[Contenidos] Escribe claro si quieres que te entiendan

¿Cómo redactar un texto y que se comprenda? Hay mucha tinta escrita sobre escribir claro y el libro «How to Write Clearly» de Tom Albrighton la recopila de forma, ejem, muy clara. Te resumo, traduzco libremente y complemento los puntos que me parecen más interesantes.

Me gusta que empiece planteando una pirámide de cinco niveles porque cuando se habla de redacción se suele ir directo al último, pero antes es obligado pasar por los anteriores:

  • Primero (en la base), hay que asegurarse de que el texto se lee. Obvio, pero fácil de olvidar.
  • El mensaje ha de entenderse, si no es como si no lo hubiese leído.
  • Después, conseguir que aprenda y recuerde lo que ha leído, no todo ha de ser una reacción inmediata.
  • Llega la parte clave: cambiar lo que piensa y siente para recibir más abiertamente las ideas detrás del mensaje.
  • Y acabamos persuadiendo al lector a que reaccione y actúe (lo que se identifica más habitualmente como copywriting).

El libro hace repaso a estas etapas, pero voy a centrarme en las dos primeras porque son la base de toda la escritura.

La lectura ha de ser fácil

Para una redacción clara, evita las 10 trampas que propone Albrighton:

  • Paja: no uses más palabras de las necesarias. Las frases de relleno sobran, aunque algunos consideren que imitan la forma de hablar. Además, algunas veces se tiende a complicar la lectura con expresiones más largas. Por ejemplo: «la razón por la que» en lugar de «porque» o «en la actualidad» en lugar de «ahora». Literatura, la justa.
  • Abstracciones: las palabras que representan ideas y no cosas pueden depender del contexto o quizá reflejar preferencias de quien escribe. La solución es ir a lo específico.
  • Nominalizaciones: un ejemplo sería «tener en consideración» en lugar de «considerar». Lo peor es cuando se parte de verbos abstractos, aunque también puede complicarse con varias nominalizaciones.
  • Adverbios: modifican al verbo y algunos pueden ser interesantes, pero otros no añaden ningún valor y se pueden borrar.
  • Argot: la jerga es buena para los que la entienden, demuestra que quien escribe es parte de la comunidad, pero también deja fuera a los que no la entienden. Úsese con precaución.
  • Estilo comercial: incluir un montón de palabras de moda o propias de la venta es como argot para comerciales. Se puede simplificar para expresar lo mismo.
  • Lenguaje burocrático: más argot, esta vez propio de quienes ven en la formalidad un sinónimo de autoridad, inteligencia o superioridad. Es falso y, además, absurdamente complicado.
  • Palabras ambiguas: pueden dar una expectativa falsa o la impresión de algo que no es del todo cierto por ser impreciso.
  • Evasivas: algunas frases pueden transmitir las dudas de quien escribe, como «espero que» o «creo que encontrarás». Es negativo porque se quita responsabilidad al autor o para que que no se acaba de creer lo que cuenta.
  • Incertezas: las inseguridades tampoco son buenas, como «es posible que» o «potencialmente». No hace falta pontificar para clarificar, solo ser directo.

En resumen: ves al grano, usa palabras sencillas para describir personas o cosas, evita todo tipo de argot (sectorial, comercial o burocrático) y lo que genere alguna incertidumbre (ambigüedades, evasivas e incertezas).

Para escribir claro: ves al grano, usa palabras sencillas para describir personas o cosas y evita todo tipo de argot o lo que genere alguna incertidumbre. #copywriting Compartir en X

El texto ha de ser comprensible

Hago un repaso rápido al siguiente capítulo del libro dedicado a la construcción del conocimiento porque conecta la lectura con el aprendizaje: si no es claro, no se entiende.

