[Contenidos] Las contradicciones suman en el copywriting

Las fórmulas matemáticas me gustan, tanto como las metáforas o los símiles. Todas son formas de hacer que un texto se entienda mejor. En este caso, un título al que le he dado varias vueltas para que encaje en lo que quiero explicar. ¿El qué? Pues varias ideas relacionadas con los elementos del copywriting que quizá parecen opuestos, pero que trabajan bien juntos.

Persuasión VS Creatividad

Un repaso por LinkedIn de ofertas de copy confirma que la palabra más repetida es creatividad porque, siendo estrictos, un copy creativo es un texto publicitario. Se trata de llamar la atención en primera instancia para lo que hay que ser un poco original; y en segunda, convencer y es ahí donde entra la persuasión. ¿Pueden trabajar separados? Quizá, pero sería un resultado a medias. Así que, si fuese una fórmula matemática, sería copywriting = persuasión + creatividad. Sí, una suma que da 100%.

  • Persuasión: hay muchas técnicas para convencer a alguien de que haga algo (en «Cultura del contenido» enumero unas cuantas). El componente psicológico es innegable, por lo que algo de ciencia sí tiene.
  • Creatividad: ¿se nace o se hace? sería otra pregunta contradictoria que no tiene respuesta. Un par de post sobre ella: un método para activarla y la propuesta de John Clesse de planificarse para reservar momentos creativos.

Razón VS Emoción

Otro punto de vista que parece contradictorio es que el copywriting es una mezcla de razón y emoción. Quizá porque es una suma en la que los sumandos tampoco tienen que tener en la misma proporción. Todos somos diferentes y la personalidad influye en cómo nos comunicamos, por eso podemos elegir cuánto poner de cada uno sin que afecte a los resultados, al contrario, mejorándolos porque se ha ajustado el mensaje al receptor.

  • Razón: añadir datos es la vía más directa para atacar al cerebro racional. La información objetiva nos hace más creíbles a sus ojos, ¿te lo demuestro?
  • Emoción: las opciones son muchas, hasta 27 según parece. Algunas negativas, como aburrimiento, y otras positivas, como alivio. Cada sector y negocio se acaba decantando por una u otra, y cada usuario reacciona diferente a ellas.

Ciencia VS Arte

El último debate: ¿el copywriting es ciencia o arte? Hay motivos para apuntar a cualquiera de los dos puntos de vista, por eso la mejor conclusión (como en los puntos anteriores) es cambiar el «o» o por la «y»: el copy tiene tanto de ciencia como de arte. Otro día te contaré más sobre ello, pero avanzo que tampoco en este caso hace falta pensar en términos absolutos ni en opuestos (VS). ¿Por qué no usar la primera para inspirar la segunda? ¿Acaso el arte no puede basarse también en la ciencia?

  • Ciencia: psicología y neuromarketing son las que más influyen en la creación e interpretación de todo lo que pasa por nuestro cerebro. Sea racional o emocional, está catalogado y se puede usar para persuadir.
  • Arte: seguro te hace reaccionar de alguna manera, sea para bien o para mal, porque esa es la gracia del arte, ¿no? Unas veces se entiende y otras no. Al buen copy, como forma de expresar ideas, le pasa lo mismo.

La batalla continua

Ya lo dijo Bécquer: «mientras el corazón y la cabeza batallando prosigan, habrá poesía».

Media News S23 A23

Publicidad
No sé bien por qué, pero últimamente parece que las lonas son las reinas de la publicidad. Quizá porque, después de estar encerrados, al salir al exterior nos fijamos más en lo que hay. Quizá porque se presta menos atención a los spots. Quizá porque es más fácil compartirlas en redes sociales y generar debate sobre sus mensajes. Dos ejemplos: una que le añade un toque de ChatGPT que tan de moda está y otra con el habitual estilo de la agencia que un poco también lo está. Ambas dan para unas buenas charlas para quienes pasen cerca, lo cual se agradece porque para el resto mañana se habrán olvidado.

