[Contenidos] Cómo hacer marketing de contenidos centrado en el cliente

Si tu empresa está centrada en el cliente, lo normal sería que también tu contenido lo fuese. Si todavía no lo eres, supongo que estarás yendo en esa dirección, así que también te puede servir esta recopilación de consejos para hacer una estrategia de marketing de contenidos centrada en el cliente (customer-centric content marketing strategy).

El marketing de contenidos es el tipo de contenido más centrado en el usuario. Aunque otros también puedan tener ese foco, pueden cambiarlo a placer, mientras que el content marketing no se aleja nada de los intereses de la audiencia. En este caso, hablamos de clientes, es decir, los que ya han comprado, pero se puede aplicar a desconocidos que todavía no han empezado su viaje por el embudo de conversión.

Mientras leas este post, olvídate de los contenidos enfocados a producto en los que explicas lo fantástico que es o las características que lo diferencian de tu competencia: centrarse en el cliente implica hablarle sobre sus intereses y cómo puedes solucionarle sus problemas (sí, ya, con tu producto, pero no es lo único sobre lo que puedes escribir).

Ten en cuenta también que los pasos para hacer una estrategia de marketing de contenidos son los mismos que para una customer-centric: tienes todos los detalles en «Marketing de contenidos» y «Estrategia de contenidos«, donde lo cuento desde diferentes ángulos, así que me centraré en recomendaciones para afinar los resultados.

¿En qué has de fijarte para que tus contenidos se centren en el cliente?

Lo más importante, como siempre que hablamos de marketing de contenidos, es conocer bien a la audiencia/cliente. Sin esto claro, es imposible seguir (por eso es un pilar del contenido).

En resumen: empieza por lo básico y añade tantas capas como te sea posible para no despistarte y eliminar de forma natural a quien no quieres como cliente (no, tu público no es todo el mundo). Hacer un mapa de empatía te ayudará, tanto como un customer journey y un mapa de contenidos para que tu buyer persona te sea útil y no un gráfico para presentaciones anuales.

Una vez tengas claro quién es tu cliente, ya puedes crear contenido. Para que sea customer-centric:

  • Responde a sus preguntas. Así atraes al usuario que está buscando información en Google sin saber que existes.
  • Soluciona sus problemas. En general, en su entorno y no solo cómo le ayuda tu producto (beneficios).
  • Empatiza con sus necesidades. El marketing de contenidos lo hacen personas para personas. Sufren, sueñan, lloran… y les escuchas, les consuelas porque estás ahí para tus clientes (si no, no están en el centro).
  • Motiva, inspira. Se trata de animarles a ser felices, hacerles las cosas más fáciles, quitarles estrés, ayudarles a superar sus retos y miedos… hay un mundo mejor ahí fuera y pueden conseguir llegar a él.
  • Comparte lo que tenéis en común. Tú sabes qué es, es eso que te hace sonreír cada mañana camino del trabajo. Es lo que también le encanta a tu cliente (si no, busca otro cliente u otro negocio).
  • Conversa antes de convertir. Llámalo tener como objetivo el engagement en lugar de la venta, pero intenta intercambiar mensajes que no sean solo comerciales (es raro hacer solo marketing de contenidos, pero posible).
  • Cuenta una historia. El storytelling te aleja del lenguaje corporativo que es aburrido y sin capacidad de llamar la atención. Entretener te permite expresar y despertar emociones.
  • Escribe como piensa tu audiencia. No hay nada mejor para conectar con los clientes que hablar como ellos, lo que también te llevará a expresar tu personalidad al elegir los temas de interés compartidos.
  • Pásate al omnicanal, si todavía no lo has hecho. Recuerda que es más una cuestión de experiencia que de multicanalidad porque ha de ser coherente e integrada.
  • Analiza lo que publicas, sobre todo si tienes varios públicos. Fíjate en los datos de la web y sociales para confirmar que les demuestras (y se creen) que están en el centro.

Con una estrategia de marketing de contenidos centrada en el cliente, estarás dándole una buena experiencia, se sentirá querido, comprendido y así su satisfacción acabará retornando, por ejemplo con forma de interacciones que aumentan el alcance, repetición de compra o recomendaciones.

10 formas de asegurarte de que tu estrategia de #marketingdecontenidos está centrada en tu cliente. Compartir en X

Media News S02 A23

Televisión
Nadie puede negar que «Grease» es una película clásica. Sus personajes son icónicos y ya me extrañaba a mí que no se les haya ocurrido antes resucitarlos (no, la segunda parte no cuenta). Convertir en serie el origen de las Pink Ladies suena bien, no cabe duda de que son un grupito bien interesante (mucho más que los T-Birds). Pero me parece que los 40 años que nos separan de la peli puede hacer que la historia se tiña precisamente de color rosa y no quede rastro de aquellas chicas. A la vez, hay canales que se atreven de hablar de adolescentes embarazadas, así que, como siempre, depende de dónde se vaya a emitir y Paramount no es la MTV.

