Cristina me pasa este meme iniciado por los chicos de Marketing Take Away en busca de las marcas y sus fans: una buena excusa para tratar de definir qué es ser fan de una marca.
Antes de que Facebook devaluase esta palabra, pensar en fan era sinónimo de gente gritando frente a sus ídolos televisivos, cinematográficos, musicales y deportivos. Entendido así, pensando en marcas personales, creo que solo puedo declararme fan de Valentino Rossi o de Jerry Bruckheimer igual que de muchos actores y directores que me arrastran al cine.
Pensando en marcas comerciales, en una escala de menos a más, podemos tratar de fan a alguien:
- que solo compra esa marca, sin importar precio
- que no prueba otras, sin comparar
- que le gusta todo lo que hace esa marca, incluidos nuevos productos o versiones
- que la recomienda, tratando incluso de convencer a los demás de que la usen
En abril, J de Comicpublicidad hizo una pequeña encuesta sobre las marcas que vestíamos en ese momento. Como ya le dije, en ropa no soy marquista. En realidad, lo soy de muy pocas cosas y tengo que hacer un esfuerzo por pensar en las marcas que siempre me acompañan: Coca-cola o Danone si pienso en alimentación, Nokia o Canon si pienso en móvil y cámara de fotos o Google si pienso en Internet. Del resto, no me importa probar diferentes.
Recuerdo la campaña de Kas y su «yo soy de Kas naraja» (aunque yo soy de Fanta) que parece haber inspirado a la reciente «soy de la Mútua» de MM y que precisamente pretendía esto, que dijesemos públicamente que éramos fans de su marca. Ese sentimiendo de unidad, de comunidad no lo siento con ninguna marca… así que quizá no sea fan de ninguna. Aquí va mi confesión.