Cine
Suele ser interesante conocer la historia detrás de las películas. Siempre hay algo que no te esperas y que hace que nunca más la vuelvas a ver igual. Es lo que me pasa después de saber el origen del código de Matrix. Cuentan que no es nada informático, si no sacado de un libro de cocina. ¿Me están diciendo que el código de la mujer del vestido rojo está sacado de una gamba? ¿Que Tank pasaba horas mirando recetas y luego tenía que comer esa pasta? No me extraña que algunos sueñen con filetes. ¿No será una estrategia subliminal para vender más palomitas? La próxima vez que vea la peli, tendré a mano un poco de sushi, por si acaso me entra hambre después de haber pausado la imagen para buscar algo con lo que acompañar los periplos de Neo.
Internet
Cuando una pantalla de móvil pasa por mi lado, suelo mirar qué hay. En transporte público en fácil ver gente leyendo algún medio informativo, consultando sus redes o jugando. También me fijo en qué notificaciones tiene pendientes. La mayoría tienen muuuchas y me pregunto si no las miran, ¿para qué las tienen activadas? Es evidente que hay que simplificar la vida… ¿no te lo han sugerido antes? Seguro que sí, incluso quizá lo has pensado para aplicártelo. En la vida digital, esto pasa reducir mensajes innecesarios tipo darse de baja de newsletters que no leemos o intentar automatizar algunas respuestas rápidas. Pero también pasa por revisar el móvil y sus notificaciones para que no estropeen ese mensaje zen que tan relajante parece. Eliminando lo superficial, nos quedaremos con lo importante. Priorizar en la vida digital es igual de básico que en la real.
Televisión
Leo un tuit sobre que la mayoría de risas para series se grabaron en la década de los 50 y me pongo a pensar en cuándo fue la última vez que oí ése sonido. Risas enlatadas… a ver, déjame recordar… mmm… no… no se me ocurre qué sitcom las usa. Las últimas que he visto que son «Speechless» y «The Mick» y no recuerdo que las tuviesen. Se abren dos posibilidades: 1/ que hubiese y que me hayan pasado totalmente desapercibidas, lo cual diría mucho de la banda de sonido y 2/ que no hubiese y entonces podríamos debatir sobre si son necesarias o no estas artimañas para incidir en el humor de una situación aparentemente cómica. Por cierto, sí tengo claro que hay risas enlatadas en series para adolescentes, quizá para educarles en qué es gracioso.
Publicidad
Todos hemos oído/dicho alguna vez la frase «una imagen vale más que mil palabras». Pero quizá no se había mostrado tan gráficamente como hasta ahora en el anuncio de ShutterStock: a un lado, la foto de una persona; al otro, mil hashtags que se usan para etiquetar a la imagen. Me ha recordado a la campaña de Audi «untaggable» que estos días vuelve a emitirse. Ambas intentan decir algo parecido: no todos encajamos en una categoría. Es un mensaje un poco tramposo porque la publicidad no hace otra cosa que encasillarnos y vendernos lo que cree que nos gusta porque estamos dentro de un determinado segmento. Además, si dedicas un momento a leer las palabras que acompañan la imagen, verás que hacen que varíe su interpretación así que, malas noticias, las palabras siguen haciendo falta para contextualizarlo todo, también a las personas.