Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes.
Hace unos años, la pregunta más habitual era «¿cuál es la diferencia entre una página personal y un blog?». Hoy, hablando de medios sociales, una de las muchas preguntas es «¿cuál es la diferencia entre un blog y Facebook?».
Explicar el orden inverso de artículos, la posibilidad de dejar comentarios o de seguir las actualizaciones ya no sirve para distinguirlos. Se puede recurrir al diseño (¿puedes cambiar el theme de Facebook?) pero hablemos de contenidos.
- ¿Qué se puede publicar en un blog? De todo, desde artículos de opinión a vídeos corporativos pasando por encuestas a los lectores o promociones. No hay límites de espacio ni de formato más allá del sentido común (un post de 2.000 palabras no sería adecuado).
- ¿Qué se puede publicar en Facebook? Enlaces a todo lo anterior y contenidos exclusivos para fans como pueden ser promociones, descuentos, concursos, eventos… Aquí el límite lo ponen las aplicaciones que se tengan que desarrollar si no se utiliza el muro simplemente para informar.
Las diferencias son tan sutiles o tan evidentes como los objetivos que definas para cada medio: tráfico, SEO, fidelización, información… Si el blog tiene una misión y Facebook otra, los contenidos serán diferentes. Si no hay una estrategia detrás, se duplicará la información (automatizando la publicación en Facebook) o, en el peor de los casos, de dejará de lado uno de los dos.
Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 33 (28 de marzo de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!