Cine
Cuando una película está basada en otra, pasa lo mismo que si se basa en un libro: puede ser peligroso conocer ese origen. Por un lado, porque quizá no tiene nada que ver pero, por otro, porque quizá te gusta más ‘el derivado’ que el original. Me pasa con «Los siete magníficos«: está basado en «Los siete samuráis» pero ésta aún no la ha pasado por mis ojos. Viendo el western con comentarios, me entraron ganas de verla. La vendieron bien y eso que ellos mismos comparaban algunas cosas que no habían podido hacer o que habían cambiado. Sí, vuelvo al origen: tengo más ganas de ver la de Kurosawa que esa nueva que está en preproducción.
Televisión
Después de Antena 3, es el turno de celebrar los 25 años de TeleCinco. Han dado para mucho y está claro que han marcado la forma de hacer televisión. Para bien o para mal, según se mire. También es cierto que de aquello que les identificó en sus inicios no queda prácticamente nada. Es un buen momento para recordar, ponerle nostalgia a los posts. Pero también me da cierta pena que la audiencia de ahora no pueda poner un contexto histórico a lo que ven. ¿Para cuándo un programa de historia de la televisión? El archivo de TVE es enorme y, aunque tengan la mitad de años, seguro que estas cadenas tienen también vídeos que recordar con cariño.
Internet
Preparando la agenda de contenidos me he ido encontrado con varios eventos interesantes fuera de Barcelona a los que me hubiese gustado asomarme a ver qué explicaban sus ponentes. Pero no anunciaban hashtag en la convocatoria y buscando en Twitter no he encontré nada en las cuentas oficiales ni, aparentemente, nadie tuiteando. Cuando voy a un evento, suelo tuitear lo que puedo. Es mi forma de tomar notas, más bien notas compartidas porque creo que puede ser interesante para quienes no has podido ir. Vale, quizá los asistentes estén por otra labor pero es mala práctica que la propia organización no tuitee nada.
Publicidad
Las cosas sencillas de la vida no se anuncian en televisión porque no se pueden comprar, algunas ni tienen precio. Pero sí que salen de tanto en tanto en la tele porque algunas marcas las utilizan para vender sus productos. Desde ese momento «Te gusta conducir» que muchos entendimos aún siendo copilotos o «Para todo lo demás» que sí tiene precio. Así que me ha hecho gracia la idea de esta campaña de unir los puntos creativamente para obtener algo menos sencillo y cotidiano como puede ser una flor. ¿Cambiarías una rosa por un diamante? Quizá es lo esperado si te toca la lotería pero, pensando en las probabilidades, me quedo con flor que también puede ser mi mejor amiga aunque no dure para siempre.