[Contenidos] Publica si quieres o no, si no quieres

Hoy es un día festivo (si es que lo lees el día en que dejo programado este post), uno de esos en los que no se trabaja (si así lo dice tu sector). Surge, como siempre, la duda de si habrá alguien al otro lado para leer esto. En el festivo anterior, lo comentaba Lucas y seguiremos haciéndolo muchas más veces, aunque una buena respuesta a si publicar o no la daba el viernes Andrés y me va perfecta para lo que quería contarte hoy.

Si seguimos viendo a los blogs como diarios personales, está claro que la vida no se detiene porque el calendario esté marcado en rojo. Lo hará en la oficina en la que se gestionan los corporativos y quién sabe lo que pasa con los profesionales porque pueden decantarse para un lado o el otro, a conveniencia. Eso pensando en quién escribe, pero ¿y en quién lee? La temática y el sector influyen, pero es muy probable que ocurra lo mismo: hay quien desconecta y hay quien no.

Ambas situaciones tienen pros y contras, cómo no, así que es cosa tuya seguir con tu vida o ponerte en pausa un ratito. Puedes hacer como yo y dejar programada la publicación (con más o menos sustancia) un par de días antes o saltarte esta fecha hasta la siguiente de tu calendario editorial. Es lo bueno que tienen los blogs, siempre están ahí esperándote, lo malo es que la actualidad no se puede programar, así que hay que elegir lo atemporal para no pillarte los dedos con el piloto automático.

Las redes sociales son otra historia. Se alimentan de las interacciones, así que es muy fácil hundirte en lo más bajo del algoritmo si desconectas demasiado. Lo he vivido. Y, la mala noticia, es que no puedes programar los comentarios o los likes (al menos si quieres que tengan un sentido). Toca no dormirse, pero también hay una buena noticia porque en el tiempo libre es cuando más uso se dan a las redes, así que no supone un sobreesfuerzo aparecer por ahí postureando el «descanso».

A estas alturas, ya sabes que hay que tener una estrategia para cualquier situación: para los buenos tiempos y para los malos, para cuando sabes qué publicar y cuando no tienes tiempo, para si tu audiencia está conectada o si es probable que esté de vacaciones, para corto y largo plazo, etc. Son decisiones que has de tomar pensando en tu objetivo, pero también en ti.

El símil de Andrés es muy adecuado: como el árbol que cae en el bosque sin que nadie escuche su sonido, tu post puede que no sea leído en ese momento, pero no hay duda de que tiene un efecto. Primero en ti que has hecho el esfuerzo de ser constante, pero también en las personas que se lo encontrarán más adelante (hay que distinguir entre publicación y promoción, siempre). Puede que sea el mismo día, la semana siguiente o en unos meses, quién sabe si años. Las búsquedas son impredecibles, pero pasará si has creado un buen contenido.

Conclusión: si quieres, publica y si no quieres, pues no. Hablo del blog, no de las redes, porque en tus canales, tú pones las normas pero, en los prestados, has de acatar las suyas.

Media News S17 A23

Cine
Mientras es normal sentir que en la Red todo pasa muy deprisa, hay cosas se cuecen des-pa-cito: ya hay fecha para los Oscars 2024. Se puede entender en cuanto a logística porque hay que mover a mucha gente. Pero, ¿que ya haya favoritos? Quizá se nominen, vale, pero me parece ir demasiado lejos considerando que en esa quiniela hay película que ni se han estrenado. Claro que hablamos de grandes producciones, con grandes nombres propios delante y detrás de la cámara. Pero este año se ha demostrado que se pueden quedar sentados mientras otros menos conocidos saludan a sus familias desde el escenario.

Televisión
Sé que a veces me paso de nostálgica, pero es que las noticias lo ponen muy fácil: vuelve «SuperGarcía«, vuelve «Humor amarillo» y vuelve «OT«. A las nuevas generaciones quizá ni les suene el nombre ni el formato, pero el resto seguro que pasó más de un buen momento con alguno de ellos. La sociedad ha cambiado y ya hay muchos concursos musicales. Así que, como en muchos remakes cinematográficos, tendrán que encontrar el equilibrio entre mantener el mismo espíritu o actualizarlo. Concretamente, en el caso del castillo de Takeshi, el doblaje era tan protagonista como la imagen. Veremos si me harán recuperar el original o disfrutaré de la nueva versión.

Publicidad
Fanta estrena nueva identidad, pero es tan parecida a la anterior que todo lo que van a invertir en cambiar packagings se lo van a poder ahorrar en publicidad. Es tan sutil que el usuario va a seguir identificando la marca, casi como si nada hubiera pasado. Es tan igualita que no serviría para «encontrar las siete diferencias». Este tipo de «cambios» nada llamativos, por no decir invisibles, no sé bien cómo tomármelos, si como una buena jugada o una mala. Sin saber lo que se ha cocido antes, prefiero no juzgar ni a agencia ni a cliente. Claro que, como consumidora de la marca, me pregunto si tiene alguna justificación real.

