En su columna Tú y yo somos tres en El Periódico de ayer, Ferran Monegal hablaba de «Buenafuente» y del Cupido que interpretó el día anterior Fermí Fernández.
Por lo visto se trataba de un «angelote borracho amorrado a una petaca de alcohol» aunque no es eso lo que más me interesa de su crítica. Monegal aplica la conocida frase (¿quizá en desuso?) de San Valentín «Hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana» a la televisión.
«Cualquier programa de hoy es peor que el de ayer, pero mejor que el de mañana«.
Quizá por ser días en que los corazones están en todas partes, no he podido pensar en los programas de crónica rosa (aunque me atrevo a decir que es aplicable a cualquiera) y recordar la viñeta aparecida en La Nueva España el pasado 11 de enero.
¿Es posible una televisión mejor?