[Contenidos] Cómo hacer una auditoría para valorar la calidad de tu estrategia de contenidos

Una auditoría de contenidos es una herramienta del content strategist muy útil para conocer el estado del inventario de contenidos de una empresa en lo que respecta a cantidad pero sobre todo en cuanto a calidad.

Lleva tiempo hacerla bien, pero merece la pena para responder a preguntas como, por ejemplo:

  • ¿Qué hay que cambiar del plan de contenidos?
  • ¿Publico lo que quiere mi audiencia?
  • ¿Todo el contenido está representando mis valores?
  • ¿Qué canal está sobre explotado y cuál se puede aprovechar mejor?
  • ¿Qué contenido tiene mejores estadísticas que la media?

Si quieres encontrar las respuestas, descárgate mi guía «Auditoría de contenidos en 10 pasos» donde te explico cómo hacer el inventario de tus contenidos y así poder contar con los datos para contestar a ésas y otras preguntas.

La guía «Auditoría de contenidos en 10 pasos» empieza argumentándote por qué es una buena idea
ponerla en práctica y después te explica qué has de tener en cuenta antes de hacerla. Encontrarás entonces herramientas que te pueden servir para automatizar partes de la auditoría y también algunas tablas de ejemplo para que puedas hacer de forma más manual los diferentes inventarios que sirven de base para la auditoría. Cuando llegues a los últimos pasos habrás conseguido recabar la información necesaria para valorar el contenidos que tiene tu empresa y decidir qué acciones llevar a cabo con ellos.

Los suscriptores de mi newsletter han ido recibiendo los pasos durante el mes de agosto. Ahora que ya ha terminado, comparto en este blog el ebook recopilatorio para que tú también lo puedas descargar libremente desde la biblioteca de mi centro de recursos.

[Contenidos] ¿Cómo definirías el contenido de tu blog?

Hay muchas manera de definir el contenido que publica una empresa. La forma más completa posiblemente sea rellenando las columnas de un plan de contenidos porque ahí se muestran cuestiones básicas como el formato o la procedencia. Quizá la peor sea calificarlo con palabras nada específicas como «interesante» o «de valor».

Para saber cómo es el contenido que publicas, te propongo que te centres en el blog así que repasa los últimos posts que has publicado e intenta contestar a las siguiente preguntas:

  • ¿Son únicos y diferentes? Diferenciarnos es cada vez más complicado (tengo un post pendiente sobre ello) pero intentarlo no cuesta tanto como parece si creamos contenidos menos masivos y no cortados por el mismo patrón que el resto.
  • ¿Inspiran o promueven el cambio en tu audiencia? Es una manera de definir a los contenidos que dejan huella a largo plazo, que provocan una reacción. Puede ser por la vía emocional, pero no necesariamente.
  • ¿Pagarías por leerlos? Vale, no se puede decir que haya muchos blogs de pago pero si fuese contenido exclusivo al que acceder después de una donación, ¿cuánto crees que ganarías? Hablo de dinero, sí. ¿1, 5, 25, 50, 100 euros…? Piensa ahora en cuánto habrías pagado a alguien por escribirlo y compara a ver quién gana más.
  • ¿Qué nota le pondrías? Cada vez más blogs tienen sistemas de votación de artículos. Sinceramente, ¿mereces 5 estrellas o hay algunos artículos que les pondrías menos? Ahora recuerda los últimos que votaste tú o cuáles hubieses votado para usar los mismos criterios.
  • Para acabar, ¿te darías las gracias o felicitarías por ellos? Los votos y unos eurillos son formas de dar las gracias o felicitar pero hubo un tiempo que eso se hacía en los comentarios. Un «Me gusta» o un retuit es la recomensa alternativa, ¿lo harías si no lo hubieses escrito tú o alguien de tu empresa?

Sí, hay muchas formas de definir el contenido pero podrían resumirse en si al leerlo sientes al menos un poco orgullo o nada de nada. Claro que puedes fijarte en las estadísticas para ver si funcionan igual aquellos que has escrito para cumplir expediente y con los que has disfrutado pero (de tanto en tanto) ser egoísta es bueno para el alma del escritor.

[Contenidos] Sobre la divulgación de «contenidos» VS «content»

Es innegable que soy una chica de letras pero aún así he decidido aplicar el método científico a una pregunta que hace tiempo me ronda la cabeza: ¿qué diferencias hay entre el mercado de los contenidos en España y en USA? Mi objetivo es contestar lo más imparcialmente posible así que he intentado seguir los pasos de la forma objetiva. Me disculpo de antemano frente a los lectores más científicos por la versión simplificada que utilizaré.

