Comparativa de sectores: las especias de Carmencita, Dani y Ducros

Nueva edición de la serie de «Comparativa de sectores» dedicada esta vez a las especies. Igual que con las golosinas, he repasado los contenidos que publican 3 empresas y apuntado ideas que sirven para analizar sus publicaciones: no se trata de dar propuestas de mejora ni juicios cualitativos (eso lo dejo para cada lector del ebook).

Las marcas de especias que he analizado son un poco diferentes entre sí: una es española, otra se dedica a más productos que las especias y otra forma parte de una empresa internacional. Me ha parecido interesante ver cómo se comportaban entre ellas y si eso provocaba discrepancias entre sus publicaciones. Pero me guardo mis conclusiones… quizá quieras dejar aquí tus comentarios después de leer el ebook.

Puedes descargar esta comparativa de contenidos para el sector de las especias directamente desde mi SlideShare.

Aprendizajes de mi primer año como escritora autoeditada

Quedan pocos días para Sant Jordi y se cumple el primer aniversario de mi aventura como autora autoeditada así que me parece apropiado hacer un post sobre lo que supone autopublicar tu obra. No va a ser un manual, hay otros que ya lo explican, más bien quiero compartir algunas reflexiones sobre la autoedición que espero sirvan tanto a autores para que se animen como a lectores para que valoren más la labor de los autores.

Por si llegas a mi blog por primera vez o desde hace poco, quizá quieras saber que he publicado unos cuantos libros: ahora mismo, son 12 libros los que llevan mi firma, ya sea como única autora o en coautoría. Y digo «ahora» porque seguramente este año podré sumar 2 más a la lista. Algunos fueron encargos de una editorial, otros se los propuse yo y hay 2 que decidí publicar por mi cuenta. De momento, «Diario de un libro» y «Estrategia de contenidos» son los 2 que he autoeditado. Y aquí digo «de momento» porque quizá en el futuro vuelva a utilizar esta opción. ¡No ha sido tan malo después de todo!

También creo necesario advertir que mi experiencia es en obras de no ficción (aunque he escrito 2 cuentos) pero imagino que es lo mismo para novelas.

Supongo que para alguien que publica su primer libro el mundo editorial debe resultar complicado (sigo recordando el primero como el más difícil). Si como yo ya has tenido relación con varias editoriales, conoces el proceso y sigue siendo duro (todos tienen su historia), pero menos. Las tareas son (aparentemente) sencillas:

  1. Escribir: obviamente, la mejor parte. Supone documentarte y editar tu propio texto, pero repito que es lo mejor. El título lo decides tú, a no ser que firmes un contrato y ellos tengan la última palabra como en la portada.
  2. Maquetar el manuscrito: el procesador de textos es el mejor amigo del escritor pero maquetar un ebook no es lo mismo. ¿Y qué me dices de escribir la contraportada y textos promocionales? También lo acabarás haciendo.
  3. Publicar: tampoco es lo mismo configurar la venta en Amazon que esperar a que la editorial distribuya a librerías y te envíe los ejemplares de cortesía a tu casita. Ver tu libro en tus manos es lo segundo mejor de esta aventura.
  4. Promocionar: sin importar quién publica, los autores siempre tenemos que poner mucho de nuestra parte para dar a conocer nuestros libros. La editorial hace algo y su implicación es diferente en cada caso (Amazon ayuda lo justo, más si sales en KindleFlash), pero el autor que se autopublica acaba haciendo aún más esfuerzo y, para tratar de competir con la engrasada maquinaria editorial, se convierte en vendedor de guerrilla.
  5. Cobrar: Amazon te permite saber las ventas casi en tiempo real mientras que las editoriales te lo dicen 1 vez año. Los porcentajes de derechos tampoco son los mismos pero decidirlo todo, incluyendo cuánto recibir por cada venta, no tiene precio.

Podría añadirse al principio de esta lista el tener la idea, intentar venderla a una editorial o incluso cuando se comparan opciones para (auto)convencerse (o no) de que autoeditarse es una única opción porque nadie te contesta o te dicen que no les interesa (quizá has llegado a este post por ese motivo). Cada autor pasa por diferentes etapas antes y después de escribir (diviértete con algún meme sobre ello) y lo que a uno le parece demasiado técnico para otro es sencillo, así que no todas las etapas son iguales para todos los escritores.

Está claro que, como cualquier otra lista de tareas, el proceso de autoedición lleva tiempo. Parece que el manuscrito nunca se termina porque, sin una fecha de entrega firmada en un contrato, el momento de poner «Fin» no llega. Además, crear una portada es algo muy importante y merece la pena dedicarle horas (para alguien que no es diseñador gráfico, aún serán más). Y hay tiempos que no controlas como el de pedir el ISBN o el de que aprueben la publicación en Amazon. Todo parece alargarse mientras que con una editorial es tan sencillo como entregar el manuscrito e ir repasando lo que ellos hacen.