Cine
Los castings son otro gran tema de conversión alrededor de una película. «¿Por qué habrán cogido a Fulanito?» «¿Sabías que Menganito rechazó el papel?» «¿Yo me imaginaba más a…?» Son de esas cuestiones que algunas veces se saben, sea porque se filtra en una entrevista, en los comentarios del DVD o porque acaba en algún trivia de la peli. Lo que cuesta más es que llegue a verse el vídeo del casting (mira el de Audrey Tautou para «Amélie«) o las pruebas de cámara (divertidas las de «Dirty Dancing«), pero cualquier excusa es buena para charlar sobre cine porque también algo de eso se está perdiendo.

Televisión
De un día para otro, sin que nadie te lo diga, algo cambia en tu parrilla de televisión y dejas de poder ver algunos canales. ¿Qué ha pasado? Pues que ahora son de pago. Lo bueno es que no me suben la cuota directamente para que pueda seguir viéndolos, lo malo es que tampoco me la bajan ahora que tengo acceso a menos canales. Manuel de Luna lo llama reduflacción aplicada a Movistar+ y me parece bastante adecuado porque pago lo mismo, pero me veo menos. Vale que no son canales que viese cada día, pero de tanto en tanto algo sí caía, como de muchos otros. Por eso ninguno es imprescindible para mí… de momento.

Internet
Revisando enlaces que tenía guardados para mi próximo libro, confirmo que la mitad de los blogs son refritos de la otra mitad. No tengo el dato concreto y es totalmente subjetivo… ¿Cuánto se repiten los contenidos de uno a otro post? Nada comparado con las redes sociales que es muy fácil clonar (remix mediante) y un montón si te da por leer papers académicos. Ahí ocurre todo lo contrario: sobran citas. Sí, hay algunos en los que cuesta hasta leer de tantas que tienen porque la normativa que usan dice que hay que poner la cita junto a la frase en cuestión. Un enlace lo soluciona, pero no sería tan formal.

[Contenidos] Localización del marketing de contenidos

Mi experimento de hace unos años demostró que hay diferencias entre la divulgación del content marketing fuera de España y del marketing de contenidos por estos lares. Han pasado 5 años, pero me atrevo a decir que seguimos igual. Podría entrar a debatir sobre si esto afecta a los sueldos del sector, pero no es el melón que quiero abrir en este post. La reflexión que planteo tiene que ver con si este desfase nos hace tener más/menos o mejores/peores ejemplos, es decir, con la actividad del sector.

Para empezar, el hecho de que se interprete de forma diferente qué es marketing de contenidos nos sigue dejando a otro nivel. Por aquí todavía hay mucha, demasiada gente que cree que consiste en hacer un copy para vender algo. Por allí lo tienen más que claro (en pocas referencias significa otra cosa de lo que realmente es). Y eso les beneficia porque, si todos hablan en los mismos términos, es más fácil buscar, debatir, comparar…

Centrándonos en lo propio, cuesta hacer/encontrar análisis de empresas nacionales. ¿Es que no hay contenidos que merezcan la pena referenciar? No muchos y los buenos ejemplos se acaban porque se renuevan poco. Yo misma he dejado de hacer mis recopilaciones porque veía que no aportaban suficiente como ejemplos de marketing de contenidos. Incluso, si ampliamos el alcance en general a contenidos más corporativos, tampoco es que haya mucha diferenciación ciertos días.

Para mí, que llevo más de una década (¡sí, desde 2010!) apostando por el marketing de contenidos, me inquieta que sea una situación de pescadilla que se muerde la cola: las empresas no hacen marketing de contenidos porque no ven que otras lo hagan o se hable bien de ello, y así seguimos dándole vueltas en lugar de fijarnos en que sí hay ejemplos, aunque nos pillen más lejos. Esta estrechez de miras es algo de lo que me llevo quejando años por aquí y en más de una clase (y también con algunos clientes). La solución para romper este círculo vicioso es enfocar el marketing de contenidos como una localización.

