Media News S16 A23

Internet
El tiempo es relativo, ya, pero hay veces en las que retrocede en lugar de avanzar. O quizá es que se queda quieto cuando yo pensaba que seguía moviéndose. Lo digo porque hablar de influencers me suena a otra época, cuando todavía no había saturación de ellos. Pensaba incluso que esa burbuja ya había explotado después de ventas que no subían. Pues parece que no. Tres sobre el tema: 1/ la charla de la IAB «El Branded Content desde los influencers«, 2/ las croquetas de Lucas (más bien de la tiktoker de la que habla) y 3/ el precio que cobran, según cuentan en el Periódico de la publicidad.

Televisión
Una amenaza no sirve de nada si no se está dispuesto a cumplirla. Y los guionistas de Hollywood ya saben el daño que pueden causar en la industria si paran, así que es lógico que la votación sobre ir a la huelga haya ganado de forma tan aplastante. Lo curioso es que no me parecía que hiciese tanto de la otra porque aún recuerdo que afectó a varias series de las que seguía. Pero, inevitablemente relacionado con el párrafo de arriba, cuentan la anterior fue en 2007-2008… lo que vendría a ser hace 15 años. Me extraña que a nadie se le ocurra hacer una serie sobre una serie que se ha visto afectada por dos huelgas.

Cine
Hace unas semanas ya comenté el extraño fenómeno de la duración de las películas, pero hoy vuelvo sobre el tema después de leer sobre movimientos en el ranking de las que tienen más metraje. Parece ser que alguien le ve sentido a tener al público 4h en la sala de cine. He hecho clases en las que mis alumnos no aguantaban 2h sin salir, así que es imposible que se animen a ir. Vejigas o educación aparte, para ellos se trocea en dos, como han hecho con la última de «Los mosqueteros». Cobrar dos veces tiene sentido (cuando la peli lo merece, claro). Si existen las tv movies, ¿por qué no una miniserie en pantalla grande?

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Cuando las marcas se toman a ellas mismas con un poco de humor, se convierten en más cercanas. No se trata de acabar todos los comentarios con «jiji» o un emoji al que se le salten las lágrimas ni tratar de ser polémicas metiéndose con todo ser vivo sobre la Tierra. Hay que encontrar el tono con el que se sientan cómodas al expresarse (hay una buena selección en este post). Luego vienen frasecillas de «formal, pero no serio» porque lo primero da impresión de profesional y lo segundo aburre. Vale, no quieres ponerle color a la vida, pero al menos recuerda que la escala de grises es muuuy grande para elegir el tuyo.

[Contenidos] Repaso a «Epic content marketing» (2ª ed.)

Después de hablar de arquitectura de la información y creatividad, cierro la trilogía pre-Sant Jordi con un libro, digamos, clásico. Joe Pulizzi y Brian Piper buscaban gente interesada en recibir la segunda edición de «Epic content» a cambio de participar de alguna manera en la promoción durante su lanzamiento. Me sumé, ya lo he leído y aquí va mi contribución a la causa.

En resumen, se trata de un libro interesante para quien está empezando. Si ya has leído algo sobre el tema, pero te falta seguridad en algunos puntos, te servirá para estructurar ideas y poner un poco de orden. Y, si ya lo controlas, te confirmará lo que ya sabes y te acabará de convencer de que no debes dejar de practicarlo.

Quizá por eso, reconozco que me leí en diagonal la primera parte. Aunque es inevitable que esté, me aportó más bien poco.

La segunda parte empieza con una definición: ¿qué es un marketing de contenidos épico? Uno por el que la gente querría pagar, dice a Jay Baer. La propuesta de Christopher Penn lo define con 3 E: entretenido, educativo y con engagement. Y la de Carla Johnson se queda solo en una: empatía. Los autores también dan su punto de vista con seis principios para que un contenido mueva a la gente:

  • Cubrir la necesidad de un nicho concreto.
  • Ser consistente en la distribución.
  • Ser humano.
  • Tener un punto de vista.
  • Evitar el discurso comercial.
  • Ofrecer el mejor contenido.

