Cada lunes republico aquí un artículo antiguo de mi newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes a los suscriptores pero con contenido exclusivo.
Uno de los objetivos del marketing de contenidos es establecer una relación con los usuarios. Una forma de empezarla es hablar en su mismo lenguaje: si nos dirigimos a abogados y escribimos como si fuésemos adolescentes lo más probable es que no nos tomen en serio. Y viceversa porque los jóvenes tampoco se comunican con las mismas palabras que los adultos.
Personalizar nuestra redacción para, por ejemplo, incluir abreviaturas o expresiones que sólo una determinada franja de edad o sector concreto pueden comprender es válido únicamente en el caso de que nuestro producto o servicio sea tan específico como el lenguaje que usamos. No obstante, el castellano que llamaríamos llano (o plain language) sirve para comunicarse con todos por lo que en el caso de querer respetar tanto el idioma como las características del público, deberíamos utilizarlo.
Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 79 (13 de febrero de 2012). Suscríbete para recibir un artículo exclusivo cada lunes.