Televisión
Igual que hay películas a las que claramente les sobra metraje, hay programas de televisión que parece que han alargado hasta el infinito y más allá. No tanto porque hagan previos y reportajes después, sobre todo porque se nota que el guión está forzado y le cuesta avanzar. Me pasa cada vez que veo «MasterChef»: bien montado, le sobraría la mitad. Entre el tiempo que se pierde haciendo que la presentadora vocalice y el que pasan poniendo caras los jurados, seguro que se podría explicar mejor cómo se hacen cada uno de los platos o, ahora que estamos aún con muchos aspirantes, conocerles un poco mejor. 2h cada programa me parece que alarga la noche demasiado y eso que, por suerte, va sin publicidad.
Internet
Hace ya unos cuantos años, cuando explicaba las relaciones entre blogs y empresas, recuerdo que una de las grandes preocupaciones para las segundas era saber dónde encontrar a los primeros. Recurrir a directorios era lo más sencillo pero los bloggers no siempre se apuntaban porque nadie les obligaba a hacerlo (solo por la diversión de aparecer en rankings). Pero, ¿qué pasaría si el Gobierno quisiese meterse en este tema? En Rusia parece que se sienta precedente y se pretende equiparar con medios de comunicación. Obligar a citar las fuentes es un buen principio que no todos siguen… quizá si la ley obliga se acabe haciendo siempre.
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Cosas que se pueden comprar y cosas que no… y no es MasterCard. Los de BMW comparan en su último spot conceptos como casa-hogar, reloj-tiempo o libro-conocimiento, es decir, una cosa física con otra menos material. Y acaban con coche, lo que haría pensar que un BMW es algo más etéreo y no se puede comprar. Por eso lo rematan con el precio y un «Ahora puedes» que deja claro que está al alcance de quien quiera tener ‘lo que no se puede comprar con dinero’. No me gusta conducir, pero me gusta la forma que tienen de explicar ‘todo lo demás’ que viene asociado con el desembolso económico de algo tan básico como un reloj y tan importante como una casa.
Cine
Titulares como «A los piratas de películas les encanta ir al cine de pago» son de los que llaman la atención. Es fácil hacer la comparación con los ‘piratas de la música’ y los datos dicen que no son iguales. Resulta curioso que digan que han sido más efectivas las campañas antipiratería en el cine que en la música porque, ahora mismo, no recuerdo ninguna aquí para lo segundo mientras que para lo primero me viene a la mente eso de ‘no seas cómplice de la manta’ o ‘ahora la ley actúa’. Será que soy de los que compran DVD y hace ya bastantes años que no invierto en CD.