Internet
La vida de un tuit es bastante corta, todas las estadísticas lo indican aunque haya algunas excepciones. En cambio, la de un post es bastante larga. Claro que, al menos en teoría, un libro es lo que mejor resiste el paso del tiempo. Entonces, ¿por qué no tratar de hacer igual de atemporales los tuits que solemos escribir tan rápidamente y sin pensar? Fácil: Twitter no es un canal que se consume plácidamente, más bien al contrario. Pero un libro, aunque sea en formato ebook, nos predispone a disfrutar de la lectura. ¿Te imaginas disfrutar tanto leyendo tu timeline? Yo no, pero lo he elegido así: hay cuentas más reflexivas que informativas, solo hay que buscarlas igual que se busca en la librerías o biblioteca.
Televisión
El argumento para llamar la atención sobre un canal o sobre una serie concreta es que te la ofrecen «una semana después de su estreno en Estados Unidos». Un buen gancho que funcionaría si no es que luego compiten entre canales y los abiertos ofrecen antes los capítulos que los canales de pago. ¿Nadie de los segundos se queja de que los primeros les quiten los capítulos de estreno? Parece una buena idea organizar un poco el flujo de capítulos para que estas cosas no pasen, ¿a nadie le preocupa? Al final ya es simple cuestión de buscar canales el último, sin importar si es el de pago, el abierto o el secundario que repite los del abierto.
Cine
La frase «ya en (los mejores) cines» (como la de «ya disponible en alquiler») era antes algo común para llevarnos, directamente y sin pasar por la casilla de salida, a la sala. Había una cierta prisa por llenar cuantas más salas mejor durante el fin de semana del estreno. Eso hace que se siga hablando en los medios algún tiempo después y así se alargue un poco la vida de la peli. Es un indicativo también del éxito de la promoción previa que se ha hecho: entrevistas, tráilers, publicidad y cientos de pequeñas cosas que alguns veces ni nos alcanzan. Pero los nervios también los tiene el equipo, no solo la productora o la distribuidora. Porque aunque se hagan test screening, seguro que esos días se duerme poco.
Publicidad
El pasado fin de semana se juntaron dos eventos de esos que congregan a mucha gente: San Valentín y Carnaval. Vale, en realidad es el Día de los enamorados el que llena los medios y los escaparates pero resulta curioso que, al mezclarlo con el Carnaval, se acaba viendo a más gente disfrazada que enamorada. Será que los disfrazados prefieren hacer más escándalo que los enamorados que disfrutan de la intimidad. Y, quizá por eso, la publicidad y todas las ventas del fin de semana se organizaron alrededor del amor y no de la diversión. ¿A caso no podían ir de la mano si ya compartían fecha en el calendario? Me ha parecido una oportunidad perdida.