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Que un anuncio te guste no significa que recuerdes la marca, a veces hasta la puede ser que la recuerdes como de otra marca que ni es de su sector. Cosas de la memoria. La pregunta es, ¿y cuando no nos gusta? ¿La recordamos igual? No he buscado estudios, seguro que los habrá, pero he hecho la prueba con un anuncio que me dio grima desde el primer día que lo vi (en total, lo habré visto 2 o 3 veces): ¿las botellas volando? ¡Qué idea es esa! Pues de La Mancha viene y reconozco que sí me acordaba. Continúa mi autoexperimento con el Honda que, también, de buenas a primeras recordaba el spot de las ilusiones ópticas (más que nada por la parte visual). Y sí, así se hacen los estudios que no sirven para nada porque no son significativos pero lo seguiré probando.

Cine
Eso de ‘para gustos, los colores’ es una verdad fácil de comprobar cuando se habla de amor, de diseño o de películas. Todo lo subjetivo tiende a levantar polémica. El debate es sinónimo de gente dispuesta a escuchar y aceptar opiniones, ver cosas buenas y malas donde antes solo veíamos lo contrario. Así que leer sobre alguien al que se juzga si podría ser el peor director de cine es tan divertido como las listas de los mejores y peores films de la historia. ¿Quién sabe cómo serán los gustos dentro de algunas décadas? ¿Y si en el próximo milenio (cosas de la evolución) solo queda esa película y es tomada como referencia de lo que era el cine en esta época? Vaya idea, ¿eh? La regalo para los guionistas que quieran aprovecharla.

Internet
De tanto en tanto, este mundillo en que vivimos, léase la Red, se convierte en noticia. Algunas veces es porque alguien ha publicado algo (más veces malo que bueno) y, frase demasiado habitual, Internet se revoluciona. Otra versión también típica es que las redes sociales se vuelcan en algo. Como si normalmente fuésemos a la nuestra y, sin más justificación, nos pusiésemos todos de acuerdo. Pues va a ser que no todos. Pero el daño ya está hecho porque ‘desde fuera’ (sí, aún hay gente que vive feliz sin Facebook ni Twitter ni LinkedIn ni Google+) y nos cortan a todos por el mismo patrón aunque ni siquiera nos hayamos enterado de aquello que ‘nos estaba revolucionando’.

Televisión
Una ya no sabe qué hacer para evitar spoilers. He probado dejar de leer blogs de televisión entre capítulo y capítulo, bloquear hashtags en Twitter y hasta no leer la prensa digital para que no me salga una noticia de lo que ha pasado. Pensaba que estaba ‘a salvo’ por ver solo un programa de ese canal pero, claro, ahora todos se anuncian en los de la misma cadena así que cuando el primer anuncio de otro programa es un avance de lo que se verá en unos días no me da tiempo a cambiar el canal… ¡zas, spoiler! Habrá quien no considere un spoiler que te cuenten la trama de la serie o que expliquen las pruebas del programa. Son los que llaman spoiler solo a explicar el final pero también puede serlo el desarrollo… me da igual si hacen un giro al final o cualquier cosa. ¡No quiero saberlo!

[Contenidos] Edición y corrección no son lo mismo

Editar textos de otras personas es a veces la única manera que tenemos los redactores de poder ayudar a empresas que tratan temas especialmente delicados o técnicos. En otras palabras, cuando no podemos escribir sobre algún tema, podemos editar los textos de los demás para adaptarlos a un nuevo formato, mejorar el estilo o hacerlos más comprensibles y cercanos.

Otra forma de entender a la edición es la corrección aunque ésta es la forma mínima de edición, cercana a la lectura que haría (o debería) hacer el editor de un libro: no cambia ni el qué ni el cómo, simplemente que esté bien dicho (más proofreadingque otra cosa). Una edición completa es más laboriosa porque incluye el qué se dice, el cómo se dice, el a quién se dice, el por qué se dice y, además, se dice bien.

Cuando se hacen muchos cambios, el texto original podría parecer otro pero no hay que olvidar que el objetivo de la edición muchas veces es que parezca nuevo sin perder la esencia del original. Cuando se puede, fantástico pero, en ocasiones, simplemente se maquilla. La complejidad de esta tarea dependerá de lo bueno o malo que sea el original: a veces sale a cuenta volver a escribirlo de cero porque el maquillaje lo estropea.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 98 (25 de junio de 2012).