Cine
Tampoco se puede negar que «El exorcista» es un clásico… aunque del mismo año prefiero con diferencia «El golpe». ¿De cuándo estoy hablando? Pues de hace ya 50 años, sí, medio siglo de posesiones y otras muchas pelis icónicas, como «Operación dragón», «Jesucristo Superstar», «Serpico» o «Papillon». Si no las has visto, en fin, allá tú, pero para mí que estás tardando demasiado. Claro que quizá prefieres empezar por las geniales «Metrópolis» o «Amanecer» que este año entran en la categoría de dominio público, así que puedes hacer con ellas lo que quieras… empezando por verlas para adorarlas.

Publicidad
Hubo un tiempo (en este párrafo no quiero calcular cuántos años hace) que el primer y último anuncio del año eran una buena inversión. Se sabía que se hablaría de ello, como mínimo, un poquito antes y que habría muchos ojos mirándolos. Este año (y van unos cuantos) me entero de que ha sido Coca-Cola quien ha pagado por el honor, aunque reconozco que no lo he visto más que en los medios digitales. Como comenta Randy en Espinof: hay pocos momentos en los que la publicidad no moleste. En Nochevieja, suele hacerlo… o no porque, directamente, ni la miramos porque estamos pendientes de otras cosas.

Internet
Rápido análisis de mi regreso a las redes porque ha sido algo curioso: muchísimo más alcance en Facebook, cuando hubiese dicho que su algoritmo es el que menos premia el silencio, que en Twitter que es mi red favorita. Como punto intermedio está LinkedIn, así que este mes me he propuesto cuidarlo un poquito más. A ver si lo consigo porque en este par de días solo estoy leyendo sobre IA. Ya, el tema es tendencia, pero está todavía en ese punto en el que se repite todo demasiado como para intentar sacar algo en claro más allá de que todos tenemos mucha curiosidad por dónde irán los tiros este año. ¿Curvas, cuestas, precipicios…?

[Contenidos] Escribir a diario, ¿propósito u objetivo?

Año nuevo = Momento de hacer propósitos… o no (nadie se cree ya lo de ir al gimnasio). Los propósitos son intenciones, algo que se espera lograr si se le pone cierta voluntad. Quizá por eso tienen fama de no cumplirse y a los importantes de verdad se les llama objetivos para que suene más cercano a la realidad. Pero, escribir cada día, ¿es un propósito u objetivo?

Como siempre, depende de quién se haga la pregunta:

  • Para alguien que escribe en su tiempo libre, empezar con las morning pages es un buen propósito porque así se coge la costumbre de sentarse a vaciar la mente. Esto puede servir de preparación para ponerse al fin con esa novela que ronda la cabeza desde hace tiempo. Son cambios en el comportamiento a corto plazo.
  • Para quien quiere dejar de ser amateur y ganarse la vida escribiendo, no sirven los propósitos: hay que tener objetivos. Así que para publicar un libro hay que poner una fecha concreta y así desgranarlo en cuántas páginas o capítulos hay que escribir al día o al mes. Son cambios que se quieren hacer a más largo plazo.
  • Para los que vivimos de escribir, la cosa se complica. Cobramos por palabra, pero quizá no queremos escribir más (o más rápido), sino que estén mejor pagadas. O quizá más para un buen cliente y menos para aquel que nos quita el sueño. Son cambios de comportamiento, pero también de mentalidad, de enfoque del negocio.

Así que para alguien sentarse cada día a casar palabras puede ser un propósito y para otra persona un objetivo. En «The 5 pillars of digital writing«, Dickie Bush y Nicolas Cole consideran el primer pilar la costumbre de escribir a diario. Su truco para lograrlo es poner límites a las distracciones y reservarse tiempo para lograrlo, estableciendo así horas sagradas. Llámalo reuniones con tu propia escritura, pero has de planearlas y bloquearlas para no tener otra cosa que hacer ni en la que pensar.

Cada cual sabe cuál es su momento del día en que conecta mejor los puntos, solo hay que sumar que nadie le vaya a molestar. Además, puede variar en cualquier momento. Quizá en invierno es por la mañana y en verano por la noche, ¡tú lo sabrás mejor que nadie! Al principio quizá te cueste enfocarte, pero pasados unos días irás progresando, acostumbrándote a escribir y pasando de un propósito sin futuro a un objetivo medible.

Yo lo que hago es organizar mi calendario de trabajo en función de esas horas para poner ahí los posts más complicados o aquello en lo que necesito centrarme más. Entonces, pongo el modo «no molestar» en el móvil y dejo abierta solo la pestaña/app donde estoy escribiendo. No son horas sagradas estrictamente, pero es lo más cercano.