Cuenta Tom que al leer se buscan asociaciones entre lo que ya se sabe y lo que se está leyendo. Esos enlaces construyen la representación mental de lo que va el texto. Si queremos escribir algo que se entienda, antes debemos averiguar cuánto sabe (nivel de conocimiento) para que lo nuevo encaje entre sus ideas previas. Hay cuatro opciones:

  • Certezas: lo que ya sabe y entiende. Se pueden usar como punto de partida y ampliarlas, como con comparaciones o buscando contrastes.
  • Brechas de conocimiento: lo que sabe que existe, pero no acaba de entender. Resolver preguntas o problemas es una forma de hacer marketing de contenidos.
  • Conocimiento oculto: lo que entiende, pero no sabe que existe. Pueden ser tareas cotidianas que se enfocan para crear un paralelismo para acercar algo todavía desconocido.
  • Desconocimiento: lo que ni sabe que existe ni entiende. Es complejo, pero las metáforas pueden ayudar a solucionarlo.

Además, para ayudar al lector a entender, propone cuatro estilos de comunicación:

  • Analítico o «muéstrame una prueba»: añade al texto datos, evidencias y fuentes legítimas que reafirmen tu autoridad y le proporcionen confianza en lo que dices.
  • Intuitivo o «cuál es la idea»: este tipo de lectores prefieren ver el bosque, así que hay que responder a preguntas generales. Los mapas mentales, diagramas y resúmenes ejecutivos son formatos que les gustan.
  • Funcional o «cómo funciona»: muestra el proceso y la lógica detrás de algo, ha de ser práctico, con metodologías y explicaciones detalladas. Los contenidos que les encajan son tutoriales paso a paso, listas y diagramas detallados.
  • Personal o «la gente importa»: conecta personas con personas y demuéstralo con testimonios, casos de estudio, comentarios, reacciones y reviews. Hacer el texto más humano les hace identificarse con lo que cuentas.

Según el lector al que nos dirijamos, conviene elegir un tipo u otro para cada ocasión. Aunque, claro, también es posible combinarlos todos en diferentes grados.

La edición clarifica el mensaje

Hay muchas citas alrededor de diferenciar la redacción de la edición y de poner en valor este último repaso que, sin duda, clarifica cualquier texto para mejorar su lectura y comprensión. Una lista de preguntas a modo de checklist de Albrighton:

  • ¿Has usado un lenguaje positivo, concreto y sencillo?
  • ¿Has explicado las palabras más técnicas o especializadas?
  • ¿Es tu redacción accesible e inclusiva para cualquiera que la lea?
  • ¿Está bien estructurado en secciones y párrafos lógicos?
  • ¿Has usado frases básicas en los puntos más importantes?
  • ¿Cada párrafo es una unidad, es decir, empieza con una frase clave y termina con una conclusión?
  • ¿Has hablado directamente al lector?
  • ¿Tus metáforas simplifican el sentido del texto?
  • ¿Has contado al lector todo lo que debería saber o relacionado conocimiento existente con nuevo?
  • ¿Le has dado formas alternativas para entender tu mensaje?
  • ¿Has reconocido cómo se debería estar sintiendo?
  • ¿Crees que tus creencias han afectado a tu texto?
  • ¿Has encontrado la manera de que el mensaje sea más memorable?
  • ¿Te has repetido deliberadamente?

«How to Write Clearly» es libro que merece la pena leer, hay mucho más por descubrir en sus páginas que lo he resumido en este post. Y, aunque no sea un manual de copywriting (para eso ya está su «Copywriting made simple«), sí creo que es una buena referencia para quien se dedique a redactar contenidos.

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Cine
El cine cuenta historias aprovechando elementos visuales y de esa magia salen planos preciosos como los que lista en su hilo Carolina Jiménez. Son esos momentos en los que sonríes y piensas: ¡cómo me gusta el cine! Claro que también hay otros géneros en los que se usan otros recursos y que también te pueden hacer disfrutar y pasar un buen rato. En ese marco encajarían las películas de Jean-Claude Van Damme. Leer que se retira con una historia basada en fragmentos de su vida me recuerda a la de Nicolas Cage interpretándose a sí mismo. ¿Es como unas memorias audiovisuales?