Mi vida editorial es tan ajetreada que cuando alguien me dice que ha leído mi libro tengo que preguntarle cuál. Es una situación divertida pero no tanto como la cara de quien me felicita por haber publicado el último y le digo que antes hubo unos cuantos más. Es difícil de explicar entonces que todos están en librerías, menos el último que solo se puede comprar en Amazon. Hay quien gusta de ver y tocar los libros, quizá sea por eso que, cuando te autopublicas, la gente te mira diferente. Parecen desconfiar del resultado que has conseguido (y que tanto ha costado) como si tu libro fuese de baja calidad. Claro que hay de todo entre el gran volumen de manuscritos que hay al alcance de un click, pero algunos son muy buenos.

Llenar las estanterías de librerías de toda España da trabajo a muchos intermediarios así que las editoriales solo eligen los libros que les parecen más rentables, es decir, de los que creen que podrán vender más ejemplares (ellos sabrán en base a qué lo deciden). Seguro que tú tienes mucho más tiempo e interés en que tu libro se venda, pero te traigo malas noticias: las editoriales tienen los contactos con las distribuidoras que harán que los libros lleguen a librerías y ninguno de estos intermediarios trabaja con autores directamente.

Yo probé sin suerte en las estanterías físicas, así que también intenté meter «Estrategia de contenidos» en catálogos online de las principales librerías. Con la misma mala suerte porque el sistema está pensado para editoriales y librerías pequeñas, no para autores. Ver que «Marketing de contenidos» sigue ahí es una alegría pero me entristece que esté solo.

Las opciones publicitarias son otra gran fuente de impotencia: los medios se hacen eco de unos pocos autores, lógico porque somos muchos, pero triste porque todos tienen detrás la maquinaria de una editorial. Quienes nos autoeditamos recurrimos a nuestros contactos (y los que encontramos) para que nos ayuden a llegar a nuevos potenciales lectores. Caemos en el spam confiando en que alguno hará algo más que dar una felicitación rápida o un Me gusta… pero la mayoría nunca pasan de ahí, doy fe de ello. Lo comprendo pero, qué le voy a hacer, me da pena.

No puedo negar que hay muchos momentos negativos cuando te autopublicas: se empieza con el «No» de las editoriales y se acaba con el «No» de los lectores que no parecen interesados en leer lo que tanto tiempo te ha costado crear. Pero no quiero acabar el post triste porque también hay instantes de mucha felicidad: cuando alguien te escribe un mail únicamente para decirte que le ha servido, si una persona te lo acerca para que se lo dediques o al descubrir que un desconocido te pone unas estrellitas en Amazon. Solo por alguna de esas alegrías compartidas con los lectores ya merece la pena (sería el tercer mejor momento de publicar un libro) y por eso digo que quizá repita más adelante la aventura de autopublicarme.

Para agradecerte de que hayas llegado hasta el final de este post (un poco largo, lo sé), te aviso de que para celebrar el aniversario tanto de «Diario de un libro» y de «Estrategia de contenidos» los he rebajado un par de euros, además de disponibles en KindleUnlimited. ¡Espero que así lleguen a más personas y aumenten los momentos de felicidad!

http://madurezdeloscontenidos.tumblr.com/post/159673724660/celebrando-el-1r-año-aniversario-de-la-publicación

De profesión, redactor de contenidos o copywriter (ebook 6W)

Cuando me hice freelance en 2009, una de mis dudas era qué ‘cargo’ ponerme para que fuera entendible. Ya que mi propio nombre iba a ser el de mi empresa, quería que fuese evidente cuáles eran mis servicios. Le di muchas vueltas pero el más apropiado me pareció que era redactora web porque quería dejar claro que mi especialidad era escribir los contenidos de páginas web: no soy community manager, tampoco redactora SEO, ni me siento copy en el sentido publicitario. Pero hay otros compañeros de profesión que sí lo hacen y muchos solemos operar bajo el mismo ‘cargo’, aunque tengamos orientaciones algo diferentes.

En realidad, esto que algunos hacemos con tantas ganas, hay quien lo hace dentro de su empresa sin ponerse la etiqueta de ‘redactor’ (a veces ni siquiera nada de ‘contenidos’). El tema de quién hace qué en un departamento de contenidos es algo que siempre me ha interesado así que finalmente me he decidido a iniciar una nueva colección de ebooks en PDF dedicada a profesionales de los contenidos. Esta vez no conversando con personas reales, si no algo más general. Mi método será aplicar las clásicas 6W periodísticas a cada profesión y responder de manera similar a si fuese una noticia: qué ha pasado y quién lo ha hecho, dónde y cómo ha sido, cuándo y por qué.

