuestros contenidos, eso es una utopía. Si repasamos la historia de los medios, el intento de control no ha acabado con el uso poco ético o ilegal de los contenidos. ¿Por qué ahora iba a ser diferente si hay más canales y más formas de distribuir contenidos?

Ahora bien, esto no significa que no se pueda intentar mantener un cierto control. Fíjate que todas las dudas están relacionadas con a quién dirigimos el contenido o quién lo consumirá. Así que podemos conservar una parte del control si cuidamos a nuestra audiencia. Centrarnos en ellos nos dará más alegrías que si nos obsesionamos con la parte negativa de publicar contenido. La tiene, sí. Pero no es tan grande como la positiva.

Tener una comunidad o tribu es una forma de proteger los contenidos y por extensión a la marca.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 204 (7 de julio de 2014).

Media News S05 A15

Publicidad
He perdido la cuenta (y, por tanto, los enlaces correspondientes) de las veces que me he quejado de no ser target de un anuncio. No hay manera de sentirme de alguna manera vinculada con marcas que deberían quererme como clienta. Estoy ya empezando a asumirlo. Bueno, más o menos porque cuando me encuentro con un nuevo caso me da por pensar que algo falla (en ellos, preferiblemente). Lo último es ver el anuncio de algo que he estado a punto de comprar 2 veces… y quitárseme las ganas por completo. ¿Después de ver 2 segundos de un vídeo de 25 puedo haber cambiado de idea? Pues sí, creo que buscaré alguna alternativa porque ha dejado de convencerme. Me pregunto a cuántos habrán ganado por haber perdido a los que son como yo.

Televisión
No puedo más que coincidir con la Chica de la tele: la publicidad negativa sigue siendo publicidad. «El jefe infiltrado» lo demuestra cada semana igual que lo hacía ante «Pesadilla en la cocina«. Se ponen delante de la cámara con buena intención, sacan algunos trapos sucios (a saber lo que pasará sin cámaras delante) y después todos son felices con sus premios. ¡Sí, premios! Porque en ese publireportaje de jefes, hasta los que deberían ser despedidos se llevan algún regalito económico. Así que, sumando lo que regalan, puede saberse el coste del reportaje. Vale la pena, seguro. Y nosotros lo vemos encantados, como si fuese todo realidad o quizá para verlo como otra ficción dentro de los cientos de opciones.

Internet
Hoy se ha presentado el VI Estudio Redes Sociales de IAB Spain lo que significa que potencialmente hay datos interesantes para comentar. Lo mismo que justo la semana pasada con otro informe más global. El problema es que hay tantos posibles análisis que se me quedaría corto este párrafo de los miércoles. Pero no me preocupa porque este ya no es un blog de ese tipo. Además, parece que Facebook sigue en el primer puesto de todas las respuestas así que no pasa nada si no se sabe nada del estudio. O quizá sí porque en esta oleada ha prestado especial al perfil adolescente y a la compra online. Por esa parte, sí vale la pena… pero solo los socios lo tienen disponible por completo.

Radio
Sí, esta semana, cambio Cine por Radio. Y es que hace ya algunas semanas que escuché lo que me pareció una cuña publicitaria. Era una historia, explicada en primera persona pero no con las voces de la emisora y no acababa con una web o teléfono, si no con un móvil para que le ayudasen a encontrar una persona. Qué raro, ¿no? Hoy he escuchado la resolución de esta historia: por lo oído, sí encontró a la persona que buscaba. Primero he pensado que era más raro aún que hiciese otro anuncio para decirlo… hasta que acabado con la web  que realmente estaban promocionando: www.radioeficacia.cat.

[Contenidos] ROI y contenidos, ¿es posible mezclarlos?

Hoy quisiera hablarte del ROI de los contenidos. Este fue el tema que se trató en el Meetup de junio del grupo CSBCN y durante la sesión fui haciendo algunos tuits. En resumen, no se llegó a ninguna conclusión consensuada… pero me parece interesante comentarlo porque, como se dijo el jueves, muchas veces es la única forma de convencer al cliente de que invierta en contenidos.