Siguen con los cinco pasos para crear marketing de contenidos épico: identificar objetivos, definir audiencia, entender al cliente, elegir un nicho para el contenido y desarrollar una misión. Algo mínimo, creo yo, pero funciona. Algunos apuntes:

  • No pienses en el contenido como un gasto, es una inversión para cumplir tus objetivos.
  • Los perfiles de audiencia han de ser detallados, con información relevante sobre el proceso de compra, barreras, decisiones, prioridades… no con datos inútiles.
  • Trabaja el ciclo de engagement, una combinación entre procesos internos de venta y el ciclo de compra del cliente.
  • Nichos pequeños y marketing fractal se llevan muy bien, te enfoca en la parte más valiosa de tu audiencia.
  • Tu misión ha de ser conocida por cualquiera que esté generando contenidos en tu nombre. Si no, no sirve de nada.

La tercera parte del libro está dedicada a la gestión del proceso, lo cual incluye, cómo no, el calendario editorial y una guía de estilo (ambos pilares del contenido). Además, detalla algunos roles y responsabilidades del equipo (básico para una cultura del contenido) y explica cómo hacer una auditoría.

Menciona también un código ético, extraído de Contently, que equipara bastante esta profesión con el periodismo: respetar valores como honestidad e integridad, documentar los hechos, comunicar la verdad, acreditar fuentes, avisar de posibles conflictos de interés y asegurar que el lector entiende la intención del contenido, entre otros.

La cuarta parte es la que me parecía más interesante porque está dedicada a hacer que el contenido funcione, con capítulos dedicados a su promoción y medición, pero también la creator economy y la IA. 10 ideas que merecen ser destacadas:

  • Recuerda que pierdes el control cuando publicas en canales de otros.
  • Si algo te funciona en un canal, intenta llevarlo a otro.
  • Crear contenidos para pocas búsquedas al mes puede ser más que rentable que las que tienen mucha competencia.
  • Reimagina cada pieza de 10 formas diferentes para que se encuentre más fácilmente.
  • Poner barreras de acceso al contenido también las añade para que se comparta.
  • El ROO (Return On Objective) se centra en un objetivo real y puede requerir una o varias métricas, desde las básicas de comportamiento (tráfico, Me gusta) a las principales relacionadas con el negocio (ventas, ratio de retención), pasando por las secundarias que pueden considerarse objetivos a corto plazo (suscriptores, leads).
  • Es importante crear contenido útil, pero también que sea en un nicho en el que puedas diferenciarte.
  • No puedes saber qué te da resultados si no mides, al menos durante 30-60 días para saber si merece la pena seguir.
  • Hemos pasado de necesitar 1000 fans a solo 100 para que alguien pueda vivir de su contenido.
  • Para llegar a tener fans o superfans, antes hay que construir una comunidad, formada por personas que interactúan y no solo consumen contenidos.

Las dos últimas partes están dedicadas a «lo siguiente», pero no me han convencido lo suficiente como para destacar nada concreto. Eso sí, el último capítulo incluye algunas frases motivadoras que sirven de resumen del libro y hacen que la lectura deje un buen sabor de boca. Por ejemplo:

  • Centrarse en las necesidades del cliente es más importante que quieres venderle.
  • Sin contenido, una comunidad es improbable, sino imposible.
  • El 90% de las webs corporativas hablan de lo buenas que son las empresas o sus productos y se olvidan del cliente.
  • No hay una forma buena de hacer marketing de contenidos, hay que experimentar.
  • La curación de contenidos es importante, pero no es una estrategia: para ser un experto en quien confiar, has de crear tu propio contenido.

Acabo con una frase que he usado muchos años en mis clases porque para mí es la clave y el motivo por el que me gusta dedicarme al marketing de contenidos: «los clientes quieren ser inspirados: sé la inspiración«.

Media News S15 A23

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El titular de esta columna da para pensar mucho: «Ya NO hay creativos, en las agencias, de menos de 40 años». Primero por la redacción, no tanto poner esa palabra en mayúsculas, sino por la acotación entre comas: ¿es que en las empresas sí se cubren esos puestos? Quizá sí porque, en realidad, externalizan y lo único que hacen es gestionar. Después por lo que implica: ¿la edad importa para redactar? Di mi opinión hace unos meses y, viendo ofertas para las que la experiencia no es importante, no hemos avanzado mucho. Casi vamos a peor porque, si seguimos así, el título será que no los hay de ningún tipo.