Traducir un contenido es lo más sencillo. Se entiende bien, aunque también puede haber algunas cosas que chirríen y te hagan arrugar la nariz, quizá desconfiar. También es más rápido y por eso se quiere aquí cuando se buscan ejemplos: ir por la vía fácil de imitar literalmente lo que otros ya han hecho, sin aportar gran cosa más. Eso puede servir para paladares menos exigentes, pero no es lo que se consideraría contenido de calidad.

Localizar un contenido es adaptarlo a su usuario por ponerlo en su idioma, pero también por incorporar expresiones, formas de hablar y significados culturales fuera de la literalidad de lengua. Localizar una campaña de marketing o cualquier otra estrategia, incluyendo una de contenidos, es la forma de que consiga generar un mayor impacto o reacción en el usuario. Es fácil entender por qué: la empresa demuestra entender a las personas con las que habla y lo hace con su mismo lenguaje.

Por eso mismo, el marketing de contenidos de otros países sirve de inspiración para después adaptarlo a cómo es la persona a la que nos dirigimos. Porque este ejercicio de saber qué quiere y cómo explicárselo ya se hace al diseñar su perfil, así que el esfuerzo es menor de lo que parece. Poner idioma/país es solo una palabra en ubicación, pero implica mucho más.

Dos ejemplos:

  • Un texto es lo típico que se traduce, pero hay que pensar en los objetivos y valorar si merece la pena crear actualizaciones sociales, posts, newsletters, infografías o ebooks con datos de cada país en el que se está presente o en los idiomas del público que lo va a leer. Es igual de importante que considerar si hace falta crear perfiles diferentes sociales, categorías en el blog o secciones en la web para estar en contacto con la audiencia en sus términos y condiciones.
  • Un podcast tiene un formato que, tal cual, no se puede convertir a otro idioma, aunque sí traducir la transcripción y subtitular el vídeo, si es que se ha hecho. La forma de localizarlo sería crear un podcast nuevo en el que se entrevistase a alguien del mercado al que se dirige. Además, la elección del tema o de la persona entrevistada puede variar (para seguir en el marco del marketing de contenidos, mejor si es a alguien de fuera de la empresa, para evitar caer en lo comercial).

Así que frente a la pregunta de si aquí hacemos marketing de contenidos diferente a cómo lo hacen en otro país, mi respuesta sería que sí, porque gran parte del mercado sigue poco maduro. Pero también sería que no, porque quienes ya lo tienen incorporado a sus estrategias, no lo hacen de forma diferente, solo lo puede parecer porque lo adaptan a su público.

Media News S22 A23

Televisión
Desde que empezó la 11ª edición de «MasterChef» me pregunto cómo se les va a ocurrir llenar tanto tiempo con algo que tenga que ver con la cocina. Solo lo consiguen mezclando también temas personales. Pero este año lo que más me sorprende es el desperdicio de comida provocado porque son muchos más aspirantes y porque también han de hacer más pruebas repetidas, como segundas oportunidades en eliminaciones o 3×3 frituras hace unas semanas donde con suerte los 4 jurados se comieron 1/5 parte de todo lo cocinado. No predican siempre con el ejemplo, no.

Publicidad
Se me había quedado pendiente comentar una de esas joyas que publica Gaingvoid que con un par de palabritas nos recuerda que la influencia viene de nuestro círculo cercano, mientras que los anuncios de las marcas son el recurso cuando no se tiene lo anterior. No es lo mismo, aunque se intente: las marcas quieren acercarse a nosotros, pero llegar a considerarlas influyentes ocurre pocas veces. Vale, muy pocas. Intento pensar en alguna que signifique algo para mí y me sobra una mano. Piénsalo tú también a ver en cuántas marcas confías de verdad de la buena.

Cine
Demasiadas veces me he preguntado si hace falta un remake, secuela, precuela, spin off o cualquier variación de una película original. Nuevas adaptaciones a nuevos públicos, lo llaman. ¿También convertir una peli en serie para explicar qué ha pasado 25 años después? Es lo que van a hacer con «Full Monty», supongo que para quienes se pregunten «qué pasó después de que se desnudasen». ¿En serio se lo pregunta alguien? Yo diría que a pocos porque, como bien recuerda la editora de Joan Wilder: a nadie le importa lo que pasa al día siguiente. ¡Imagínate un cuatro de siglo después!

