Cine
La clasificación de películas en géneros lleva demasiado tiempo haciéndose como para que mi queja sirva para algo más que puro desahogo para mí. Pero es que me da bastante rabia ver ‘una comedia’ sin apenas sonreír. Quiero pensar que están sus gags y situaciones tan manidos que no tienen ninguna gracia porque si se me ocurre pensar que no me río porque no pillo los chistes entonces casi es para llorar. Sería lamentable, ¿no? Ya sé que el humor es personal y diferente para cada uno… pero estar en una sala con todos riendo menos tú te hace sentir diferente… peor aún, te quita las ganas de reír y te da por pensar que el género debería ser ‘drama’.
Televisión
Sigo con las risas con motivo de la fecha de ayer. Efectivamente, fue otro martes y trece de esos que se repiten tanto como los viernes trece: el primero sirve a los de la tele y los segundos a los del cine, así que todos felices. Dos de los blogs que sigo sobre tele dedicaron sus posts a ellos, al ex dúo Martes y Trece. Lo curioso (y eso sí que me hace sonreír) es cada uno lo enfoca de manera diferente: para uno debería volver mientras que para otro no tendría sentido que lo hiciese. Que cada cual decida con qué opinión se queda y para los que ya ni se acuerdan de por qué ese par eran conocidos, marchando un especial de nostalgia… ¿con empanadillas?
Internet
Ya he comentado alguna vez la gracia que me hace hacer zapping y que cuadren las frases entre canales. Pues también puede pasar visitando páginas web. Me pasó ayer cuando se juntaron en mi Feedly los posts de Seth Godin y Geek&Poke. Resumiendo para los que no gustan de irse a visitar páginas antes de acabar de leer: el primero habla de que no tiene nada que ver que la gente no clicke con que le haya gustado o no un artículo; y el segundo es una viñeta sobre los típicos misterios de la tecnología cuando las cosas funcionan y no sabes muy bien por qué. Juntándolos, tienen sentido: a veces, hay artículos que gustan y consiguen muchos clicks, interacciones y otras demostraciones sociales… y otras veces algo similar no obtiene nada.
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Aún con el dulce recuerdo de las vacaciones, pensar en qué pasaría si nos toca la lotería es más que apetecible. Los de la Primitiva hay definido esa sensación en una onomatopeya clarísima: pfff. La utilizan en situaciones de todo tipo aunque debo decir que a mí se me ocurren unas cuantas más seguramente políticamente incorrectas en las que ha pasado por mi mente un pfff similar. Me gustan este tipo de anuncios en los que mucha gente puede verse identificada pero que también, pasada la época de la campaña, se puede seguir recordando la marca por el simple sonido de un pfff. Pues eso, pfff vaya anuncio.