Cine
Pues no le falta razón a James Gunn: estoy un poquitín harta de las pelis de superhéroes… y sí, diría que héroes en general. No me apetece ver más historias de Marvel, DC (quizá si se combinasen), 007, Misión imposible, F&F y cualquier otra saga que se dedique a salvar el mundo con alguna solución sacada de la chistera en el último minuto y que tenemos que creer. ¿De verdad son creíbles? Pues no, la mayoría de las veces no lo son… ni falta que hace porque ya entramos en la sala con esa expectativa. ¿Cuánto nos dura el interés? Según el momento vital, toda la vida o solo unos años. Yo les reconozco el mérito de crear esos universos, pero hace unas paradas que me quiero bajar de este tren.

Televisión
Si hace un par de semanas hablaba de «Los Simpson», no puedo evitar hacer lo mismo con el gráfico de otras comedias. Se confirma que es de las pocas que aguanta tras varias temporadas con malas valoraciones y es interesante ver que pocas acaban por todo lo alto. Se podría calcular si hay alguna relación entre la duración y los votos, pero al final lo que importa para decidir si se continúa o no una serie es la audiencia. En el otro lado, el de los estrenos, tenemos a las plataformas generando 60 novedades a la semana, según parece, contando también pelis y documentales. No sé cuántos sobrevivirán, pero está claro que sería imposible hace unos años cuando solo había dos canales… aunque había muchas más salas de cine.

Internet
Recuerdo, hace mucho, mucho tiempo, que en su aviso legal a una marca se le ocurrió incluir que no se podía enlazar a su web. Seguramente se debía referir al uso de imágenes desde servidores externos, pero los de legal ya se sabe que se curan en salud y lo hacen todo lo más ampliamente restrictivo posible. Hace menos, pero igualmente suena a otra época, los medios no querían que existiese Google News porque les quitaba tráfico. Y consiguieron que desapareciese… durante un tiempo. Ahora, las redes sociales penalizan el alcance de los enlaces fuera de la red, incluso los bloquean. Como bien recuerdan en Substack: los enlaces no deberían limitarse.

[Contenidos] Método para activar tu creatividad

Después de hablarte la semana pasada de la arquitectura de la información, te traigo mi resumen-comentario de un libro totalmente opuesto: «El camino de la creatividad», de Facundo Arena: disponible en PDF a cambio del correo gentileza de Laboratorio Gaiki.

En el primer repaso al índice, se ve que los apartados son cortitos, de poco más de un par de páginas. Como escritora, sé que es una buena forma de organizarse; como lectora, agradezco que pueda ir directamente a lo que me interesa. Eso los bloques «Manos a la obra» donde el autor sugiere actividades para estimular los sentidos creativos.

Apunta Arena que la creatividad nos toca con «su varita mágica, muchas veces disfrazada de casualidad o de producto de un lago esfuerzo» y la define como «una fuerza natural que hace y trasciende todas las cosas y seres del Universo». ¡Vaya propuesta! Me gusta la idea de que sea una fuerza de la naturaleza, como la gravedad o el electromagnetismo, una explosión, una energía capaz de crear vida.

La definición de idea también me gusta: destellos de posibilidades, insinuaciones del Universo. La de David Lynch ahonda un poco, literalmente: son peces en el agua, en la superficie están los pequeños y en las profundidades los más grandes y raros. Quizá por eso sugiere poner nombre a la idea, para salvarla y después hacer un boceto para que sea digna de ser desarrollada. Así también la pulimos para perfeccionarla.

Un matiz interesante para distinguir creatividad de inspiración: la primera está relacionada con la generación de ideas y la segunda con lo que se hace después con ella. Para que lo segundo ocurra, hay que cuidar de la idea, es decir, protegerla de personas negativas que pueden arruinar el proceso creativo. Eso sí, una vez se ha realizado, ya no es nuestra: pertenece al mundo.

Otro matiz es que se puede copiar y mezclar porque nadie empieza de la nada. Todo está inventado. Dice el autor que «debemos destruir el mito de que la creatividad es solamente originalidad. Es la combinación de cosas ya realizadas para crear algo nuevo». Así que nada de empezar con esa limitación ni desechar una idea porque ya está hecha.

Hay varios factores de riesgo que estropean nuestra capacidad de inspirarnos: cuando hacemos muchas cosas, nos cerramos a nuevas; al estar demasiado tiempo en el mismo lugar o con las mismas personas; y la mala costumbre de no centrarnos en disfrutar de lo que estamos haciendo.