Quizá debería empezar diciendo que el Meetup se centraba en el ROI de la estrategia de contenidos pero tiene algunas cosas en común con el ROI del marketing de contenidos y, diría yo, en general con cualquier ROI. Tomaré pues el ROI como el clásico retorno de la inversión. Así que no estaría de más continuar aclarando las siglas:

  • Retorno: lo que se consigue, en nuestro caso, utilizando el contenido como estrategia de marketing. Cuanto más medible, mejor claro, aunque también hay que tratar de valorar lo intangible. Y sí, para tener un retorno hace falta una inversión.
  • Inversión: lo que ponemos de nuestra parte para conseguir los objetivos que hemos marcado. Y no, no siempre por invertir más se lograrán más cosas (en todo caso, quizá se consigan más deprisa).

Preferiblemente, las dos variables de la fórmula del ROI se deben contabilizar con la misma unidad métrica. El clásico es el dinero: si invierto 500 euros, ¿cuántos beneficios en caja tendré? Esta es la pregunta que tienen en la mente la mayoría de personas a las que se les presenta una propuesta económica. O, en otras palabras más relacionadas con los contenidos: si publico 10 artículos al mes, ¿cuánto más venderé? ¿Será más o menos si son 4 o son 15?

Si alguna vez te ha rondado ese interrogante, tengo la solución. Y la respuesta del millón es… que no deberías estar haciéndote esa pregunta porque va a ser muy difícil que oigas una respuesta que te guste. Así de claro. ¿Por qué? Pues porque puede ser que esperes un número relativamente alto y no un ‘no tengo ni idea’. Sí, se puede tratar de aplicar las estadísticas con la que empiezo mi libro que dicen que las empresas con blog venden más que las que no lo tienen. Pero hay muchas otras cuestiones a tener en cuenta, no es tan sencillo y por eso hay quien se lo inventa para conseguir al cliente.

Pero retrocedamos para concretar un poco más, volvamos a las siglas:

  • ¿El retorno que querías conseguir era en ventas? Entonces has de invertir en la conversión de los contenidos y llevar al usuario hacia la compra partiendo de un post, de un tuit, de una newsletter…  Palabra clave: llamadas a la acción.
  • ¿Era de branding? Trabaja en reputación y utiliza los contenidos para posicionarte en tu sector y en buscadores porque por ahí te encontrarán quienes no te conocen aún. Palabra clave: línea editorial.
  • ¿Era tráfico para la web? Céntrate en la relación entre el contenido corporativo y el creado para el marketing de contenidos. Es la base para conseguir los dos retornos anteriores. Palabra clave: enlaces.

Todo esto, y mucho más, se puede hacer y se puede contabilizar si lo intangible se vuelve medible. El problema es que esta mutación no siempre se hace correctamente y algunas métricas pierden toda lógica porque no se usan en el contexto adecuado. Otro ejemplo clásico: el tiempo. Si cada día dedico 1h a crear contenidos, ¿cuántas ventas más tendré? Mal enfocado: hay que medir con la misma vara. Para la segunda parte (el retorno) lo correcto sería pensar en que podrás vender más eficazmente y utilizar el tiempo ahorrado en otra cosa.

Pero esta es una forma de enfocar el retorno que poca gente valora. Es más sencillo medir lo tangible o cuantitativo aunque luego no quede claro si la inversión ha conseguido un retorno cualitativo. Un nuevo y a la vez reciente ejemplo clásico: las reacciones sociales. Si tengo 1000 fans, ¿cuánto tráfico extra llevaré para mi web? O, si este post tiene 100 compartidos socialmente, ¿cómo influye en mi reputación? O, el clásico de los clásicos, ¿cuánto puedo vender a mis followers?

No mezcles métricas y contabilizar los éxitos resultará más orientado a negocio.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 203 (30 de junio de 2014).

Media News S04 A15

Televisión
Hacer zapping es todo un deporte: algunas veces se hace muy motivado (a la caza del mejor programa) y otras sin muchas ganas (esperando que simplemente pase el tiempo). Cuando da la casualidad que tu aburrimiento te hace fijar en los detalles, puedes fijarte en cosas que antes solo intuías: ¡los programas de tarot están grabados! De esto me di cuenta el otro día cuando pillé a la misma tarotista en dos canales a la vez… supuestamente en directo. Podrían esforzarse un poco más y disimular cambiando los horarios para que no se note el timo de la llamada ‘en directo’.