 

La observación

Hace ya unos años que veo el mundillo de los contenidos por niveles. Los expliqué en «Estrategia de contenidos» pero dicho rápido es una forma de catalogar a las empresas según cómo utilizan los contenidos porque cada una se encuentra en una situación diferente (sector, recursos, edad, confianza…).

También es posible aplicar los niveles de madurez a quien genera contenidos para esas empresas, es decir, aquellos proveedores (agencias o freelancers como yo) que quieren convencerles de que los contenidos son una buena inversión.

Quizá es porque cuando empecé no había aún por aquí casi nadie que hablase de marketing de contenidos pero desde siempre me he fijado en lo que se cuece al otro lado del charco. Es una queja constante de los suscriptores de mi newsletter y algunos de mis followers: comparto demasiado contenido en inglés. Es cierto, pero está justificado (es lo que pretendo demostrar) porque es más interesante que el que se publica en castellano.

Así que mi observación se ha centrado en los contenidos que se publican aquí y allí por parte de aquellos que quieren divulgar las bondades del marketing de contenidos, curation, inbound, branded content…

 

La hipótesis

Después de leer durante años todo tipo de fuentes sobre esos temas, creo que:

  • Hay diferencias entre practicar marketing de contenidos aquí o hacer content marketing allí.
  • El motivo se encuentra en la madurez de los mercados porque aquí no hace tanto que se habla de este tema y allí hace unos cuantos más así que lo básico ya lo tienen superado.

Podría haber hecho un post simplemente explicando mi hipótesis tal cual te la acabo de decir pero me parecía interesante plantearlo con datos que la corroborasen (o no). De esta forma también espero tener «argumentos científicos» la próxima vez que se me quejen de que mi content curation sea en inglés.

 

El experimento

Una opción fácil para determinar si la hipótesis es cierta o no es comparar los resultados del último estado de los contenidos en España con estudios similares made in USA. Pero las preguntas no son iguales y no me interesa tanto comparar ejemplos de qué marketing de contenidos se hace allí con el que se hace aquí, si no comparar su divulgación, es decir, el marketing de contenidos que practican los proveedores de esos servicios para atraer a clientes.

Para tener datos, desde hace un tiempo llevo utilizando algunas herramientas que me permitan ser objetiva. Primero creé 2 listas en Twitter, una para perfiles de los USA y otra para España. Aproveché las cuentas que ya seguía, sumé listas tipo ‘las mejores personas que seguir sobre content marketing’ y además también llevo desde principios de año usando 2 herramientas pensadas para gestionar tus perfiles y ganar influencia: Crowdfire (la mencioné también en el ebook de automatización) y Wibber (muy funky). En realidad lo que he hecho ha sido identificar las cuentas que me sugerían seguir o interactuar porque tuiteaban sobre mis palabras clave y añadirlas a la respectiva lista según su país de origen.

He acabado con más de 1000 perfiles repartidos entre ambas lista así que, para tener datos más concretos, me he basado en Nuzzel, una herramienta de content curation que identifica los artículos más compartidos por las personas que sigues tanto desde tu perfil o desde alguna lista (la mencioné en el ebook de herramientas fáciles para hacer una newsletter curada).

Las herramientas @Crowdfire @Wibber_es @nuzzel permiten elegir a quién seguir y qué contenidos han compartido más de tus contactos. Share on X

Ahora sí, he seleccionado los 10 artículos más relevantes (más personas de la lista lo han compartido) relacionados con contenidos (algunos eran temas «locales») durante la última semana. Para hacerlo aún más imparcial, quito los enlaces, traduzco los títulos del inglés y te propongo que te apuntes cuáles son los que te interesan más (luego te diré de qué lista han salido):

  1. «Palabras que nos gusta odiar»
  2. «Guía para crear un plan de contenidos en social media»
  3. «Basa tu estrategia de marketing en la historia, no en los hechos»
  4. «Cómo sobrevivir al mar de datos cuando haces marketing de contenidos»
  5. «Ideas y consejos para tu estrategia de contenidos, planificación y medición»
  6. «¿Qué es el SEO y cómo funciona el posicionamiento web?»
  7. «El marketing de contenidos no tan obvio»
  8. «Cómo Elegir la Temática para un Blog Perfecta [15 Ejemplos]»
  9. «¿Está el marketing de influencia superando al marketing de contenidos?»
  10. «El mercado global de los ‘me gusta’ falsos»

¿Tienes claro cuáles te parecen más interesantes, los que aportan más o aquellos que compartirías? Ahora revisa la lista para ver qué mercado prefieres de divulgación prefieres: los impares son made in USA y los pares publicados por bloggers y medios españoles. A mí me han encajado más los del otro lado del charco pero me gustaría saber tu opinión en los comentarios.