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Lo he superado sin problemas, sí, diría que por primera vez, lo he logrado: no he visto ningún spot de la Super Bowl, ni tan siquiera de San Valentín (eso sí, sobre enamorados, Instagram ha ido bien llenito y aún colean los resultados de los sorteos). Se nota que este año estoy ocupada con otros temas porque he conseguido no ver ni un minuto de anuncios. ¿Cómo? Viendo únicamente programas grabados y series o películas bajo demanda o en DVD. Es una dieta que algunos considerarán estricta, aunque quizá otros la prefieran a tragarse bloques y bloques que te hacen olvidar qué estabas viendo.

Televisión
Ya te habrás dado cuenta de que no me gusta contar cosas demasiado personales, me las guardo para otros círculos (un concepto previo a Google+). Y ya he dicho más de una vez que tampoco me gustan mucho los blogs o newsletters que tratan la vida privada de alguien. Así que es lógico que no entienda que alguien salga por televisión contando quién le felicita o no por su cumpleaños. Peor aún, que a alguien le parezca que ese secreto desvelado merece un artículo. No voy ni a poner el link para no darles más visibilidad porque está claro que eso es lo que buscan y a golpe de talonario.

Internet
Yo diría que dejar el enlace en el primer comentario va en contra de todo lo que representa compartir, pero dicen que va bien para otros objetivos, así que encontrarte esta táctica es tan constante que cansa. Y mucho. Quizá no tanto como la de pedir un saludo, emoji o cualquier tontería para enviar algo que suele tener poco valor. Pero cansa. Quizá sea solo a los que pasamos demasiado tiempo en redes y al resto les parezca buena idea. Pero cansa. Tanto como repetir que cansa porque no sirve de nada quejarnos: se seguirá haciendo hasta que a alguien se le ocurra otra manera de engañar al algoritmo.

[Contenidos] ¿Quieres ser mi Valentín?

Busco empresa o agencia, pero una tan concreta que es difícil de encontrar. Para que salga a la luz, le dedico esta carta.

Querida futura marca empleadora:

Hoy es San Valentín y muchas parejas intercambian palabras de amor (y algún presente). Te escribo para transmitirte las mías (el regalo lo enviaré por email) porque estoy deseando conocerte y eres más esquiva que un rayo de Luna, pero aún tengo la esperanza de encontrarte.

Empecé mi búsqueda hace 12 años, aunque ha sido más intensa en los últimos meses aprovechando las puertas que abre el teletrabajo. Sé que no soy la única que te persigue, que muchas otras personas también lo hacen y que se interpondrán en nuestro camino, pero aún tengo la esperanza de encontrarte.

No eres como las demás empresas. Tú no ves a los contenidos como un accesorio, sino como un activo a largo plazo. Los has elegido porque tienes claro que te pueden ayudar en tus objetivos, no porque estén de moda. Tú cuidas de los contenidos y de las personas que los crean, por eso aún tengo la esperanza de encontrarte.

Yo tampoco soy como el resto. Intento con todas mis fuerzas no serlo y, aunque me ha costado, creo haberlo conseguido. Así que no pienses que solo soy redactora si digo que caso palabras porque hago mucho más (y mucho más que podría hacer con tus recursos). Por eso me necesitas, aunque quizá no te hayas dado cuenta, y por eso aún tengo la esperanza de encontrarte.

Te busco porque ves las diferencias entre un freelance y alguien en plantilla. Sabes que la teoría dice que somos iguales, pero que en la práctica los autónomos estamos acostumbrados a poner mucho más de nosotros en cada proyecto al tener que hacerlo todo sin ayuda. Porque valoras más la versatilidad que un cargo preestablecido, aún tengo la esperanza de encontrarte.

Sí, te quiero para trabajar en contenidos (los tuyos o los de tus clientes), no para quitarle el puesto a otros profesionales haciendo mil y una tareas que no me corresponden. Sí, quiero dejar de hacer lo que más odio de ser freelance, no lo que más amo de mi profesión. Sí, te quiero tal y como eres y deseo que tú también me aceptes como soy, por eso aún tengo la esperanza de encontrarte.

