Media News S20 A09

Internet
Parece ser que las chuletas tienen los días contados en Dinamarca si se deciden a dejar que los alumnos de secundaria se conecten a Internet durante los exámenes. Mi primera impresión es de sorpresa y hasta indignación pero pensándolo un poco más tiene cierta lógica: los alumnos ya copian lo que encuentran de Google, que al menos gasten su tiempo no en memorizar sino en interpretar que mucha más falta les hace.

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«Terminator Salvation» estuvo patrocinando BrownGP este fin de semana en Montmeló. Este tipo de estrategia era otros años cosa de la escudería Red Bull (que ya vistió de Superman a Coulthard en 2006) por lo que sorprende no es ver planos del Terminator a tamaño real en el box y pegatinas en el monoplaza, sino que sea precisamente el líder del Mundial quien se preste a este juego.

Cine
Este fin de semana, además de F1, también me pasé por el cine a ver «Star Trek (2009)». Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una película. En realidad no deja de ser la típica inicial de una saga, con lo que gustará a cualquiera que no sea trekkie, pero con la gracia de conocer de antemano a los personajes y sus guiños, con lo que gustará también a los fans. Salí de la sala con una sonrisa de satisfacción y con dos dudas: ¿cómo es que no recordaba ese affair entre Uhura y los dos protagonistas? y ¿la próxima será tan interesante como esta?

Televisión
Me decidí a ver «True blood» y sus primeros son mucho más interesantes que el resto del primer capítulo. Dudo de si darle una segunda oportunidad. Tampoco se la di a «La chica de ayer» ni antes a «El Dr. Mateo». Con la de oferta que hay, cada vez me fio más de la primera impresión de una serie. Eso, o es que dedico menos tiempo a ver la tele.

[AD] Vestir los colores

Este fin de semana asistí al Gran Premio de España de Fórmula 1 en el Circuit de Catalunya, en Montmeló. Fue una gran experiencia sentir en primera persona la emoción de la primera curva pero este post no trata sobre el deporte en sí mismo, ni siquiera sobre televisión. Este post va sobre las marcas patrocinadoras y cómo visten a los fans para que sientan los colores.

Si ya desde varios kilómetros antes de llegar al Circuit se veían coches con sus ocupantes perfectamente preparados para el fin de semana de la F1, lógicamente al entrar casi todo el mundo llevaba ‘algo’ de su piloto favorito. Se podían ver camisetas y gorras de los colores de todas las escuderias y de todos los pilotos. La situación es comparable a la de un campeonato de futbol, solo que todos los equipos juegan a la vez.

Pero no hay que engañarse, igual que en parrilla, las más llamativas son las de Ferrari. Su rojo se ve en la distancia y hace que el resto de equipos no destaquen (menos desde que Vodafone se fue a McLaren-Mercedes). Desde luego tampoco ayuda que la mayoría de monoplazas luzcan varios colores o que el blanco sea el color preferido para hacer camisetas. Aún así, hay que reconocer que ‘el azul de Alonso’ estuvo bien presente.

 

Venta de gorras en los stands del GP Telefónica de Fórmula 1 (10 de mayo de 2009)
Stand del GP Telefónica de Fórmula 1 (10 de mayo de 2009)

Precisamente la gorra de Renault y la de Ferrari muestran las diferencias entre las dos escuderías y sus patrocinadores: la gorra de Renault tiene en el centro un gran ING que te hace dudar de si quien la lleva es fan de algo que no sea el fresh banking, mientras que la de Ferrari solo tiene su Cavallino rampante.

Definitivamente, la frase de ‘sentir los colores’ debería ser ‘vestir los colores’.

[TV] Premio para «El hormiguero»

Es noticia que un programa español reciba un premio, más aún si es una Rose d’or porque viene de fuera de nuestras fronteras y se han tenido en cuenta programas de todo el mundo. Digo que es noticia, sí, pero sabiendo que se lo ha llevado «El hormiguero» pongo en duda que sea una buena noticia.

Sí, es bueno porque da proyección internacional a la televisión que se hace en España (bueno para el sector) y hasta nos puede hacer sentir que la televisión puede tener algo interesante que ofrecer (bueno para la audiencia). Pero el programa en sí, ¿vale un premio? Lo que yo veo es…

  • un presentador que hace entrevistas como si el guión lo escribiese un niño
  • dos peluches que aparecen de tanto en tanto para hacer gracietas con poco gracia
  • dos tíos, tan infantiles como las hormigas que mueven, que comentan revistas que no interesan a casi nadie
  • un científico supuestamente loco que no tiene vergüenza a la hora de disfrazarse para que si sus experiementos fallan al menos nos hayamos reído
  • un marrón de tío que entra bailando y se dedica a poner en peligro su vida o a ejecutar cadenas de cosas que seguramente no ha diseñao él
  • un público fervoroso que grita como en los mejores tiempos de Crónicas Marcianas, sobretodo para intentar distinguir qué se ve en una foto
  • una canción para irse a dormir que cada vez ponen más tarde

Se supone que es un programa familiar, pero si no fuese por los famosos que traen invitados (repito, no por las preguntas que les hacen), más bien se podría calificar de infantil.

