[Contenidos] Conoce el ciclo de vida de tus contenidos para no matarlos rápidamente

Hoy quisiera hablarte del ciclo de vida del contenido y cómo adaptamos nuestras tareas para que el contenido crezca y sea de provecho. Te servirá para comprender mejor lo que se puede hacer y así perder el miedo y empezar a tratar con contenidos de una vez. ¡Vamos allá!

Si te gusta la parte gráfica de las ideas, hay una infografía que utilizo muchas veces en clase para explicar que la misma gente no tiene por qué estar implicada en todos los momentos por los que pasa el contenido. De hecho, una buena forma de ponerse manos a la obra es mentalizarse de que, en algún momento, perderemos algo de control sobre los contenidos, nuestros pequeñines.

Las siguientes tareas sirven para describir las fases por las que pasa cualquier formato:

  1. Reunir la información necesaria para crear el contenido
  2. Crear por completo el texto, imagen, vídeo… o solo redactar una recomendación al enlace o enlaces que se ha seleccionado (para curators)
  3. Publicar el contenido en la plataforma elegida
  4. Distribuir el contenido en canales de promoción
  5. Reciclar el contenido en otros canales

Hay varias consideraciones a hacer sobre esta lista. La primera es que este ciclo debe hacerse de forma individual para cualquier tipo de contenido pero siempre bajo el contexto global de una estrategia de contenidos. Solo así serán coherentes entre sí y no meras piezas sin un objetivo común.

Otra cuestión a tener en cuenta es que algunas tareas se podrían desdoblar y otras juntar. Por ejemplo, la primera de reunir la información puede dividirse en algo tan primigenio como el momento de darse cuenta de se necesita ese contenido porque muchas veces ahí es cuando se empieza uno a documentar. Dentro del ciclo de vida sería la concepción.

Y la tercera y cuarta podrían unirse en una sola y llamarlo nacimiento porque es cuando el mundo se entera que existe un contenido concreto.  En este mundo paralelo, ¿Google sería el Registro civil en el que se inscribe al contenido? Mejor no lo lío más con comparaciones, eso sí, fíjate que la publicación y la distribución no tienen por qué ocurrir al mismo tiempo así que no tienen por qué ser en el mismo canal.

Sería el caso de la página web corporativa y, recuperando lo que vimos hace unas semanas sobre CMS, necesitamos un gestor de contenidos para publicar y otro para dar a conocer lo que hemos publicado. Pero hay veces que sí coinciden como ocurre en redes sociales cuando se mezclan contenidos de nuestra web (propios) con de otras páginas (curación).

La última consideración sobre la lista es que el contenido no es un bichejo de esos que ‘nacen, crecen, se reproducen, mueren y desaparecen’. Nace, lo acabamos de ver; crece y se reproduce cuando se le da a conocer y es compartido socialmente; pero el contenido no muere ni desaparece porque deja un rastro que puede ser encontrado meses después (incluso los tuits, aunque es más difícil).

Reciclar, entre otras cosas, es una forma de alargar la vida útil del contenido por lo que el ciclo se cierra con un ‘vuelta a empezar’. Te recomiendo que revises el último contenido que hayas compartido y vayas hacia atrás en su ciclo de vida para ver si lo has completado o dejado algo por el camino debido a las prisas. Si lo volverías a utilizar, puedes estar orgulloso de la criatura: es un buen contenido.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 174 (9 de diciembre de 2013).

[Contenidos] Tuitear según Twitter

Hoy que el verbo tuitear se estrena en el DRAE, Twitter y su TwitterAcademy ha organizado un webinar sobre el arte del tuiteo presentado por Pere. Me he apuntado pensando que darían claves interesantes ya que han hecho un estudio analizando 190.000 tuits promocionados en pymes en varios mercados, entre ellos España, para ver por qué unos tienen más éxito que otros. Pensé que estarían más centrados en la redacción pero, lógico por otro lado, también han hablado de tarjetas y TwitterAds.

