Cine
Intenté no ver mucho sobre la última aventura del Dr. Jones, pero quizá así me hubiese dado cuenta antes de ir a verla que no me iba a gustar. Se me hizo larga, demasiado incluso para que fuese su última película. Y poco creíble desde el principio, ¿tan poco ha avanzado el mundillo digital que me sigue pareciendo igual de cutre que las míticas escenas de Harry Potter? Así que con esa primera media hora ya perdí el interés y no consiguieron convencerme de que hace falta buscar un relevo generacional. Ni John McClane, ni James Bond, ni Indiana Jones. No hace falta. Llevamos tiempo oyendo lo de «Ya estoy mayor para esto», desde Roger Murtaugh. Que se inventen otros personajes y así al menos nos quedamos con un buen recuerdo previo.
Televisión
Es sabido que en verano todo cambia y la parrilla se va vaciando de las series habituales y llegan otras (como «Crimen en el paraíso»). Las reposiciones son también típicas, aunque últimamente ya están todo el año repitiendo y repitiendo, una y otra vez. Así que leer que vuelve «Se ha escrito un crimen» a diario y en prime time, aunque sea en La2, me parece noticiable. Yo ya tengo los DVD así que no la veré en la tele, pero me parece una buena oportunidad para quienes hayan disfrutado de series más recientes con protagonistas que destacan por ser entrometidos (como «Solo asesinatos en el edificio»)
Internet
Poner límites es la forma de monetizar, claro. Lo que puedes publicar, ver, leer, hacer… Así funcionan las herramientas online y ese es el camino que está siguiendo Twitter. Como lo está haciendo de forma acelerada nos irrita, pero si sobrevive nadie se lo tendrá en cuenta en unos años porque será como muchas otras. Ese es el problema para los que llevamos más de una década tuiteando, al resto no le duele probar otras opciones. Se me hace raro pensar que no podré entrar a leer tuits porque habré superado el límite, como cuando entro en Medium o un diario y me dice que ya he superado el límite gratuito. Por eso no entiendo que, ni pagando, dejen en Twitter leerlo todo.
Publicidad
Hacía tiempo que no me quedaba mirando una campaña, escuchando y pensando en lo que me están contando… ha sido la DGT quien lo ha conseguido con un mensaje más claro imposible: «Cuando matas a alguien en la carretera…». Nada de adornos, al contrario, bien directo con palabras duras y contundentes. Te hacen pensar, al menos lo que dura el spot, luego ya te sale un coche en una ciudad vacía y no sabes si es estás conduciendo en el cielo o el inferno. Peor sería que saliese un niño o pastillas para dormir, justo después oír a la protagonista sería contraproducente para la marca, pero quizá más impactante.