También hay varios motivos por los que perdemos nuestra energía creativa o fuerza de voluntad, pero la falta de entusiasmo se puede recuperar volviendo a poner foco en las ideas que apuntaste, repasando bocetos, leyendo sobre el tema… Poco a poco vuelve el hábito (disparador, rutina, recompensa) y la productividad creativa.

Tener un proyecto nos ayuda en momentos difíciles porque, cuando estamos inmersos en ese proceso, el tiempo deja de contar. Pueden ser minutos o varias horas, según. Además, la creatividad requiere organización, tiempo y disciplina. Relacionado con esto, habla del ritmo creativo: hay quien entra en sintonía fácilmente, de forma natural, y a quien le cuesta un poco más. Cada cual fluye a su ritmo.

En resumen, el método creativo que propone Arena sigue estos pasos:

  1. Convierte una idea en un proyecto (y ponle nombre).
  2. Define objetivos (para organizar el trabajo y poner fecha de finalización).
  3. Haz averiguaciones (investiga, documéntate, toma notas).
  4. Elige un gurú (una persona «que conozcas bien» a la que dedicarle el proyecto).
  5. Prepara tu taller (o lugar de trabajo).
  6. Haz un prototipo (por la vía incremental, paso a paso, o la iterativa, versionando).
  7. Encuentra tu aldea (un lugar para expertos fuera de tu zona de confort).
  8. Pide ayuda (supera el miedo y busca apoyos externos).
  9. Medita (si quieres, digo yo).
  10. Da un paso al lado (para no quemarte).
  11. Be water, my friend (y fluye).

Acabo con una frase de Charles Mingus que he recuperado de otro libro «El código de la persuasión«: «hacer complicado lo simple es lo normal; hacer simple, terriblemente simple, lo complicado: eso es la creatividad». Y, de paso, te recuerdo que hace unos años recopilé algunas ideas de John Cleese sobre este mismo tema.

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Cine
La inteligencia artificial está en todas partes, sí, también en el cine. Tres noticias al respecto para que veas que casi podría hacerse un monográfico. 1/ Actores que, por contrato, no quieren que se manipule su interpretación. Bravo. Más todavía si ya hay quien la usa en redes sociales, claramente sin su permiso, con la excusa de la diversión. 2/ Guionistas que quieren prohibir el uso de la inteligencia artificial en su profesión. ¡Ah, para eso sirven los sindicatos! Y 3/ Directores que, por la magia de la IA, ven copiado su estilo para generar imágenes, hay que reconocerlo, muy realistas y representativas.

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Te dejo un tema de debate para la próxima vez que alguien te hable de chats inteligentes: ¿sabes que pueden mostrar publicidad? Pues sí, hace ya un tiempo que es posible y viene bien indicado como anuncio. El contexto de la pregunta lo pone fácil: si buscas una marca concreta, ¡cómo no darte un modelo! Quizá con otra más indirecta no llegaría a mostrarlo, pero es una posibilidad que seguro hará a más de una marca relamerse. Mientras, la otra cara de la moneda: estos días se está hablando de despidos en el sector y prohibiciones. Quién nos lo iba a decir hace unos años cuando nos reíamos de su abuelo.

Internet
La automatización a veces funciona y a veces no. Tan binaria como los 0 y 1 que la configuran. Y no lo digo por la IA, hablo de mensajes que se envían automáticamente cuando pasa algo. Estás de vacaciones, dejas de correo de aviso para quien quiera ponerse en contacto contigo. Gestionas reservas y programas una notificación cuando hay plazas libres. Hasta aquí la teoría, en la práctica: contestas aunque digas que tu tienda está cerrada y llamas por teléfono porque si no se pasa el plazo. ¿Dónde está el problema? Quizá en el que el sistema no lo tiene todo previsto, incluida la posibilidad de que alguien quiera hacerlo a mano.

Televisión
Si quieres algo serio, la iniciativa del segundo canal francés para explicar el cambio climático a diario insertando el gráfico de colores con la temperatura anual y con noticias de divulgación relacionadas, en prime time, no en un horario minoritario. Y es serio, también por algunos comentarios a la publicación, como siempre. Si prefieres algo más divertido, no puedes dejar de ver este hilo de votaciones sobre momentos televisivos que parodian la propia televisión. Hay algunas que yo ya los califico de clásicos históricos, como «El príncipe de Bel-Air» o «The Nanny».

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