¿Es esto lo mejor que podemos hacer? ¿Es lo mejor que se hace, no solo en España, en el mundo? ¿Es el mejor programa de entretenimiento que podemos esperar ver en cualquier televisión?

Por cierto, la Rose d’or es un premio casi desconocido porque solo lo han ganado dos españoles, Chicho Ibáñez Serrador y Antonio Mercero, y de eso hace 35 años… cuando no había privadas.

Media News S19 A09

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¡Radical ha vuelto! Ese edificio con forma de exprimidor no podía ser de nadie más. Como fan de sus anteriores campañas (no tanto del producto), me alegro de que su regreso aunque hayan usado vídeo falsamente ilustrado y personas en lugar de sus divertidos ingredientes. He intentado entrar en su web www.theradicalcompany.com para ver si había oído bien y han cambiado su «Let’s radical» por «Think radical» pero algo falla en el flash inicial. Lástima.

Internet
Googlelizar como argumento de venta. Al menos LG lo ha utilizado en este divertido copy: «Now you won’t have to wait until you get home to google your date». Está claro que cada vez somos más móviles pero cada vez más para encontrar personas es más fácil utilizar una red social que Google. Así que la sorpresa no es que hayan puesto Google sino que no hayan puesto Facebook (que también es verbo).

Cine
Solo iba a pasar el rato, no tenía otra expectativa sobre «X-men Orígenes: Lobezno». Y aunque entré pensando que solo lo hacía por ver a Hugh Jackman y Liev Schreiber, al salir me di cuenta que en realidad lo que me llamaba de la película era ver qué poderes tenían los mutantes que en ella salían. Quizá debería empezar a leer los cómics para conocer los verdaderos orígenes de los X-men.

Televisión
Sigue siendo noticia que se quiere quitar la publicidad como fuente de financiación de Televisión Española. Pero esta vez lo que me llama la atención no es esa (supuesta) fecha tan cercana, sino la cifra de 8000 horas anuales que la televisión pública tendrá que cubrir porque hasta ahora era publicidad. Redondeando, supone 22 minutos diarios. Podrían hacer microespacios, pero con información de verdad y no telepromociones, y seguir interrumpiendo la programación. Al menos durante un tiempo, hasta que nos acostumbremos a tener un canal sin spots.

[AD] ¿»Siga disfrutando de la serie»?

Es sabido que:

  • A nadie le gusta que le digan lo que tiene que hacer, menos aún cuando ya lo está haciendo.
  • Y que el tiempo en televisión vale dinero u oro como diría Constantino Romero.

Entonces, ¿a quién se le ocurrió la idea de añadir después de la telepromociones la frase «Y ahora, siga disfrutando de la serie»?

Posibilidades:

  • Falta de profesionalidad: nadie dijo a la actriz que se quedase callada después de su última frase e improvisó. La promo era tan aburrida que nadie escuchaba ni al grabar ni al editar, así que la frase se coló en el montaje final. Lógicamente también se emitió sin pasar ningún filtro y cuando alguien se quisio dar cuenta ya era tarde para quitarlo así que pensaron que como era tan aburrida nadie se fijaría.
  • Les sobraba presupuesto: segundo más, segundo menos… les daba igual. No tenían nada más que contar y como ya tenían contratado ese tiempo, tenían que llenarlo de alguna manera. Pillaron desprevenido al creativo, que ya estaba trabajando en otra cosa, así que soltó lo primero que le vino a la cabeza.
  • Para contentar a las cadenas: alguien debió creer que la información que estaban dando era tan interesante e importante y que su call-to-action funcionaría tan y tan bien que la gente correría a coger el teléfono, conectarse a Internet o incluso a salir de casa para adquirir su producto. Si los telespectadores hacían eso, la cadena perdería audiencia y no querría volver a contratar sus campañas así que colaron esa frase para decirle a la gente que se quedase frente al televisor y así quedar bien con las cadenas. En definitiva, por miedo a tener éxito.

Está claro que no hay nadie más interesado en seguir viendo la serie que los telespectadores así que me parece innecesario que la misma marca que nos está alargando la espera con su telepromoción nos diga muy indirectamente que el suyo es el último anuncio. Innecesario y hasta irrespetuoso.

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