Debatir sobre si es mejor publicar posts largos o cortos es algo habitual en la blogosfera, igual que los límites éticos de los posts patrocinados reaparecen de tanto en tanto. Cada cierto tiempo alguien escribe un post sobre este ¿problema? y se reaviva el tema, confirmando que nunca se ha llegado a una conclusión que guste a todos.
Es por eso que el título del artículo de Barry Densa en MarketingProfs consiguió llamar mi atención: «The End of the Long-Copy vs. Short-Copy Debate«. ¿Qué argumentos tendrá para hacer esa afirmación? En resumen, solo uno: «One Size Does Not Fit All«. ¿Realmente la norma es que no hay norma? Después de haber leído el artículo (un buen ejemplo de que un buen titular es media faena), no me ha convencido ni a favor ni en contra de uno u otro (aunque probablemente tampoco lo intentaba).
Sus ejemplos sobre copywriting también se pueden aplicar al blogging: los temas complejos de explicar siempre requieren más espacio; ahórratelo cuando a tus lectores no les haga falta saber o ya sepan los detalles. Aunque cuidado, éste es un debate relacionado con la forma de escribir de cada blogger, más que con el tiempo de atención que tienen sus lectores.
En este sentido me gustó el post de Jonathan Morrow en Copyblogger en el que comparaba la extensión de los posts con la duración de las películas de Hollywood: hay obras maestras de 90 minutos pero también las hay de 3 horas. Piensa en tus películas favoritas y verás que no todas duran lo mismo. El tiempo que pasas en la sala solo es importante cuando por algún motivo estás pendiente del reloj, pero no determina el éxito de una peli. Igual ocurre con el blogging, si el argumento te interesa, continuarás leyendo.
Ya lo que dije en Tu blog paso a paso: utiliza el texto que necesites para cumplir tu objetivo porque la calidad de un post, es decir, lo que hará que la gente te lea o no, depende de cómo lo escribas, no de cuántas palabras utilices.