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El tema estrella de las conversaciones es la calor, no hay duda. Así que es lógico que algún avispado creativo lo aproveche. Sí, es posible que ya lo tuviesen pensado porque, al fin y cabo, estamos en agosto y es previsible que haga calor. Pero me anima a pensar que la publi también reacciona a la actualidad de forma rápida y que no siempre hacen falta decenas de reuniones entre todos los implicados para aprobar el presupuesto del anuncio del año que lo acapara todo hasta el punto de no hacer nada más el resto de meses. Seguro que ¿aún? les funciona pero las campañas rápidas también pueden causar una impresión duradera.
Cine
Leyendo algunos blogs de cine resulta evidente que tan importante es la promo previa al estreno de una película como la posterior. El antes empieza años antes pero el después puede durar solo un fin de semana. Por eso me atrevo a decir que es más complicada la segunda porque hay que lidiar con la opinión de los que ya la han visto. Todo es una cuestión de expectativas, claro, pero seguir generando interés cuando hay quien la crítica no debe ser fácil. Y tampoco debe serlo llamar la atención después del estreno cuando todo el esfuerzo previo no sirvió. La cosa mejora si hay previstas secuelas pero, afortunadamente, no todas las tienen.
Televisión
Las cadenas mueven series entre sus canales con un dato en la mente: el de las audiencias. No pueden bajar la media así que las que funcionan menos las mueven a otro canal. Suena a mala noticia pero no lo es si la comparamos con lo que ocurría no hace mucho tiempo: se cancelaban. De hecho, es lo que pasa al otro lado del charco cuando se trata de grabación. Pero aquí, como los derechos ya están comprados, hay que aprovecharlas de alguna manera y los canales secundarios son una alternativa menos comprometida con el premio de ser la cadena más vista. Así que sí, es una buena noticia porque además se estrena algo nuevo más competitivo… o no.
Internet
Los hashtags han llegado a YouTube, ya pueden verse sobre los títulos de algunos vídeos. Ahora que el símbolo de la almohadilla está en nuestros dedos para interactuar en todas las redes sociales, yo me pregunto: ¿para qué lo usábamos en los teclados de teléfonos analógicos? Tampoco recuerdo haber pulsado nunca el asterisco y ahí estaba. Trasladarlo al teclado digital era lógico pero casi que tampoco lo usábamos hasta que llegó el hashtag y, un símbolo que no nos servía para nada a la mayoría de usuarios, se convirtió en imprescindible para encontrar información. Como el asterisco en búsquedas avanzadas.