Cada lunes republico aquí un artículo antiguo de mi newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes a los suscriptores pero con contenido exclusivo.
La analítica web proporciona información a las empresas sobre el uso y el comportamiento que tienen los usuarios en su web. Hay muchos y diversos parámetros que se pueden tener en cuenta para el conjunto de la web pero destaco algunos para su aplicación en el análisis de contenidos desde cinco puntos de vista:
- Extensión: para saber si una página tiene demasiado texto, podemos fijarnos en el tiempo de permanencia y en la tasa de rebote. El primero indica el tiempo que los usuarios han estado en esa página, supondremos que leyendo, y el segundo las personas que únicamente han visto una página de nuestra web, supondremos que han huido asustados por tanto texto o porque no es el adecuado para ellos.
- Adecuación al usuario: para saber si una página contiene la información que el usuario necesita, podemos fijarnos en la tasa de rebote como acabamos de ver, en el número de páginas vistas por visita y en las palabras clave para conocer la expresión con la nos han encontrado y poder corregir contenidos.
- Sociabilidad: para saber si al usuario le ha gustado nuestro contenido, además de lo anterior, podemos fijarnos en las fuentes de referencia para identificar medios sociales en los que nos hayan mencionado o enlazado.
- Navegación: para saber si nuestras etiquetas y enlaces internos marcan bien el camino que debería seguir el usuario, podemos fijarnos en las rutas de navegación, páginas de entrada y páginas de salida.
- Llamadas a la acción: para saber si hemos persuadido al usuario lo suficiente, podemos utilizar los parámetros de navegación y etiquetar los enlaces internos para que nos muestren si hacen click en ellos y después contrastarlo con los datos de los formularios enviados, por ejemplo.
Como en todo análisis, los contenidos no son la única variable a tener en cuenta para sacar provecho de la analítica web ni lo único que influye pero sí que un editor de contenidos debería saber este tipo de información de la web o del blog corporativo.
Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 67 (21 de noviembre de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!