Media News S43 A22

Cine
El principio de una película no es como el de un libro. Sus primeras frases importan, claro está, pero es más una cuestión de tiempo. Pueden ser un par de minutos, lo que dura una escena o la presentación del personaje. Entonces sabes a qué atenerte o, mejor dicho, si quieres saber más de la historia que te van a contar. Por eso, las pelis que empiezan con un texto sobreimpreso me frenan un poco porque suele ser un contexto histórico que la mayoría de las veces puede sobreentenderse o, en realidad, no es importante.

Televisión
La final en «MasterChef Back To Win» (la edición 12 de los USA) se divide en dos programas de una hora, bastante coherente con haber repartido el casting en tres. Mientras, a los de RTVE les parece buena idea duplicar programas y número de concursantes. Dividir sus tres horas en dos emisiones no me parece buena idea si no es que también recortan pruebas. Pero seguro que es innecesario que haya más aspirantes, sobre todo cuando su nivel resulta tan bajo desde las primeras pruebas. En lugar de aumentar mis ganas de ver la próxima edición, han conseguido que desaparezcan.

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Dos de cosillas pequeñas: 1/ Me gusta la acción del Banco Santander porque utiliza un soporte poco explotado como son las perchas en los buses, algo por lo general de visita rápida, para regalar unas semillas que pueden durar meses (diría años, pero tengo mala mano con las plantas). «Las pequeñas acciones importan», dicen. 2/ En Starbucks hablan de poner en valor «los pequeños placeres cotidianos», como leer en el metro o que te dibujen un corazón en la espuma del café. Cada cual sabrá qué disfruta más.

Internet
Perfecto titular pre Halloween: estamos rodeados de muertos vivientes. Ni tú ni yo somos bots, pero parece que es lo que habita la Red últimamente. Lo cuenta Ted Gioia (vía) y da para pensar porque he asentido varias veces leyéndolo, cosa que no puede ser buena considerando el trasfondo. Me sirve para el post que estoy preparando para el próximo lunes, así que no digo nada más. A cambio, un enlace para reflexionar sobre el uso del lenguaje, algo que no parece afectar a las redes, pero sí al CV de los más jóvenes; y otro más para que tomes perspectiva del uso de los GIF (vía).

[Contenidos] El límite entre creación y curación

Hay un punto en el que la creación y la curación de contenidos se entremezclan y otro en el que claramente son formas diferentes de apoyar la estrategia de contenidos. Cuando explico a clientes la posibilidad de incorporar la curación como parte del tipo de contenidos del plan, surgen preguntas como cuántas ideas propias hay que incluir en un texto para que no sea hacer content curation o en qué momento una curación es en realidad una creación. En realidad, no hay un porcentaje fijo.

Si sigues la metodología de las 4S, sabrás que la tercera es la etapa en la que se aporta valor a aquello que se ha encontrado y seleccionado para después compartirlo. Pues aquí es donde está la frontera entre creación y curación:

  • Cuando decides que no quieres añadir nada, te alejas de la creación y haces una curación donde la única aportación es tu criterio de selección. Pongamos que es una lista de enlaces, como mi newsletter de la Blogosfera de los contenidos.
  • Al incluir alguna idea extra para darle más sentido, te acercas a la curación porque le añades contexto, incluyendo alguna pincelada propia. Siguiendo con la lista de enlaces, sería lo que hago cada semana en mi newsletter Content News.

En la estrategia general, lo más habitual es que el 80% sea contenido propio y el 20% ajeno (al menos según mis datos). En una pieza curada, los porcentajes se invierten y se apuesta por el 80% de curación y el 20% de promo. Por supuesto, puede acabar siendo más o menos, pero los números de Pareto son una buena referencia.

Entonces, ¿cuánto de una y de otra hace falta para llamarla una cosa u otra? Como decía antes, es difícil establecer un porcentaje y, siendo realistas, tampoco es necesario fijarse tanto en las matemáticas. Por ejemplo:

  • En redes sociales, se puede aportar mucho (hilo, carrusel) o nada en el momento de postear (retuit, compartir tal cual).
  • En un post, es posible que todo sea creación, todo curación o mezclarlos como se desee porque es un lienzo en blanco.
  • En una newsletter curada, casi todo lo será, aunque también pueden ser creada solo con noticias propias.

Piénsalo mejor intentando buscar los límites:

  • Cuando compartes en redes, ¿dejas que se vea la fuente como la creadora del contenido o prefieres que se vea tu perfil? ¿Has de poner siempre algún comentario para que sea «tuyo»? ¿Te esfuerzas por mencionar a alguien?
  • ¿Un post curado es una creación? Tiene una URL tuya y lo firmas tú, pero, ¿enlazas a todo lo que te ha inspirado? ¿Dedicas tiempo a documentarte al menos un poco antes o solo viertes tus ideas?
  • Mandar una newsletter con UGC, ¿es curación? ¿Solo pueden ser enlaces a medios que no hablen de mí?