Internet
Llevamos unos días con Twitter revolucionado, con cosas que tenían que pasar y no pasaron, pero también con las que sí estaban previstas y sucedieron. Y, ¿a quién más le importa que a los tuiteros del universo? Pues a nadie, bueno, quizá algún medio puso información online, pero no he visto a gente haciendo campañas quejándose. Qué va, es una de esas cosillas pequeñitas que hacen un poquito de ruidito en este mundillo y se olvidan rápidamente. Me atrevo a decir que el dueño lo sabe y por eso va dando estos pasitos hasta configurar la red como él quiere. Mientras, nos quedamos, aunque con dudas de por cuánto tiempo.

[Contenidos] 23 preguntas que no te estás haciendo

Para la selección de las Content News de este mes, he decidido convertir (casi) todas las recomendaciones de abril en preguntas. En realidad, lo probé con el envío de Semana Santa y funcionó bastante bien, así que lo extiendo al resto y así también puedes comprobar que en mi newsletter entra todo lo que tiene que ver con los contenidos… ¡y es mucho!

Si quieres seguir haciéndote preguntas para mejorar tus contenidos, aquí mismito tienes el formulario de alta.

Media News S16 A23

Internet
El tiempo es relativo, ya, pero hay veces en las que retrocede en lugar de avanzar. O quizá es que se queda quieto cuando yo pensaba que seguía moviéndose. Lo digo porque hablar de influencers me suena a otra época, cuando todavía no había saturación de ellos. Pensaba incluso que esa burbuja ya había explotado después de ventas que no subían. Pues parece que no. Tres sobre el tema: 1/ la charla de la IAB «El Branded Content desde los influencers«, 2/ las croquetas de Lucas (más bien de la tiktoker de la que habla) y 3/ el precio que cobran, según cuentan en el Periódico de la publicidad.

Televisión
Una amenaza no sirve de nada si no se está dispuesto a cumplirla. Y los guionistas de Hollywood ya saben el daño que pueden causar en la industria si paran, así que es lógico que la votación sobre ir a la huelga haya ganado de forma tan aplastante. Lo curioso es que no me parecía que hiciese tanto de la otra porque aún recuerdo que afectó a varias series de las que seguía. Pero, inevitablemente relacionado con el párrafo de arriba, cuentan la anterior fue en 2007-2008… lo que vendría a ser hace 15 años. Me extraña que a nadie se le ocurra hacer una serie sobre una serie que se ha visto afectada por dos huelgas.

Cine
Hace unas semanas ya comenté el extraño fenómeno de la duración de las películas, pero hoy vuelvo sobre el tema después de leer sobre movimientos en el ranking de las que tienen más metraje. Parece ser que alguien le ve sentido a tener al público 4h en la sala de cine. He hecho clases en las que mis alumnos no aguantaban 2h sin salir, así que es imposible que se animen a ir. Vejigas o educación aparte, para ellos se trocea en dos, como han hecho con la última de «Los mosqueteros». Cobrar dos veces tiene sentido (cuando la peli lo merece, claro). Si existen las tv movies, ¿por qué no una miniserie en pantalla grande?

Publicidad
Cuando las marcas se toman a ellas mismas con un poco de humor, se convierten en más cercanas. No se trata de acabar todos los comentarios con «jiji» o un emoji al que se le salten las lágrimas ni tratar de ser polémicas metiéndose con todo ser vivo sobre la Tierra. Hay que encontrar el tono con el que se sientan cómodas al expresarse (hay una buena selección en este post). Luego vienen frasecillas de «formal, pero no serio» porque lo primero da impresión de profesional y lo segundo aburre. Vale, no quieres ponerle color a la vida, pero al menos recuerda que la escala de grises es muuuy grande para elegir el tuyo.

[Contenidos] Repaso a «Epic content marketing» (2ª ed.)

Después de hablar de arquitectura de la información y creatividad, cierro la trilogía pre-Sant Jordi con un libro, digamos, clásico. Joe Pulizzi y Brian Piper buscaban gente interesada en recibir la segunda edición de «Epic content» a cambio de participar de alguna manera en la promoción durante su lanzamiento. Me sumé, ya lo he leído y aquí va mi contribución a la causa.

En resumen, se trata de un libro interesante para quien está empezando. Si ya has leído algo sobre el tema, pero te falta seguridad en algunos puntos, te servirá para estructurar ideas y poner un poco de orden. Y, si ya lo controlas, te confirmará lo que ya sabes y te acabará de convencer de que no debes dejar de practicarlo.

