Cine
Las películas de catástrofes son un género para el que hay que estar mentalmente preparado. No son el único, hay otros que te harán sufrir, aunque de otra manera (el bélico, por ejemplo). La cuestión es que, cuando eliges una peli bajo esa categoría, sabes que se van a tomar ciertas libertades científicas. Y, de hecho, cuantas más licencias de ese tipo, más divertida suele ser porque no te tomas tan en serio la posibilidad de morir porque se caiga la Luna. No son películas divulgativas, aunque lo pretendan dando datos para que parezca un poquito real, así que no se les puede pedir que no exageren.
Televisión
Por Causas y azares (de Antonio, aunque quizá también del destino), llego a este curioso gráfico en Twitter sobre el consumo mensual de televisión en España de los últimos tres años (y lo que llevamos del cuarto). A pesar de la evidencia de que el confinamiento rompió esquemas, representa muy bien la tendencia de ver más tele en invierno que en verano. Pero también es interesante ver que las líneas de tiempo de este año son muy bajas, unos 40 minutos menos que el año pasado. Considerando todo lo pasado, me cuesta confirmar que la tendencia seguirá. Los datos lo dirán cuando terminemos 2022.
Publicidad
Me encuentro en LinkedIn una de las habituales selecciones publicitarias de Juan Boronat. En general, soy más de copypower como diría J, pero reconozco que esta vez la imagen dice mucho más que las palabras (de hecho, estas tampoco es que aporten gran cosa). Es una buena idea porque, con perdón de la redundancia, es muy visual. Me recuerda una campaña (debe hacer siglos) en la que se mostraba cómo una persona «vivía su realidad» después de haber consumido drogas. El tema es muy diferente, pero la forma es similar: mostrarnos cómo ven otras personas.
Internet
En la prehistoria de Internet (cuando todavía estaba bien visto poner su nombre en mayúscula), las páginas ponían GIF animados para indicar que una página estaba en construcción y se apuntaba (¡a mano!) cuándo había sido la última actualización. Los blogs simplificaron este tipo de indicación horaria, aunque luego algunos bloggers se la cargaron para abrazar la atemporalidad. Algo así pasa en los portales inmobiliarios (sí, mi búsqueda sigue): puedes ver los minutos que han pasado desde que se publicó un anuncio, pero algunos se actualizan automáticamente, así que pierde toda la lógica.