Entonces, ¿dónde está el límite? Pues donde tú lo quieras poner. Para saberlo, plantéate qué pasaría si no pudieses utilizar contenido propio en ningún canal y solo la curación te sirviese para tus objetivos. También todo lo contrario, ¿y si tuvieses bloqueada la posibilidad de añadir enlaces a otras páginas que no fuesen las tuyas?

La respuesta no es un porcentaje porque es un ejercicio de todo o nada. Pero, imagínate que pudieses negociar una solución: ¿cuánto aceptarías como válido? Sé realista: ¿dónde pondrías el límite para decidir si algo entra en la categoría de curation o creación? ¿Contarías el número de palabras propias, de enlaces a otras fuentes, de menciones?

Mejor valora tu contenido teniendo en cuenta tu nivel de aportación:

  • Si es baja, casi seguro que es curation porque te apoyas más en lo que dice la fuente que en añadir tu punto de vista.
  • Si es 100%, seguramente es una mezcla ideal de creación y curación. Quizá 50-50, quizá no.
  • Si es un porcentaje intermedio, lo más probable es que también sea una mezcla, pero en porcentajes variables.

Ya ves, no hace falta establecer un tope matemático: basta con ponerle un poco de sentido común al momento de elegir si curar o crear para saber qué porcentaje es adecuado para cada pieza. Simplemente: ¡combínalas sin límites!

Que hacer #contentcuration no limite tu creación, o al revés. Share on X

Por cierto, este post está inspirado en uno de Priscilla Tan al que llegué por la newsletter de Ashley Guttuso.

Media News S42 A22

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Llegó hace unos días ¿o ya son semanas? a los escaparates de las tiendas, pero todavía no había visto ninguna campaña sobre Halloween. Pues hoy ya van dos personas diferentes que comparten la misma: las patatas fritas de McDonald’s. Sobran las palabras frente a una gráfica tan potente porque no aportarían nada, lo reconozco. Peeero, aun así, han tenido que poner «fecha» al anuncio incluyendo el motivo de celebración. Curioso que, puestos a acompañar el logo con un mínimo texto, hayan elegido «Halloween» y no algo igual de irrelevante como sería cualquier otra frase.

Televisión
Una segunda ronda sobre noches de miedo, esta vez con series de terror. No es precisamente un género que me interese, en realidad huyo bastante de él. Por eso me ha gustado encontrarme en la lista con alguna de la que había visto un par de capítulos. Comparando, me doy cuenta de que, por ejemplo, la nueva versión de «La dimensión desconocida» no me gustó y eso que recuerdo con buen sabor de boca la antigua. Así que voy a recuperar el DVD de la primera temporada y a ver alguno para comprobar qué tal «ha envejecido» lo que cuentan.

Cine
Sigo con recuerdos, pero de pelis de los 80. Es muy fácil saberse las típicas cosillas de las clásicas, pero las preguntas que han recopilado en Fotogramas son menos conocidas y te dejan, como no podría ser de otra manera, con ganas de volver a ver cualquiera de ellas. Bueno, vale, de acuerdo, no cualquiera porque siempre se tiene alguna favorita, ¿no? La mía de esa lista es «El club de los cinco», muy por encima de la segunda que sería «Regreso al futuro» (prefiero la tercera). Pero la debí ver el mes pasado, así que seguiré con la segunda temporada de la serie del párrafo anterior.

Internet
Pasarse varias horas a la semana viendo reels no es como ver una serie o una peli, tampoco leer actualizaciones sociales requiere de una profundidad como la que necesita un libro. Pero, como consumidora de todo lo anterior, no veo tan claro que se tenga que dejar lo uno para consumir lo otro. Creo que se complementan, como también lo hacen los géneros cinematográficos, porque puede apetecerte uno u otro según tu estado de ánimo. Leo sobre ello en el blog de CEDRO, donde también aseguran que no se deberían compartir imágenes del interior de los libros (ups!).

[Contenidos] Quita lo que sobra, no sufras

¿Qué tienen en común una mudanza y una ruptura? Que hacen aumentar el volumen de la basura. Con más o menos tristeza, nos deshacemos de lo que habíamos guardado como recuerdo, pero ya no nos dice nada. Los mercadillos de segunda mano (incluido Wallapop) están llenos de objetos que formaron parte de la vida de alguien, pero que ya no quiere en ella.

Es muy fácil acumular cosas, incluso digitalmente. También se hace, y mucho, al escribir. Frase tras frase, la página en blanco se va llenando de contenido, bien porque se vuelca todo lo que se piensa o porque un algoritmo dice que hay que llegar a pon-aquí-cualquier-número. Pero, igual que nunca vas a necesitar los libros del instituto, tampoco hace falta que atesores algunas palabras y expresiones que no aportan nada al texto y lo complican.

No digo que escribas poco (eso es difícil y, además, a veces hace falta), pero sí que no te reprimas y temas quitar lo que sobra porque no hace falta extenderse para hacerse entender. Mejor una palabra bien elegida, que mil de relleno.