Y para que no te quedes con ganas de visitar los artículos, aquí van los enlaces correspondientes:

 

Las conclusiones

Como te avanzaba, a mí me parecen más interesantes los americanos. Quizá también te lo han parecido pero no te ves capaz de leer artículos largos en inglés y has cambiado de opinión y ahora prefieres los que están en castellano. Pero centrándonos únicamente en las temáticas tratadas y no en el idioma de la curación, las de allí me parecen de más estratégicas y menos tácticas, además de más maduras.

Así que creo que mi hipótesis se confirma: la madurez del sector aquí es diferente al de allí y por eso creamos y compartimos diferentes tipos de contenidos. Para algunos públicos tiene sentido seguir en el básico pero para otros conviene madurar los contenidos, exactamente igual que cualquier otra empresa.

 

Hasta aquí mi propuesta, me encantaría saber tu opinión: ¿crees que mi hipótesis queda confirmada o no?

[Contenidos] ¿Los contenidos se pueden calificar de «low cost»?

Recurrir a los costes es la forma más fácil de conseguir adeptos en cualquier área: «si es gratis, ¿por qué no probarlo?». Puede ser una buena estrategia pero solo si se evita que al final se reduzca el valor de lo que se ofrece. Así es cómo hemos llegado a que muchos vean los contenidos como un recurso low cost (léase como algo despectivo, aunque no siempre es así realmente).

Hay empresas donde la publicidad online tiene asignada una partida presupuestaria, incluso hay quien invierte en branded content porque se lo puede permitir. Lo que pasa es que las pymes no tienen tantas opciones para el desarrollo de contenidos cotidianos para alimentar sus canales sociales. La inversión en contenidos es baja, lo dicen los informes sobre el estado de los contenidos que llevo publicando desde hace 6 años. Entonces es cuando se cae en el error de pensar que por poco dinero se pueden conseguir buenos contenidos, repito, buenos.

Algunas agencias se venden precisamente de esa forma, haciendo asequible el marketing de contenidos para empresas con pocos recursos. Suena bien pero dependerá de cómo se entiende el concepto de low cost: considerándolo como que te quitan lo que no necesitas pero mantienen la calidad de lo que sí necesitas… entonces conviene preguntarse: ¿qué le sobra a un contenido para que no deje de ser un buen contenido?

Se pueden contratar contenidos por 1€, por 5€… Pero hacerlos por ese precio supone renunciar a algo: a documentarse o cualquier otra tarea relacionada con el texto entregado o a tener un sueldo digno por el trabajo realizado como redactor. Éste tiene la clave y por eso no hay que menospreciar el trabajo que supone la buena redacción de contenidos, repito porque la clave está en esa palabra, buena aquí como sinónimo de calidad.

Así que cuando me preguntan qué pueden hacer las pymes casi sin presupuesto para aprovecharse del marketing de contenidos, suelo contestar que no se amilanen y que aprovechen bien su creatividad para hacer que sus contenidos destaquen. Eso los convertirá en contenidos de calidad porque llamarán la atención de su público. ¡El contenido mínimo viable es rentable!

Hacer un plan de marketing para tus contenidos, aunque no tengas mucho que invertir, es fácil si te centras solo en aquellas estrategias y tácticas que te pueden reportar más beneficios y le cuestan menos a tu bolsillo. Por eso se recurre a los contenidos, aunque no todas sean opciones baratas. Sin olvidar que el tiempo es dinero y los contenidos lo necesitan para la creación (no tanto para hacer content curation).

¿Debería haber una partida para el marketing de contenidos equivalente a la de promoción? Yo también diría que sí. Quizá así se demuestra confianza en ello porque, si la promoción es únicamente de los mensajes corporativos, entonces lo que pierde calidad es la estrategia.


[Contenidos] «No tengo tiempo para escribir» es una mala excusa para no escribir

«Si tienes tiempo para leer este post, tienes tiempo para escribir» era otro título posible para este post, pero quiero dedicárselo a los muchos alumnos que me han dicho alguna vez eso de «No tengo tiempo para escribir» cuando hablábamos de la frecuencia de publicación de un blog. A los que me dicen eso otro de «No sé escribir» ya les contesté en el capítulo «Copywriting para no periodistas» de «Estrategia de contenidos» así que hoy me centro en los que no saben organizarse para redactar contenidos de manera constante, es decir, para mantener un cierto ritmo de actualizaciones.