Resumiendo el webinar de 30 minutos, han dado 5 claves para tuitear como resultado de las conclusiones de su estudio:

  • Sé breve: los tuits de menos de 100 caracteres logran un 18% más de interacción.
  • Pon contexto: los tuits con website cards tienen 43% más de interacción.
  • Sé visual: los tuits con contenido multimedia obtienen un 313% más de interacción y un 52% más de retuits.
  • Optimiza para conseguir más clientes: los tuits con lead generation card tienen un 42% más de interacción. Otro dato relacionado: 60% ha comprado algo gracias a Twitter.
  • Conversa: los tuits de negocios que contestan una vez a la semana tienen un 18% más de interacción. Otros datos relacionados: 9 de cada 10 ha utilizado Twitter para conversar con una pyme; 57% ha descubierto una pyme en Twitter; el 35% lo hizo por una conversación con #hashtag; el 35% por la respuesta de un contacto.

Acabo, aunque ellos han empezado por esto, con los datos de Twitter en el mundo: 271 millones de usuarios activos al día, cada 2 días 1.000 millones de tuits. En España, el 80% accede desde móvil: hay que tenerlo en cuenta al escribir los tuits ya que pueden estar en el bus, por ejemplo.

De hecho, una de las frases que resumen el arte del tuiteo es: «saber tuitear es enviar el mensaje adecuado, a la audiencia adecuada, en el momento adecuado«. Como con cualquier otro contenido, está claro.

Anteriormente: Redactar según Google.

Media News S42 A14

Cine
Algunos estudian la historia y otros quieren ser parte de ella. El cine es una forma de conseguirlo: la mejor película, el mejor director, el mejor actor… pasan a la historia del cine y, por extensión, a la del ser humano. Las elecciones de película tras película son las que luego, mirada al pasado, les convierten en referentes. Por eso algunos directores se lamentan cuando no están contentos con lo que han hecho y algunos actores no quieren repetir personajes. Claro que, si ellos no lo hacen, para eso están los aficionados al cine: para recordar los papeles que algunos han rechazado y que les hubieran hecho entrar en la sala de la fama.

Televisión
En cualquier rincón, cualquiera tiene una opinión sobre lo que falla en la televisión de hoy porque hay pocas personas que no la vean y sientan en algún momento una cierta decepción. A mi se me ocurren unas cuantas cosas y seguro que a ti otras cuantas. Mayra Gómez Kemp utiliza la palabra ‘prefabricada’ para identificar el defecto que ve a la televisión actual. Y razón no le falta. Demasiado guión, poco margen para la improvisación: ¿cuántas veces lo has pensado viendo cierto tipo de programas? Unas cuantas, ¿verdad? Se quieren controlar demasiadas cosas y al final parece que más que ver la tele se vea una grabación, aunque sea un programa en directo.

Publicidad
Justo ayer me preguntaron en clase por el clásico problema de la relación entre imagen y palabra. Yo, claro, defiendo la palabra pero también puedo reconocer que algunas veces no hacen falta muchas o ninguna para explicar un concepto. Un anuncio de pastillitas azules no necesita ni el nombre del producto, ni una sola palabra. No hace falta nada. La imagen se entiende perfectamente sin frases adicionales. No es muy común pero se agradece para llevar la contraria o, mejor, ver la excepción que confirma la regla. Mientras, me parto de risa cuando veo esas horribles telepromos con guiones patéticos: un montón de palabras para no convencerme de nada.

Internet
Me ha gustado mucho la idea de Neuze y la pregunta que se plantea es para entretenerse un buen rato: ¿y si la prensa en papel hubiese nacido después de la Web? Vaya si es para reflexionar, casi es una de esas paradojas de los viajes en el tiempo que tanto me divierten en cine. Resulta difícil imaginarse lo uno sin otro… hoy, claro, porque hace no tanto aún se oían discusiones sobre el cobro por contenidos en medios digitales. Y eso que el papel casi siempre se ha pagado, hasta que llegaron los gratuitos… y algunos ya se fueron. Igual que algunos de papel también desaparecieron y montones de webs se cierran también. Los que quedan son los que miran tanto para delante como para atrás.

Calendario editorial: plantilla para organizar tus contenidos cada semana

Actualización enero 2017: esta plantilla semanal ha sido substituida por una mensual en XLS.

Hace más o menos un año empecé a crear una sección de herramientas automáticas en mi página web. Siempre me ha interesado este tipo de contenidos, creo que son muy útiles tanto para los usuarios como para las empresas. Así que, después de un test para saber por dónde flaquea tu estrategia de contenidos y otro para asegurarte de que los contenidos pueden ayudar a tu empresa, hoy estreno oficialmente la tercera herramienta: una plantilla para hacer tu calendario editorial, incluyendo página web, blog, newsletter y medios sociales.