Publicidad
El nuevo spot del Hyundai i20 nos invita a abrirnos con la inspiración. Yo diría más bien a la creatividad o casi al marketing de guerrilla porque algunos casos bien podrían ser campañas de marcas. Ya lo hizo Audi hace unos años con ojos que miraban al coche y también me recuerda en cierta manera al de las ilusiones ópticas de Honda. Pero lo curioso es que hace allá a finales del 2010 las palabras que sonaban en los anuncios de coches eran las mismas: imaginación, sueños e inspiración. Que alguien me despierte y me lleve de regreso a 2015.

Cine
Ver varios días al mismo actor haciendo promo de su película no es nada nuevo. Pero se han juntado dos cosas que me llevan a hablar de ello: por un lado, pensaba que la película ya se había estrenado y, por otro, que en cada programa le han hecho unas preguntas bien diferentes… al menos aparentemente por el momento que he pillado en el zapping. Uno contra uno en una entrevista, digamos, humorística; uno contra cuatro o cinco en una entrevista, digamos, seria. En una hablaban de su exmujer y en la otra de las subvenciones al cine español. ¿En qué programa/canal crees cada una?

Internet
La noticia del momento es que una aplicación para el móvil ya tiene versión web. Vaya sorpresa, suele ser todo lo contrario. Supongo que ahora todos corriendo a ver qué tal funciona… en la oficina. Digo yo que el único motivo para usar la versión web y no la del móvil es que así no te verán ‘pasando del trabajo’. Claro que los destinatarios de esta versión seguramente son los que no tienen conexión de datos en el móvil… todavía los hay, sí. Y también hay quien no lo tiene instalada ninguna forma de mensajería instantánea. Bravo por ellos.

[Contenidos] Una newsletter para que funcione tu marketing de contenidos

Hoy quisiera hablarte de lo que mejor me ha funcionado al poner en práctica estrategias de marketing de contenidos. La pregunta me la hizo Lucas García en el HangoutOn sobre contenidos en el que participábamos. Contesté brevemente así que me gustaría desarrollar mi respuesta un poco aprovechando que, precisamente, dije que esta newsletter es lo que mejor me ha ido.

La pregunta fue casi literalmente esa: ¿qué te ha funcionado mejor? Ahora, con más calma, se me ocurren muchas formas de contestar. De hecho, alguna vez he dicho que eso de ‘funcionar’ es muy relativo porque cada uno puede valorar cosas diferentes. Por ejemplo, yo podría tener en cuenta las respuestas que recibo, los clientes que consigo o la competencia que sé que me lee.

También se puede tener en cuenta la parte más personal y pensar en la necesidad que tengo de expresar mis ideas. ¿Necesidad te suena raro? Pues sí, me gusta escribir y buscar palabras y el lugar donde me siento más cómoda expresándome es esta newsletter. Me siento más a gusto porque me parece que estamos entre amigos. A muchos suscriptores os conozco (bueeeno, vaaale, no a todos… todo llega).

La respuesta puede resultar curiosa porque a finales de año mi blog cumple 10 años. Una década es mucho tiempo como para pensar que no me lo paso bien escribiendo allí o que no le saco rendimiento. Claro que sí, me funciona bien. Pero la respuesta que consigo en los envíos de los lunes es más gratificante (desde varias perspectivas) que en la mayoría de los 1800 posts que he publicado. Quizá por eso contesté a Lucas que mi newsletter era lo que mejor me funcionaba.

Pero, si me pongo en la piel de consultora de contenidos, es la mezcla de estas dos vías de expresión (léase comunicación y promoción de ideas) las que creo que funcionan mejor: blog y newsletter. Unidas (una como réplica del otro) o no (como hago yo), según los objetivos de cada uno. Son las dos cosas presentes en la mayoría de los planes de contenidos que hago, por algo será.

Creo que las diferentes formas de entender que ‘esto funciona’ se pueden aplicar al blog, a la newsletter o a ambos a la vez:

  • Atrae tráfico
  • Predispone a la conversación
  • Gana reputación para quien los escribe
  • Convierte clientes
  • Fideliza a la audiencia
  • Mantiene el contacto en el tiempo

Vamos que no se me ocurre por qué alguien no querría usarlos en su marketing de contenidos. Claro que hay que aclarar que, como otros canales, lo que importa es lo que pongamos dentro (una vez más, separando continente de contenido): se pueden usar estas dos plataformas y no conseguir nada de la lista de beneficios anterior.

Así que, para acabar, otra forma de contestar podría haber sido que lo que mejor funciona en el marketing de contenidos es compartir ideas propias y ser constante.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 202 (23 de junio de 2014).

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