Me despido para seguir buscándote, pero si te llega esta carta sin que yo lo sepa y crees que puedes ser mi Valentín, avísame.

Eva Sanagustín
Organizo, redacto y sugiero contenidos
www.evasanagustin.com

PD: ¿te has fijado en cuánto se parecen buscar trabajo y piso? Lógico, son la búsqueda de un nuevo hogar.

PD2: hace tiempo que puse solo para empleadores que buscaba trabajo y hace unos días que he puesto en mi perfil de LinkedIn la etiqueta #opentowork, así que solo me falta el post para hacerlo oficial… aunque sea mi manera.

Media News S06 A22

Publicidad
Mientras el mundillo publicitario (y el de los tráilers) se prepara para celebrar este fin de semana la Super Bowl, por estos lares se siguen haciendo anuncios interesantes. Uno de ellos el del aniversario de Decathlon. ¡30 años! Va en la línea del que hicieron por los 25, pero celebrando la vida. Lo mejor es que, además, cada escena del spot largo es ampliable y les quedan fragmentos muy resultones para redes. Lo peor es que podrían haber aprovechado para contar una historia más completa y no quedarse solo con ilustrar la canción.

Cine
Hay fans que se creen muy fans y luego está el que entra en los Guinness por haber visto 205 veces la misma película. Lo mínimo sería que la productora le diese las gracias porque al precio de las entradas de hoy en día, ¡es toda una inversión! En cualquier caso, la noticia de estos días son las nominaciones a los Oscar (un poco de historia para comparar de reojo). También han salido las de la Unión de Actores y, claro, los Razzie que tiran la casa por la ventana para traer como novedad una categoría solo para la peor peli del mismo actor.

Televisión
¿559 series estrenadas en 2021 y siguen reponiendo las mismas hasta el infinito y más allá? Vale, sí, en canales de pago hay más variedad y puedes elegir cuándo verlas. Pero incluso con canales exclusivos de series, se repiten varias veces a lo largo de la semana, por no hablar de maratones de temporadas, una detrás de otra, o repeticiones de una entera cuando se acerca la nueva. No tengo la sensación de que haya tantas novedades. Quizá como en el cine: nuevas temporadas de las mismas sagas y poco más.

Internet
Lo escribí hace unos días en LinkedIn y lo repito: buscar trabajo y buscar piso se parecen peligrosamente. Además de por otras cuestiones, en ambos casos se demuestra que los tiempos de respuesta son más del siglo pasado que de este. Sí, te piden una entrevista por videollamada o puedes confirmar la cita por WhatsApp. Pero tardan en contestarte tanto tiempo (cuando lo hacen) que casi se te olvida que te apuntaste porque, claro, la búsqueda continúa. Mi conclusión: su ritmo nunca será el tuyo y, si lo es, acabarás con nuevo arrendador y empleador.

600 newsletters enviadas: cómo las organizo en Trello

Mi newsletter ha variado de enfoque, diseño y tipo de contenidos varias veces en los más de 11 años que llevo enviándola. Desde los últimos 5 o 6 utilizo Trello para organizarme y, aprovechando que hoy enviaré la edición 600, te voy a contar cómo lo hago para enviar cada semana una newsletter curada.

Mi configuración inicial

En Trello centralizo mi plan de contenidos porque me resulta muy fácil apuntar ideas y guardar enlaces para las piezas que quiero desarrollar en el futuro, además así conservo el histórico de lo publicado. Resumiendo, es un sistema de gestión de proyectos basado en el método Kanban: tableros con listas que están formadas por tarjetas. En mi caso, centrándome los envíos:

  • Tableros para mis canales: newsletter, blog y recursos. Tengo más, pero estos son los que importan para ese post.
  • Listas para «ideas» y «enviados» por años en el caso de la newsletter. En el tablero del blog tengo, además, una lista de «previstos» que es cuando concreto las «ideas» en títulos de posts que acabarán siendo «publicados» (en lugar de «enviados»). Por otro lado, clasifico los recursos en listas de formatos («ebooks», «infografías/vídeos», «plantillas»…).
  • Tarjetas para cada contenido: en «ideas» la pieza es un enlace y en «enviados» es cada newsletter.