Este año me he propuesto publicar otro libro (¡el 17!), así que ya estoy viendo cómo encajar el redactar por trabajo y por placer para que haya horas sagradas para ambos. Espero que convivan como mis objetivos para 2023 y que el uno no eclipse al otro (hay que facturar, pero también disfrutar).

¿Escribes cada día? Puedes hacerlo tu propósito o tu objetivo para 2023. Compartir en X

Media News S01 A23

Televisión
Podría empezar el primer Media News del año con algún que otro dato sobre cómo fueron las campanadas, pero ya se ha escrito mucho sobre el tema y la propuesta de Mando me parece más interesante: ¡un seguro de cancelación de series! Imposible tal y como funciona la tele hoy en día, pero quizá podría darse en un futuro quién sabe cómo de lejano. Hasta ahora, lo más cercano sería micromecenazgo previo, pero podría combinarse con la posibilidad de asegurar la producción una vez ya se estuviese emitiendo o quizá simplemente después del piloto, como si la audiencia tuviese poder de decisión.

Cine
Las plataformas nos ponen fácil elegir pelis navideñas, al menos en teoría. Todas tienen alguna que otra categoría relacionada, incluso una para reuniones familiares que te ayudan a comprender mejor cómo es cada miembro. En la práctica, sigue costando elegir qué ver y me atrevo a decir que la mejor opción es una mezcla de los clásicos (yo no puedo pasar una Navidad sin «Los fantasmas atacan al jefe» y «Love actually») y alguna nueva (sea estilo Hallmark o cualquier otra porque siguen estrenándose algunas que podríamos decir son alternativas a las temáticas más edulcoradas o infantiles).

Publicidad
No me aparto de los temas navideños porque este hilo con los mejores anuncios gráficos de estas fechas merece la pena revisarse. Son campañas antiguas y algunas las recodaba, otras me han sonado a nuevas, pero se disfrutan igualmente porque son atemporales. Esa es la gracia de la publicidad, como el cine, la literatura o cualquier arte: seguir vigente pasado el tiempo. Claro que también están las campañas que aprovechan el momento, pero se corre el riesgo de que no se entiendan con los años. Sea como sea, las navideñas también sirven para recordar el año en que se lanzaron… ¿te acuerdas qué hacías entonces?

Internet
La IA sigue dando que hablar y todavía le queda cuerda para algunos meses… o quizá no podamos sacárnosla de encima porque aparecen más servicios relacionados. De momento, aunque hay quien asegura que hay que abrazarla para no quedarse atrás, lo que sí parece que va descubriéndose es que no todo es tan bonito como parece: los artistas se quejan y se descubren sesgos que demuestran la humanidad que hay detrás. La tecnología seguirá evolucionando, está claro, y lo más probable es que salga algo todavía mejor, tanto mejor que habrá más negocios a su alrededor. ¡Vaya año se nos avecina!

[Contenidos] Content News 647

El número 647 no tiene nada especial, pero es la primera newsletter del año que envío y me apetecía compartirla también aquí. Si quieres recibir las siguientes, cada lunes a las 10h, pásate por el formulario de alta.

¿Cómo han sido tus últimos 15 años de contenidos?
Mi blog acaba de cumplir 18 y llevo 13 como freelance, así que me estoy planteando hacer un repaso como el de Orbit para su 15 aniversario. Lo tengo más o menos en mente para los últimos 5, pero al ponerlo por escrito se hace más real y permite un mayor análisis para afinar la estrategia del 2023.

A vueltas con la frecuencia
Es un tema recurrente, un debate sin fin la mayoría de las veces, pero una duda que se repite siempre: ¿cada cuándo hay que publicar? En HubSpot te dan una respuesta bastante razonable, a la que añado las recomendaciones de Growth Currency para escribir una newsletter cuando te falla la consistencia y cinco herramientas para crear vídeos con IA para ahorrar tiempo.

Un poco de humor
El año nuevo visto desde diferentes perspectivas para no olvidar que los contenidos no trabajan solos. Nunca.

Dos datos para reflexionar

  • «Los clientes no manifiestan sentir un vínculo emocional con las marcas que consumen», según el resumen del «VI Informe de Madurez CX«.
  • Se tardan unas 74h en crear un customer journey, según una encuesta de Nielsen, pero es la media entre equipos internos y externos.

La etiqueta del cargo
Interesante la newsletter de Malko Gallegos dedicada a la difícil tarea de ponerse una etiqueta: ¿UX writer o content designer? Pasa como en otros ámbitos del contenido (redactor, copy, SEO writer…). Mi conclusión: hay que pensar en qué piden los clientes tanto como en lo que eres capaz de ofrecer. Depende de ti.

Lo que hace falta en un departamento de contenidos
A la estructura hay que sumar habilidades, talento y procesos. En Contently te dan su punto de vista y el mío te lo cuento en «Cultura del contenido«.

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