Quizá por eso, reconozco que me leí en diagonal la primera parte. Aunque es inevitable que esté, me aportó más bien poco.

La segunda parte empieza con una definición: ¿qué es un marketing de contenidos épico? Uno por el que la gente querría pagar, dice a Jay Baer. La propuesta de Christopher Penn lo define con 3 E: entretenido, educativo y con engagement. Y la de Carla Johnson se queda solo en una: empatía. Los autores también dan su punto de vista con seis principios para que un contenido mueva a la gente:

  • Cubrir la necesidad de un nicho concreto.
  • Ser consistente en la distribución.
  • Ser humano.
  • Tener un punto de vista.
  • Evitar el discurso comercial.
  • Ofrecer el mejor contenido.

Siguen con los cinco pasos para crear marketing de contenidos épico: identificar objetivos, definir audiencia, entender al cliente, elegir un nicho para el contenido y desarrollar una misión. Algo mínimo, creo yo, pero funciona. Algunos apuntes:

  • No pienses en el contenido como un gasto, es una inversión para cumplir tus objetivos.
  • Los perfiles de audiencia han de ser detallados, con información relevante sobre el proceso de compra, barreras, decisiones, prioridades… no con datos inútiles.
  • Trabaja el ciclo de engagement, una combinación entre procesos internos de venta y el ciclo de compra del cliente.
  • Nichos pequeños y marketing fractal se llevan muy bien, te enfoca en la parte más valiosa de tu audiencia.
  • Tu misión ha de ser conocida por cualquiera que esté generando contenidos en tu nombre. Si no, no sirve de nada.

La tercera parte del libro está dedicada a la gestión del proceso, lo cual incluye, cómo no, el calendario editorial y una guía de estilo (ambos pilares del contenido). Además, detalla algunos roles y responsabilidades del equipo (básico para una cultura del contenido) y explica cómo hacer una auditoría.

Menciona también un código ético, extraído de Contently, que equipara bastante esta profesión con el periodismo: respetar valores como honestidad e integridad, documentar los hechos, comunicar la verdad, acreditar fuentes, avisar de posibles conflictos de interés y asegurar que el lector entiende la intención del contenido, entre otros.

La cuarta parte es la que me parecía más interesante porque está dedicada a hacer que el contenido funcione, con capítulos dedicados a su promoción y medición, pero también la creator economy y la IA. 10 ideas que merecen ser destacadas:

  • Recuerda que pierdes el control cuando publicas en canales de otros.
  • Si algo te funciona en un canal, intenta llevarlo a otro.
  • Crear contenidos para pocas búsquedas al mes puede ser más que rentable que las que tienen mucha competencia.
  • Reimagina cada pieza de 10 formas diferentes para que se encuentre más fácilmente.
  • Poner barreras de acceso al contenido también las añade para que se comparta.
  • El ROO (Return On Objective) se centra en un objetivo real y puede requerir una o varias métricas, desde las básicas de comportamiento (tráfico, Me gusta) a las principales relacionadas con el negocio (ventas, ratio de retención), pasando por las secundarias que pueden considerarse objetivos a corto plazo (suscriptores, leads).
  • Es importante crear contenido útil, pero también que sea en un nicho en el que puedas diferenciarte.
  • No puedes saber qué te da resultados si no mides, al menos durante 30-60 días para saber si merece la pena seguir.
  • Hemos pasado de necesitar 1000 fans a solo 100 para que alguien pueda vivir de su contenido.
  • Para llegar a tener fans o superfans, antes hay que construir una comunidad, formada por personas que interactúan y no solo consumen contenidos.

Las dos últimas partes están dedicadas a «lo siguiente», pero no me han convencido lo suficiente como para destacar nada concreto. Eso sí, el último capítulo incluye algunas frases motivadoras que sirven de resumen del libro y hacen que la lectura deje un buen sabor de boca. Por ejemplo:

  • Centrarse en las necesidades del cliente es más importante que quieres venderle.
  • Sin contenido, una comunidad es improbable, sino imposible.
  • El 90% de las webs corporativas hablan de lo buenas que son las empresas o sus productos y se olvidan del cliente.
  • No hay una forma buena de hacer marketing de contenidos, hay que experimentar.
  • La curación de contenidos es importante, pero no es una estrategia: para ser un experto en quien confiar, has de crear tu propio contenido.

Acabo con una frase que he usado muchos años en mis clases porque para mí es la clave y el motivo por el que me gusta dedicarme al marketing de contenidos: «los clientes quieren ser inspirados: sé la inspiración«.

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad