Cine
Recuperar películas de hace unos años (un par de décadas es suficiente, no hace que sea de cine clásico) puede ser divertido desde diferentes perspectivas: por recordar cuando la vimos por primera vez, por ver a los personajes más jóvenes… pero es aún más curioso cuando explican cosas del pasado y acaban con un ‘en la actualidad’, casi tanto cuando hablan de un futuro al que ya hemos alcanzado. Ahí es cuando, barriendo para casa, lo que importa es la historia que explica sin importar tanto lo que la contextualiza. Cuando el guión es universal, el tiempo no es tan relevante. Son los personajes y sus vivencias, experiencias, sentimientos lo que hace que nos olvidemos de si llevan hombreras o visten como astronáutas.
Televisión
«The Mentalist» y «Castle» son dos series que han empezado temporada hace poco. Sin spoilers, no te preocupes. No es que sus guiones tengan mucho que ver, solo que investigan casos. Pero me llama la atención cómo sus guionistas buscan fórmulas para mantener el interés. En el primero, recuperan de manera destacada la trama principal de Red John hasta dejar la investigación que solía centrar el capítulo a la mínima expresión para centrarse, ¡al fin!, a lo que era más interesante. En el segundo, hacen todo lo contrario, rompen con todo lo que es la serie para dar protagonismo a otros personajes y formas de explicar los casos. No sé cuánto les durará a ambas series estos cambios, pero los dos me gustan para variar un poco.
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Diría que alguna vez me he quejado de ver anuncios españoles en blogs extranjeros pero, curioso, no en medios de aquí. Pero lo que ya me parece el colmo es leer en un medio de aquí sobre una acción de guerrilla que me he perdido ‘vivir’ en primera persona por haber pasado una calle más allá de donde se producía. Luego se habla de infoxicación, de problemas de atención causados por el tiempo… pero hay cosas que te das la vuelta un día y te las pierdes. No se repiten lo suficiente para llegar a quien se debe impactar. Pero, claro, habrá a quien le habrá llegado a tiempo varias veces y a mi ninguna. Y si eso pasa en acciones pagadas que buscan ese impacto, ¡cómo !
Internet
El correo electrónico siempre trae sorpresas pero en dos días algo más de lo que estoy acostumbrada: me contacta alguien que dice conocer a un familiar directo (pero sin decirme quién como si tuviese miedo a represalías), alguien que quiere una solución rápida a la pregunta de un examen que ha de hacer en unas semanas, alguien que utiliza mi formulario para enviarme lo mismo que me ha enviado por mensaje de Facebook y por email (supongo que no ha recurrido al DM porque no le cabe)… Parece que poner una forma de contacto pública y fácil hace que cualquiera tenga ganas de rellenarlo. Ojalá tuviesen las mismas ganas de rellenar otro tipo de espacios.