El funcionamiento es un sencillo: eliges qué tipo de contenido quieres publicar en qué canal y qué día de la semana, introduces tu email y recibes en tu bandeja de entrada (espero que no en la de spam) una plantilla semanal con los contenidos que has elegido.

Ejemplo de calendario editorial
Ejemplo de calendario editorial creado con mi plantilla automática

Uno de los objetivos de un calendario editorial para contenidos corporativos es organizarse el día a día de la creación y publicación de contenidos. También sirve para darte cuenta de qué uso haces de cada canal (promocional en negro, curation en gris o creación propia en blanco) y cuánto tiempo inviertes (la lista de canales/contenidos a mantener diarimente).

Como con todas mis herramientas automáticas, crear una plantilla editorial es gratis y espero que sirva para concienciar de su importancia para planificar la calidad del contenidos ya que la parte complicada del calendario no es ésta si no definir una estrategia que lo sustente.

Más sobre calendarios editoriales en mi centro de recursos: teoría y práctica.

Guardar

[Contenidos] Ser redactor web no es ser escritor de ficción

Hoy quisiera hablarte de escribir ficción y no ficción, de redactar un post y publicar una novela. Como siempre, desde una visión personal. Para empezar, yo estudié Comunicación audiovisual. Pero no por ser directora de cine o realizadora de programas de televisión (las salidas profesionales más lógicas). Lo que me interesaba era la parte del guión, eso de escribir historias que luego podrían trasladarse a una pantalla y ser vistas e interpretadas por alguien. Aunque pudiesen estar basadas en hechos reales, eran cuentos, todo ficción.

Te ahorro lo que pasó por el camino hasta aquí, es innecesario para lo que te quiero explicar. Simplemente decir que he acabado escribiendo y publicando varios libros. Entre ellos solo hay una historia corta inventada por mí. El resto están todos basados en la realidad, en mi experiencia (y en la de otros que la han compartido), y se les llama de no ficción al ser considerados manuales técnicos.

Cualquier día, a poco que leamos, estamos rodeados de una mezcla de las dos cosas. Y, como redactores, también mezclamos un poco de ambos mundos al escribir artículos aunque solo sea porque tenemos que escribir sobre conducir una moto cuando no tenemos ni carné.

Pero posiblemente una característica que las diferencia claramente es una idea que se resume en la afirmación de que uno es literatura y el otro no: un post, por muy bien escrito que esté, creativo que sea o mucho que nos impacte, no se puede comparar con una novela de pon-aquí-tu-escritor-favorito.

No es una cuestión de palabras, si no de forma en la que están escritos. Las palabras, la composición de las frases o las imágenes visuales que se pueden utilizar son diferentes. Dejar que la imaginación del lector intervenga para completar un relato no es lo que se espera cuando se lee un post tipo las cinco mejores herramientas para hacer algo.

De tanto en tanto, podemos darnos una licencia (¡y qué buenos posts salen entonces!) pero lo normal es que en la redacción corporativa pensemos más en Google que en el Premio Nobel de Literatura. Y eso que hay empresas a las que les vendría bien una buena mezcla a sus contenidos, algo más de ficción y menos lenguaje corporativo aburrido. Pero no la buscan.

El otro día me encontré con una oferta de empleo curiosa (no pongo el enlace porque ya está cubierta la plaza y borrado el anuncio). Todo parecía bastante normal (ya es algo esperado tener nociones de social media y analítica cuando buscan redactores) hasta que pedían que tuviese experiencia en escribir no ficción, repitiendo para que quedase claro que no servía la ficción.

Por un lado, parece lógico que alguien que ‘escribe literatura’ de ficción no esté acostumbrado a redactar un post. Y muchas ofertas de gente que quiere ‘ser escritor’ habrán tenido que recibir para ser tan específicos. Pero, por otro, tendrá unas cualidades de redacción que, bien canalizadas, pueden ser beneficiosas y no una lacra.

Para mí, la ficción y no ficción son dos cosas con las que me mezclo a diario y de cada una se pueden sacar cosas buenas para la otra. Aunque, eso sí, en diferentes momentos del día y según lo que esté escribiendo… Quizá porque estoy pensando la trama de otra historia corta mientras escribo contenidos para webs y blogs.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 173 (2 de diciembre de 2013).

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad