Publicidad
Aún faltan unos días para que se acaben los anuncios navideños así que el volumen de perfumes por corte publicitario va en aumento. Si la semana pasada comentaba la letra pequeña de uno en particular, hoy me apetece hablar de la música. Y es que hay un par de anuncios en los que no me fijo en los actores, ni la historia que quiere contarnos la marca ni en el frasco del perfume… solo en la música de fondo. Es algo muy típico de canciones del verano, pero en invierno me parece curioso. Mis líos con los perfumes me han llevado a probar unos cuantos y enfrentarse a una pared llena de marcas puede resultar abrumador. Encontrar una música que suena entre tanto frasco puede ser una buena llamada al test.
Televisión
Hay familias que se reúnen una vez al año y es precisamente en estas fiestas. Se tienen muchas cosas que contar, aunque se haya hablado de alguna forma durante el resto del año. Así que la tele sobra durante casi toda la noche… hasta el momento de las campanadas. Sí, se puede tener de fondo aprovechando algún programa musical venido a menos. Como ya solo recordamos algunos, había programas resúmenes o algunos con invitados que resultaban llamativos por internacionales o por actualidad. Y ya no digo nada de los especiales humorísticos que no tienen ninguna gracia. Resumiendo y por empezar el año con un buen propósito, menos tele y más tiempo con la familia.
Cine
Ir al cine es para algunas personas una tradición. Comida o paseo familiar y después al cine o vacaciones con los abuelos y seguro que alguna peli caerá. En estas fechas también puede serlo: la última película del año puede ser incluso la última sesión del último día del año. Los cines abren, sí. Pero suspenden la última sesión, aunque hay gente que sigue preguntando para ver una peli porque no comerse las uvas. Aunque la tradición también puede ser desde el sofá. Más allá de «Qué bueno es vivir», hay algunas que sí que se pueden repetir y que tienen aroma navideño. Antes del cambio de milenio, era muy repetida «2001» y también «Siete novias para siete hermanos». Pero ya no.
Internet
Eso de hacer dieta como propósito de año nuevo está muy bien pero, ¿y hacer dieta de Internet? Sí, limitar el acceso a todo lo que hacemos online a solo 1h al día. ¡Tremendo propósito! Seguro que hay muchas cosas que se pueden hacer offline, sin tener acceso a la Red. Y está más que claro que también se pueden hacer muchas sin tener ordenador. Pero también es cierto que para los que trabajamos en algo relacionado ‘con esto’, es un poco complicado quitarse de todo. No obstante, se puede empezar con una dieta menos estricta y tratar de recuperar costumbres menos digitales que siguen siendo importantes en la sociedad… al menos con lo que compartimos ubicación geográfica.