Ideas nuevas

Normalmente eso de «no tengo tiempo para escribir» suele ser equivalente a «no sé sobre qué escribir y no tengo tiempo de buscar la idea que me inspire a redactar algo interesante«. Vale, es posible que la inspiración no esté a tu lado las 24h del día pero puedes buscarla en alguna de las muchas webs que hay para encontrar temas sobre los que escribir. Es una excusa muy pobre porque solo necesitas una palabra y cualquiera de esas herramientas te devuelve posibles ideas para un post. Algunas mejores que otras porque es cierto que no todas son aplicables, pero hay que tener la mente abierta para encontrar ideas de forma indirecta, no hay que tomarse todas las sugerencias literalmente.

Por otro lado, el reciclaje de contenidos es una buena fuente de inspiración: relee lo que has escrito y edita un post nuevo para actualizarlo.

Además, hay que ser capaz de pensar en los diferentes formatos. Quizá en tu búsqueda de ideas te encuentras con un vídeo o infografía. Nunca se sabe por dónde vendrá el post que estabas buscando, quizá sea de un fotograma o un dato que ocupa poco espacio en pantalla. Con un poco de suerte, encontrarás varias opciones sobre las que escribir y entonces lo mejor es tener definido un proceso para gestionarlas.

Organización de ideas

Mi recomendación es utilizar 1 único lugar para anotar tus ideas. Sí, 1 y solo 1. Puede ser una libretita o un documento en Drive, pero yo te recomiendo de nuevo una herramienta como Trello porque puedes tenerla siempre a mano y es más eficiente para organizar todas tus ideas.

Su funcionamiento es muy sencillo: hay tableros con listas y cada elemento de la lista es una tarjeta con título y descripción que puedes manejar para etiquetar o asignar fecha de vencimiento, entre otras muchas cosas gracias a sus complementos.

Puedes crear tableros sobre cualquier tema pero haz uno para tu blog y prepara listas según el estado del proceso de creación (documentación, redacción, traducción…). Ahora ya puedes crear una tarjeta por cada idea que tengas.

Quizá tengas muchas estando de vacaciones y casi ninguna en épocas de mucho trabajo. Centralizarlas todas en un único lugar te ayudará a planificar con tiempo porque Trello sirve de calendario editorial.

Content curation

Cada uno escribe a diferente ritmo y tú sabes cuánto tardas en escribir un post. Así que lo de que no tienes tiempo puede ser literal porque solo puedes dedicar ¿30 minutos al día? a los contenidos de tu empresa. Vale, pero no tienes por qué escribir mucho: no siempre has de publicar un post de 2.000 palabras. Así que ese rato puede ser más que suficiente si recurres a la curación de contenidos.

Se puede hacer content curation en blogs de varias formas: desde un resumen a insertar directamente una pieza de otro (como el vídeo o la infografía que encontraste anteriomente). Hay muchas herramientas que pueden ayudarte a encontrar contenidos para recomendar así que lo de que no tienes tiempo para escribir es una mala excusa porque solo has de explicar por qué crees que merece la pena esa pieza que estás enlazando.

La recomendación de contenidos de terceros es más rápida que la redacción sin fuentes previas. A corto plazo te servirá para ser constante en la publicación de contenido (siempre de interés para tu audiencia) y así reducir la presión de tener que tener ideas propias para lograr tus objetivos. Ahí está la clave del largo plazo: no te obsesiones con vender tus productos o informar de lo que hacéis en la empresa, puedes recurrir a contenidos educativos o, mejor aún, inspiradores para atraer con el marketing de contenidos.

*No tengo tiempo para escribir* es una mala excusa para tener tu blog desactualizado. Share on X

Externalización

No puedo negar que contratar a un redactor freelance es la solución más fácil para cuando no se tiene tiempo para redactar contenidos (la más rápida sería la automatización del blog, aunque no siempre es recomendable). Escribir y comunicar bien no es algo a lo que todos estén acostumbrados, para unos es más fácil que para otros, igual que el diseño de contenido gráfico suele ser más sencillo para las personas visuales que para quienes preferimos las palabras.

Es cuestión de ponerse, practicar y, como muchos recomiendan en ficción, escribir algo cada día. Llámalo costumbre o rutina, pero funciona cuando se trata de encontrar el hábito de redactar.

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