Televisión
Uno de los programas clásicos de la tele está de aniversario, aunque no esté en antena. No importa, lo relevante es que eso de ‘por 25 pesetas’ suena imposible en nuestra televisión actual. Sí, hay concursos pero esa mezcla de culturilla y actuaciones ya no se hace. «Un, dos, tres» era un programa familiar y ahora mismo no se me ocurre ninguno en antena, ni siquiera uno con hormigas, porque eso de ver la tele juntos quizá se siga haciendo en algunas casas pero no frente a este tipo de programa. Aunque algunos busquen la imagen de sofá como forma conjunta de consumir televisión, abunda más el individualismo porque, en realidad, los programas tipo sofá ya no tienen quien los vea. Tristemente.
Cine
Imagen en movimiento, eso es el cine. Lo era ya en sus inicios pero para que el resultado sea una obra de arte, qué parte es más importante, ¿la imagen o el movimiento? En un lado del ring, la fotografía, el vestuario, el diseño de producción que hace que cada fotograma sea una pintura digna de un museo. En el otro lado, pondría el montaje, la banda sonora y los efectos tanto de sonido como especiales o digitales, es decir, lo que hace de la película algo nuevo, diferente, sorprendente en cuanto a técnica. Y después está cuando se mezclan las dos y salen cosas como «Sin city». La volví a ver y realmente hay escenas que son puras imágenes (viñetas) en movimiento.
Internet
La época de redes sociales verticales parece olvidada, un poco como aquello de que teníamos que especializarnos en una profesión concreta. Y es que cuando hay crisis todos somos polivantes, aunque no sea tu sueño dorado, igual que las redes dejan atrás eso de ser solo un lugar donde las personas hablan y tratan de reunir cuantos más perfiles mejor, desde todos los puntos de vista posibles para que nadie quede fuera y poder, así, cumplir su sueño dorado de controlar todo lo que pasa en nuestra sociedad digital… y no digital porque no olvidemos que un gran porcentaje de lo que se pone en muros o timelines es sobre nuestra vida presencial, es decir, offline.
Publicidad
Curiosa acción de Sprite en Rio de Janeiro explicada en un blog francés… para que luego digan que la publicidad no sirve. Pues ahora que viene el verano (dicen porque tampoco es que esté muy claro), montar una ducha como si fuese un dispensador de Sprite me parece una idea genial. Ríete tú de banners o páginas en Facebook. Vale, sí, hablamos de ello en blogs pero porque, vuelve a leerte el párrafo anterior, la vida offline es una fantástica forma de refrescar las ideas (aka inspiración) que, además, aporta novedad al mundillo publicitario que últimamente se centra demasiado en cosas online (aka redes sociales) y olvida que hay otros muchos canales a seguir cuidando.