[Contenidos] Cómo vender marketing de contenidos en España, desde Barcelona

Desde abril de este año, cada mes se reunen en Barcelona un grupo de personas interesadas en las estrategias de contenidos: el Meetup Content Strategy Barcelona. Y digo ‘reúnen’ porque, aunque he formado parte del grupo desde el principio, no había podido asistir y participar hasta ayer. No pretende ser este un post crónica de lo que allí se trató (¿lo que pasa en un Meetup se queda en el Meetup?). Pero sí me gustaría utilizar la excusa del evento para tratar una pregunta por la que pasa cualquiera que se asoma por primera vez al mercado: ¿cómo vender estrategias de contenidos a los clientes en España?

El matiz final de la pregunta es importante: aquí no es como en otros países donde la sensibilidad por los contenidos es mayor (mi encuesta, aunque a pequeña escala, lo hace pensar). En España aún estamos tratando de demostrar que es una buena idea no hacer las cosas (llámalo web o presencia en medios sociales) sin pensar en los mensajes a comunicar y los contenidos que mejor nos puedes ayudar a hacerlo. Así es precisamente como Fabrizio, organizador del Meetup, empezó su exposición ayer: señalando que el tejido empresarial español tiene, digamos, sus peculiaridades.

Con un toque de humor, Fabrizio señaló 6 formas de acercarnos a los clientes. Puedes ver su presentación para identificarlas o, mejor dicho, averiguar qué máscara (o sombrero) quieres usar al tratar de vender contenidos a tus clientes. Yo tengo claro que mi perfil se acerca al del psicólogo-profesor (evangelizar es la palabra que muchas veces uso en mis clases) pero reconozco que cada persona es diferente y, más importante aún, también es diferente cada cliente al que se quiere convencer (¿vender suena demasiado duro para alguien que educa?) y las empresas en las que están. Siguiendo el ejemplo de una estrategia de contenidos, hay que fijarse en la audiencia:

  • La persona-comprador puede ser un emprededor (una persona), el miembro o el respondable de un departamento (marcom) o el director general (menos probable, para qué engañarnos).
  • La empresa-compradora puede ser una que empieza (con todo por hacer) o una que ya lleva un tiempo (con algunos problemas conocidos o por detectar).
  • La persona-vendedor puede ser alguien interno dentro de la empresa o externo y éste puede ser un freelance o una agencia.

La combinación de estas variables es la que debería marcar la estrategia a seguir: no es lo mismo ser un comercial que representa a una agencia que está tratando de vender el servicio a una empresa multinacional que un autónomo vendiendo a un emprendedor que empieza o que alguien dentro de una empresa necesite convencer a su superior que parece incapaz de ver el problema que tiene. Las conversaciones con cada uno serían diferentes pero, en mi experiencia, giran sobre dos ejes principales:

  • evidenciar los problemas de no hacerlo/haberlo hecho bien desde el principio
  • explicar los beneficios de empezar/arreglarlo cuando antes

A partir de aquí, cada vendedor tendrá su propio discurso para decir más o menos persuasivamente lo que puede aportar la estrategia de contenidos a la empresa… si la hace él mismo o su agencia porque no hay que olvidar que importa mucho quién la pensará o implimentará. Entra en juego entonces la experiencia, la ilusión o simplemente la labia, cada uno usa tus mejores bazas porque cada persona es única y si no hay plantillas en el marketing de contenidos, tampoco las hay para vender contenidos.

Resumiendo, trata de adaptar lo que vayas a decir en función de quién eres y quién es la persona con la que vas a hablar. En otras palabras, demuestra desde el primer contacto que sabes ponerte en su piel igual que harás cuando les hagas la estrategia o redactes sus contenidos. Con eso, ¡ya tendrás mucho ganado!

Media News S47 A13

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Si una imagen vale más que mil palabras, hay imágenes que se repiten tanto que se convierten en tópicos que aportan menos que cualquier palabra. En anuncios tenemos estos días otro ejemplo de este tipo de imágenes: un brazo al que se le eriza el bello. Lo hemos visto como sinónimo de emoción pero sobre todo de placer, para coches y alimentación como chocolate. Ahora lo tenemos para queso. ¿Pupilas dilatadas? Otro clásico. Es lógico porque para describir emociones se suelen usar las mismas imágenes mentales… mi queja es que inevitablemente me pongo a pensar en conducir un coche comiendo algo de queso con chocolate. Menuda mezcla, como para que me pare la policía porque, además, no tengo permiso de conducir.