El primer ebook está dedicado al redactor de contenidos para resolver así las dudas más habituales de quien se está iniciando en el arte del copywriting o quiere contratar a uno:

  • ¿Qué hay que escribir?
  • ¿Cómo hacerlo?
  • ¿Cuándo es mejor publicarlo?
  • ¿Dónde conviene publicar?
  • ¿Por qué externalizar la redacción de contenidos?
  • ¿Quién debería ocuparse de los contenidos?

Ya puedes descargar el ebook «6W sobre el redactor de contenidos«.

En el siguiente PDF trataré otro perfil tan interesante como el de content curator. Si quieres enterarte antes que nadie, apúntate a mi newsletter porque mis sucriptores se llevan siempre las primicias y exclusivas (ellos lo tienen desde hace un mes).

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Calendario editorial mensual: test, plantilla y guía para planificar tus contenidos

Siempre he defendido el calendario editorial como una herramienta básica para el redactor de contenidos y para cualquiera dentro de la empresa que se relacione con contenidos. Por eso, hace más de 2 años que preparé una plantilla para organizar los contenidos de manera que mostrase «qué publicar» (tipo de contenidos) y «dónde» (canales corporativos). Para responder al «cuándo» elegí una semana, lo mínimo para poder planificar los contenidos corporativos de una empresa. Pero un calendario editorial mensual permite tener una mejor perspectiva en cuanto a volumen y, creo que en consecuencia, más tiempo para preparar mejores contenidos (ver el bosque por así decirlo).

Por eso, he preparado una nueva plantilla para planificar los contenidos. La he hecho aún más sencilla que la anterior: un xls listo para rellenar y usar. Además, como leyenda de la tabla mensual, he incluído la recomendación de cada cuánto publicar en cada canal, según mi informe «Estado de los contenidos 2016«.

Seguro que te irá como anillo al dedo porque ha tenido muy buena acogida entre mis suscriptores (tienen la contraseña para descargarla desde la semana pasada porque para ellos son mis primicias). Y es que, para descargar el archivo de Excel, tendrás que dejarme tu email porque en tu perfil están los enlaces para acceder a éste y muchos más contenidos exclusivos.

Uno de ellos es mi guía en PDF «Calendario editorial en 10 pasos», un ebook dedicado por completo a cómo rellenar un calendario editorial. Es tan práctico que junto con esta plantilla en xls, no hay excusa para no planificar tus contenidos de manera profesional.

Claro que, si aún necesitas argumentos para crear o quizá revisar tu forma de organizar tus publicaciones, puedes hacer mi test de autoevaluación: un cuestionario de 10 preguntas para que te des cuenta de cuánto puedes mejorar tu planificación gracias a un calendario de contenidos o quizá de que el actual no te ayuda lo suficiente.

Por cierto que con esta plantilla inauguro una nueva sección en mi centro de recursos dedicada a las plantillas. Iré añadiendo alguna de las que uso con alumnos y clientes. Así que, ya sabes, si quieres enterarte de esto y mucho más, apúntate a mi newsletter (si ya lo estás, clicka en el botón al pie de mi último envío o vuelve a introducir tu email en el formulario de alta para acceder a tu perfil).

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Estado de los contenidos 2012-2016: ¿signos de estancamiento?

Hace 5 años me pareció una buena idea poner en marcha una encuesta anual para conocer mejor cómo las empresas estaban utilizano los contenidos. La idea surgió de un estudio similar que el CMI hacía desde un par de años antes. El objetivo estaba claro y la motivación también: ¿de qué nos sirven los datos de otros países? Era y sigue siendo necesario tener datos made in Spain. Así que desde entonces sigo el mismo proceso: preparo la encuesta los últimos meses del año, unos cuantos valientes la contestan anónimamente y publico las conclusiones en un ebook abierto y gratuito para que cualquiera lo pueda consultar (sin formularios de registro previos). La diferencia este año es que he preparado también una serie de gráficos con la evolución de los datos desde 2012 hasta 2016.

Estado de los contenidos en España 2012-2016: descarga el ebook en PDF #estadocontenidos16 Share on X

Puedes descargar el informe de este año y de los anteriores desde mi centro de recursos dedicado a los contenidos en España.

«Estado de los contenidos en España 2012-2016»

Después de leerlo, puedes volver a comentar al hilo de este post tus impresiones pero te dejo aquí las mías para empezar. La primera es que la mayoría de datos del 2016 son muy similares a los del 2015 y, los que no lo son, son peores:

Fijándonos en estos datos, hay poco margen para ser optimista, ¿no te parece? Así que me pregunto si, en lugar de avanzar hacia un uso más maduro de los contenidos, ¿el sector se estanca? No tengo esa sensación en mi día a día como freelance pero me encantará leer cualquier punto de vista sobre este tema: ¿crees que los contenidos tienen más o menos importancia que en los últimos años? Quizá para el Estado de los contenidos 2017 añada la pregunta pero, mientras, ¡se abre el debate!

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