Antes de seguir complicándolo, hace poco Cláudio Inácio preparó un post a modo de guía de Trello explicando el proceso de registro y otros básicos, por si te quieres lanzar a probar esta herramienta. Obviamente, no es la única, pero ya la tengo tan organizada que me da bastante pereza pasarme por ejemplo a Notion (la dejo para otras tareas).

En el día a día

El objetivo de este post no es detallar mi proceso de content curation, empecemos directamente en el momento de lectura de mis fuentes. Son variadas, así que me pueden llevar a cualquier tipo de enlace: posts, tuits, LinkedIn, otras newsletters, vídeos… Aunque todas las plataformas permiten «guardar» los elementos en su sistema, prefiero centralizar en Trello todo lo que creo que voy a usar (para enlaces a algo que tendré que gestionar más adelante, uso Pocket aunque hay más opciones).

Si una lectura pasa mi primer filtro, utilizo el bookmarklet de Trello para crear una tarjeta en la lista de «ideas» que corresponda (newsletter o blog). A veces uso la descripción para apuntar la fuente y así después poder citarla y otras me sirve para añadir un enlace relacionado que me encuentro después.

Cuando llega el momento de escribir la newsletter en MailChimp, normalmente el fin de semana, abro todos los enlaces que había guardado y los leo de nuevo. Entonces es cuando hago el último cribado para borrar los menos interesantes y dejar solo seis temas que entran en cada envío. Quizá alguno acaba programado en mi Twitter o, si al final me parece que merece desarrollarse más, la muevo a las «ideas» del tablero del blog. Así esta lista siempre queda vacía para empezar la semana.

En la lista «enviados 2022«, tengo una tarjeta para cada newsletter y todas tienen:

  • Título de la campaña (y quizá alguna referencia para identificarla si quiero hacer un número especial, como el de hoy).
  • Fecha de vencimiento con el día del envío: tengo el power-up Calendario de Trello vinculado a mi Google Calendar de manera que veo ahí las newsletters que tengo previstas (junto con posts, recursos y resto de tableros). También marco como completada la tarjeta y así sé las que ya he programado (muy útil en envíos serializados, como los de agosto).
  • Adjunto de la campaña en MailChimp: con este power-up veo el estado y los resultados de cada envío sin salir de Trello.

Además, y ahí está realmente el valor de tenerlo todo en el mismo lugar, conecto las tarjetas entre sí (envío, posts y recursos) para tener una visión más global de cuándo y dónde he compartido una pieza.

Para las tarjetas de la newsletter no utilizo etiquetas (sí para el blog) ni checklists (sí para los recursos). Lo que no hago en Trello es escribir el comentario de los enlaces (aunque sí dejo algunas notas para posts «previstos» y los índices de los ebooks) ni tampoco organizar mis redes sociales (para eso ya solo uso Hootsuite). Podría hacer más, como adjuntar la URL de la campaña enviada a la tarjeta correspondiente o alguna automatización con Zapier, pero tal cual te lo he explicado me funciona muy bien.

Solo me queda animarte a suscribirte a mi newsletter, especialmente hoy que celebro el envío 600 comentando los enlaces que me han enviado las personas que la reciben. Es tan sencillo como dejarme tu email en el siguiente formulario:

* Obligatorio

En cumplimento del RGPD, se te informa que Eva Sanagustín Fernández (yo misma y nadie más que yo misma) usará la información que proporciones en este formulario para enviarte mi newsletter Content News. Por favor, marca la siguiente casilla si aceptas:

Al hacer clic a continuación, aceptas que pueda procesar tu información de acuerdo con estos términos. En cualquier momento puedes darte de baja o actualizar tus preferencias: encontrarás los botones correspondientes en el pie de cada envío. También puedes ejercer tus derechos sobre tus datos poniéndote en contacto conmigo: eva@evasanagustin.com. Tienes más información sobre mi política de privacidad en mi web.

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