Internet
Suelo ir a redes para encontrar información de última hora, como información de un evento que se celebra ese mismo día. Por eso me sorprende que haya empresas/instituciones que no tengan presencia en ninguna de ellas. Claro que, todavía es peor, cuando tienen perfiles desactualizados. ¿Te suena tan raro como a mí? Yo me siento como hace bastantes años, cuando se decía que las marcas tenían que tener Facebook (la primera con nombre propio, aunque luego vinieron muchas más) o incluso mucho antes, cuando se tenía que tener web sí o sí. Ni kits ni nada han logrado que se digitalicen.

[Contenidos] 10 preguntas para hacerte antes de compartir un enlace

Se dedica más tiempo a pensar y preparar el contenido propio que el de terceros. Por eso se supone que hacer content curation requiere menos esfuerzo. La realidad es que implica otras tareas, así que aunque menos, también se acaba invirtiendo varias horas si se quiere hacer bien o, en otras palabras, con criterio.

Hay muchos motivos para decidir que una pieza merece ser compartida entre tu comunidad. Josh Spector propone 10 preguntas para las newsletters curadas, aunque pueden aplicarse a redes u otros canales:

  1. ¿Ayudará a mi audiencia a que hagan algo después de leerlo? Otra manera de decir que ha de ser útil, solucionar un problema, responder a una duda… muy relacionada con la siguiente.
  2. ¿Es valioso (cuando pueden hacer algo con esta información) o solo interesante? Yo creo que el saber por saber también aporta, pero está claro que depende del objetivo de la estrategia de content curation.
  3. ¿Lo compartirías con alguien si no tuvieses una newsletter? Pues aquí estoy yo trayendo su tuit de mi newsletter (la 666) a mi blog, así que cumple el requisito perfectamente.
  4. ¿Lo has leído? Básico, pero sí, hay quien no lee lo que comparte y se deja llevar solo por el título.
  5. ¿Cumple la promesa del titular? No solo por el punto anterior, también porque quizá es lo que se verá en la miniatura al compartir o al hacer clic, así que el suscriptor no puede sentir que le engañas (sí, aunque el enlace no sea tuyo, ha llegado por tu recomendación).
  6. ¿Ya lo han compartido otras newsletters? Puede aplicarse a cualquier canal y es una pregunta complicada de responder. Por un lado, quizá sea muy conocida y no merezca la pena seguir dándole más importancia, pero, por el otro, quizá no comentarlo te haría quedar mal, como lejos de la actualidad o tendencia.
  7. ¿Alguien lo encontraría tan valioso que querría abrir tu siguiente envío? También se puede pensar en lo opuesto: ¿sería tan poco valioso que le haría a alguien darse de baja (o de seguirte)?
  8. ¿Lograría que la gente respondiese a tu newsletter? Buena pregunta, ampliable a reenviar o compartir. Yo me he dado cuenta de que pocas personas contestan solo por una recomendación, es más bien por la suma de varias en el mismo envío que se animan a contarme que les ha gustado lo que han recibido ese día.
  9. ¿Coincide con una transformación específica que quieres que hagan tus lectores? Curiosa cuestión, muy acorde con la idea de que hacer content curation no es solo para ti, también para tu audiencia.
  10. ¿Lo compartirás aunque salga mal parado en el resto de preguntas? Básicamente, puedes hacer lo que quieras. Estas preguntas son para ayudarte si tienes dudas, pero es tu canal y tu audiencia, por tanto, tu decisión.

Compartir un enlace, tal cual, sin añadir siquiera un texto propio, estaría en el nivel más bajo de madurez de la curación de contenidos, donde menos aportación hay. Hace falta dedicar un par de segundos extras para dar un pasito (o medio) para ir al siguiente nivel y pasar así de la cantidad a la calidad. Y, para eso, hay que tener un criterio.

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