Hace unos días leí en Marketing news una buena definición de hoja en blanco. Para David Torrejón, «una página en blanco hoy día no es un espacio cerrado, es una puerta que se abre para captar la atención del usuario y llevarle a horizontes más amplios donde su experiencia con la marca se expanda.»
Me gustaba pero estaba convencida de que era mucho más y se me ocurrió preguntar a los suscriptores de mi newsletter su opinión. Había descartado hacerlo aquí por malas experiencias pasadas pero mis manos (a veces tienen vida propia) fueron a quejarse a Twitter y allí Carlos, Jaime y Mau me han animado a traer la pregunta en forma de post.
¿Empiezo yo? Para mi una hoja en blanco es un reto divertido, un punto de partida donde cualquier cosa es posible, un camino por explorar, un principio con muchas posibilidades pero nunca un final (a no ser que sea como el de «Casablanca»), un lugar donde dar forma a las ideas poco a poco y sin límites porque se acaba de empezar, una oportunidad para dejar por escrito lo que otros no se han atrevido, una excusa para ser y dar lo mejor de uno mismo en cada palabra que se escriba, una pausa para descansar, pensar o soñar…
Una página en blanco era antes este post así que podría decir que es pasado pero también es futuro porque esto no se lo lleva el viento. Lo que es difícil que sea es presente porque, la verdad, las páginas en blanco me duran poco.
¿Te animas ahora? Cuéntame, ¿qué es pera ti una hoja en blanco?
Actualización 14 de septiembre: he maquetado las definiciones en un ebook de libre descarga para dar las gracias a las personas que han participado.