Televisión
¡Dos estrenos en un día! Vaya lunes, la tele está en ‘temporada alta’… aunque las novedades no fueron tales, más bien fueron bajas. Por un lado, «Zapeando» que resultó ser un refrito que no llega ni a programa de zapping porque se rieron de los otros y alabaron a los suyos. Además, cada uno parecía ir a lo suyo, sin tener muy claro que aquello debía ser algo entretenido. Por otro, «En el aire» que se quedó en un quiero y no puedo. No es que Buenafuente engañase de lo que iba a hacer, es que resultó aburrido cuando antes no lo era. Falta de agilidad, aún con un guión que dejaba mucho que desear… y era el primero así que tuvieron tiempo para pensarlo. Hasta que pasen unas semanas o meses no creo que les de a ninguno de los dos otra oportunidad.

Internet
Los que me conocen (y ahora tú) saben que suelo tener el teléfono apagado la mayoría del tiempo, no es una herramienta que use mucho cuando estoy trabajando. Así que cuando lo enciendo y me salen varios avisos de llamada de un mismo número pero ningún mensaje en el buzón de voz pienso que no es una emergencia. Si lo fuese, hubiesen podido encontrar otras formas de contactarme porque cualquier red social permite envío de mensajes más o menos privados entre usuarios y, claro, para eso está el correo que permite una comunicación que, aunque a muchos les guste hablar, es mucho más práctico para no molestar a los que necesitamos el silencio para trabajar.

Cine
Nueva promoción en el precio de las entradas de cine en España y parece que con buenos resultados. Seguro que ha gustado a los que pensaban ir a ver una película y han aprovechado, bien por ellos. Pero también estamos los que no ni así encontramos algo para pasar por taquilla y disfrutar de una buena peli. La cartelera es variada, eso no se puede negar, pero de una mezcla que no me interesa. Prefiero quedarme en casa con un DVD que haya visto varias veces porque, aunque me sepa el argumento y hasta los diálogos de memoria, me trae mejores recuerdos que los que pueda crear un film que no me apetece bien. Así que sí, está muy bien bajar el precio de las entradas pero que también suban el de las películas.

[Contenidos] Implementación de una estrategia de contenidos sin recursos

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Hoy quisiera hablarte de la implementación de una estrategia de contenidos. Para los que la han diseñado, es el feliz momento en que se convierte en realidad porque se pasa de la teoría a la práctica; para los que tienen que hacerse cargo de ella sin haber participado en su creación, puede ser una obligación y acabar poniendo en peligro sus buenos resultados.

Igual que en cualquier otra estrategia, la implementación depende de la asignación de recursos económicos y humanos, sin olvidar que hay un componente tecnológico que puede influir en cierta medida en ellos.

El punto en el que los recursos económicos y humanos se entrecruzan es cuando se responde a tres preguntas básicas para ponerse en marcha: ¿quién se hará cargo de los contenidos dentro de la empresa? ¿Esa persona tiene el tiempo y los conocimientos necesarios? ¿Qué tareas dejará de hacer o en qué hay que formarla para pensar, escribir, publicar y promocionar contenidos?

Cuando lo que falla es conocer los pequeños trucos de la profesión, se puede encontrar buenos substitutos que nos ayuden a conectar con los usuarios como son personalidad de la marca, complicidad con los usuarios y creatividad de la persona. No es necesario ser grande para tener alguna de estas características, solo las ganas de ponerlas a trabajar para beneficio de la empresa.

Cuando lo que falla es el tiempo, recurrir al reciclaje de contenidos, convertirte en curator o programar las actualizaciones aprovechando momentos más  inspirados son formas de aprovechar el poco que se tenga al máximo. No siempre podremos crear desde cero pero aún así podremos seguir aportando valor a nuestros seguidores.

Cuando las dos cosas fallan, es decir, no se encuentra a la persona adecuada dentro de la empresa o no se tiene la estructura necesaria, se puede recurrir a externalizar las tareas. Entonces sube la partica económica y baja la de recursos humanos internos.

En base a estas cuestiones, se puede fijar el prepuesto con el que el responsable de los contenidos debe trabajar para saber cuánto tendrá que invertir en implementar una estrategia de contenidos. Contabilizando el precio/hora de los trabajadores implicados o los sueldos externos, se puede llegar al coste. Si fuese necesario, habría que sumar también algún programa o servicio para publicar contenidos.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 97 (18 de junio de 2012). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

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