Revisa lo último que hayas escrito y trata de expresar lo mismo, pero de forma más específica y con convicción. Fíjate en:

  • Adverbios: ya sabes que los terminados en «mente» son un vicio del que quitarse; también los de cantidad (muy, menos, poco, mucho…) son una buena demostración de que sobran; pero los de lugar (cerca, arriba, atrás…) suelen ser necesarios para dar indicaciones; y los de tiempo (hoy, ayer…) pueden querer quitarse para convertir el texto en atemporal.
  • Negaciones: no, no las uses. O evítalas, puestos a servir de ejemplo. No niego (doble negación, ¡venga ya!) que algunas veces hay que incluirlas, pero es probable que haya palabras más adecuadas al contexto (cancelar, rechazar, vaciar, saltar…).
  • Coordinadas y subordinadas: seguro que las recuerdas del cole, cuando tocaba analizarlas. Era divertido, pero ahora hacen la lectura más complicada porque, sorpresa, nadie lee todo lo que escribes. Así que trocea o, mejor aún, reduce la extensión porque lo más probable es que sobre algo.
  • Pasivas: (casi) nunca hacen falta. Convertir las frases en activas resulta mucho más claro y quitará peso al texto.
  • Gerundios: son geniales como recurso literario, pero en textos persuasivos son poco directos, casi condicionales, como «comprando este producto colaborarás con» o «vayan cambiando con el tiempo» en lugar de «colabora con» o «cambian».
  • Repeticiones: la misma palabra repetida en cada línea es casi una ofensa al oficio, pero te aseguro que me ha tocado editar textos de esta calaña. Es fácil que ocurra cuando se reordenan frases entre párrafos, pero cantan si se lee en voz alta.
  • Coletillas y muletillas: quizá hasta te pase como a mí y las cambies cada cierto tiempo cuando te das cuenta de que las tienes. Lo mejor es que alguien te lo advierta, pero también has de poder hacerlo por tu cuenta, por ejemplo grabándote y escuchando a la caza de esas palabritas que, de verdad de la buena, sobran.
  • Extensión: además de reducir el número de palabras, ¿puedes reducir el de letras? Menos caracteres suele hacer más fácil la lectura. Piensa en sinónimos que no modifiquen el significado, como «de esta manera» y «así» o «elimina» y «borra». Un poco de aquí y otro de allí e irás mucho más al grano.

Hay quien a esto lo llamará resumir y un poquito sí lo es porque, al eliminar lo irrelevante, queda lo más importante. También habrá quien diga que esto lo puede hacer un algoritmo y un poquito de razón tendrá porque hay algunas IA que ya lo hacen.

Editar puede ser simplificar, sobre todo cuando hay que dar coherencia a un texto que ha perdido el norte. Llámalo como quieras y confíaselo a alguien de confianza, pero nunca publiques sin haber editado antes. Es menos doloroso que una ruptura y quizá hasta descubras que puedes guardar alguna idea para el nuevo piso, digo, un futuro post.

Media News S41 A22

Cine
El metalenguaje siempre me ha gustado (si no lo sabías, has de leer «Diario de un libro«). Así que «Competencia oficial» estaba en mi lista para ver. Sin destripar nada, no me ha gustado. De la realización no tengo queja, es acertada para lo que quiere contar. La trama, en general, era interesante y no se puede decir que los personajes no cumplen, porque lo hacen y también los actores. Pero encuentro que está todo demasiado troceado, como si fuesen capítulos de una serie, en bloques temáticos. Al guión le falta algo de conexión entre escenas, claro que a veces el cine es así.

Internet
Mientras mi experimento sigue viento en popa, Mando nos recuerda las redes sociales que han desaparecido en los últimos años. Es una lista para reflexionar porque algunas de ellas fueron revolucionarias en su momento… hasta que otras copiaron sus funcionalidades y las llevaron al resto de mortales que no quiere tener una app diferente para cada cosilla que quieran contar. Total, reconozcámoslo, siempre tenemos más predilección por una de ellas y da mucha pereza tener que estar al pie del cañón en todas y cada una de ellas. Eso a las personas, de «la obligación» de las marcas ya hablaré otro día.

Televisión
Empezar un artículo citando el título de la canción que inauguró la MTV es un recurso fácil para anunciar el declive de la televisión tradicional, pero ocurre. Los minutos de consumo bajan y el pronóstico es que nunca volverán a ser como antes. Como muchas otras cosas, la tele ha cambiado su rumbo y ya no es lo que era para algunas franjas de edad (para otras seguirá siendo la estrella). Interesante también el hecho de que haya unos 1500 anunciantes porque, ejem, cuesta recordar más de los que caben en una mano después de cada corte.

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Mantener una casa no es tarea fácil, siempre hay algo que arreglar. Y, quizá sea por mi reciente mudanza, pero me ha hecho mucha gracia este spot en el que unos cavernícolas cuidan de su cueva para convertirla en un hogar. Bueno, hay otro trasfondo en la historia que aprovecha el nombre de la marca, pero dejo que la veas y juzgues tú. A mí me interesa más el apunte de que es extraño ver campañas para varios productos a la vez. Cada uno suele tener sus propios anuncios, lo típico es con diferentes usos, en lugar de uno en conjunto. Visto este, me parece que podría encajar en más de una marca.

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